AFP
31 de jul de 2020
El Covi-19 fue parejo, afectando al mundo pero cada país lo ha enfrentado de distintas maneras, todo depende de su gobierno, la sociedad y responsabilidad. Como resumen, diría que es responsabilidad de todos. El COVID-19 ha causado muertes y también ha atacado la economía: el comercio, las cadenas de suministro, las empresas, los trabajos esto por consecuencia de la cuarentena y confinamiento que la mayoría de los países llevo a cabo. Además de cierre de fronteras, para las empresas ha sido difícil mantenerse activo y aunque muchas ya reabrieron, la activación es lenta y gradual por lo que las familias luchan por mantenerse a flote. Nuestra familia humana está bajo presión, y el tejido social se ha desgarrado. La gente ha sufrido y sigue sufriendo por el miedo y la enfermedad. El mundo se ha enfrentado a un enemigo común; es una guerra con un virus. Esta crisis la hubiera superado sin tanto problema, al menos hablo por México si hubiéramos actuado con solidaridad, esperanza y voluntad política. Porque ante un virus, se debe afrontar la emergencia sanitaria, pero desafortunadamente en México, nos ha importando poco, al menos ahorita que la mayoría de los estados de nuestro se encuentra en semáforo naranja, si usted sale a la calle, podrá darse cuenta de que la gente esta como si nada, en las plazas, restaurantes y parques sin protección o simplemente confiados de que ya se termino el contagio, pero no es así. Para muestra un botón; a partir de ayer, oficialmente México se convirtió en el tercer país del mundo con mayor número de fallecimientos por covid-19, al alcanzar 46.000 víctimas, bajo cifras oficiales. Quizás ha faltado centrarse en el impacto social, la respuesta económica y la recuperación. Al menos para 5 países no fue así, han sabido ser responsables: China, España, Italia y otros han puesto en marcha estrategias que han logrado ralentizar la expansión del virus. Las estrategias son variadas, van desde la masificación de las pruebas del virus al aislamiento social extremo, las cuarentenas localizadas e incluso el monitoreo de la población más vulnerable. Esas pequeñas cosas y estrategias que parecen pequeñas han dado resultado, no quiere decir que estén exentas de contagios pero al menos las cifras han disminuido o se mantienen. México es un país rebelde por naturaleza, las consecuencias nos lo dice la cifra. No hay responsabilidad y por consecuencia no hay una mejor recuperación, lo que perjudicará aun más la economía del país. Desde junio, el gobierno mexicano relajó una cuarentena de dos meses permitiendo la reapertura de algunos sectores económicos y regiones. No obstante, debido al alto número de contagios, en algunas zonas como la populosa Ciudad de México las autoridades han advertido que es posible regresar al estado de alerta máxima, y es por lo mismo, la falta de responsabilidad; lo peor que pasa en México es que después quieren culpar solamente al gobierno, no lo estoy haciendo a un lado, al contrario tiene parte de responsabilidad pero también la tiene la sociedad.
De acuerdo a cifras oficiales, Latinoamérica se convirtió el domingo en la región más golpeada por el virus en el mundo, al sobrepasar a Norteamérica en el número de total de contagiados. En todo el planeta, un total de 17.2 millones de personas han sido infectadas por el nuevo coronavirus y 669,632 han perdido la vida. Ojala tomemos conciencia y no regresemos al semáforo de alerta máxima, ya no queremos estar en semáforo rojo.