AGENCIAS
2 de oct de 2020
Todo se va poniendo en orden porque las cosas y los hechos caen por su propio peso, y las campañas para elegir al próximo Presidente de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), ya inició con un reconocimiento de aceptación a Ricardo Zermeño Barba, fundado por el peso de sus propuestas que abarcan desde el ámbito administrativo, hasta el cultural, histórico, social y especialmente en el tema deportivo, en el que abre muchas opciones, tanto para los equipos “AAA” como para los de categoría “AA o Tradicionales”, con una proyección integral basando su campaña en hacer visibles a los invisibles para que los equipos tradicionales tengan el respaldo que requieren, incluyendo con gran fuerza a la charrería de la Unión Americana, pero además, en forma inédita, coloca a una mujer en su Consejo Directivo, lo que dará una gran dinámica basada en la unión, tanto en la rama femenil como en la varonil.
Zermeño Barba propone implementar una gran difusión Nacional e Internacional, tomando muy en cuenta a los sectores que no emiten voto, como son los artesanos de la charrería, jueces, locutores, criadores de ganado, damas charras y por supuesto a los infantiles, quienes son el semillero de los grandes charros del futuro.
Algo que marcó la campaña “La Charrería somos Todos”, es que se realizó en forma sencilla, abierta, a ras de piso, sin faltas de respeto a nadie, ni fanfarroneando en forma innecesaria, invitando a todos a participar con él como Candidato y con su equipo de campaña, respaldada con una comunicación directa y permanente en redes sociales y en medios especializados, a través de videos y en espacios televisivos.
Todo este esfuerzo y todo este trabajo, está respaldado con la cercanía a todas las Asociaciones de México y de la Unión Americana, y finalmente está siendo reconocido por gran parte del territorio charro. Todo este caminar en campaña con la charrería organizada, ha sido financiado de manera personal por Ricardo Zermeño, situación que le da una gran ventaja ante su oponente, ya que, de llegar a la Presidencia de la Institución, podrá hacerlo sin ataduras, sin compromisos y con la libertad de implementar cada una de sus propuestas.