Identifican una pieza del "rompecabezas" del cáncer de mama que explicaría ciertos tipos
Un equipo científico de la Facultad de Medicina de Harvard ha identificado lo que "podría ser una pieza que faltaba en el rompecabezas del cáncer de mama", un detonante molecular detrás de aquellos casos que actualmente no pueden explicarse por el modelo clásico de desarrollo de este cáncer.
"Hemos identificado lo que creemos que es el desencadenante molecular original que inicia una cascada que culmina en el desarrollo de tumores de mama en un subconjunto de estos cánceres impulsados por estrógenos", afirma Peter Park, investigador principal del estudio que se publica en la revista Nature.
Los investigadores señalan que hasta un tercio de los casos de cáncer de mama podrían surgir a través del mecanismo identificado.
El estudio también demuestra que la hormona sexual estrógeno es la culpable de esta disfunción molecular porque altera directamente el ADN de una célula, resume un comunicado de Harvard.
La mayoría de los cánceres de mama, aunque no todos, se alimentan de fluctuaciones hormonales.
La opinión predominante sobre el papel del estrógeno en el cáncer de mama es que actúa como catalizador del crecimiento tumoral porque estimula la división y proliferación del tejido mamario, un proceso que conlleva el riesgo de mutaciones cancerígenas.
Sin embargo, el nuevo trabajo demuestra que el estrógeno causa estragos de una forma mucho más directa.
"Nuestro trabajo demuestra que el estrógeno puede inducir directamente reordenamientos genómicos que conducen al cáncer, por lo que su papel en el desarrollo del cáncer de mama es a la vez el de un catalizador y una causa", explica Jake Lee, ahora en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.
El cuerpo humano está formado por cientos de billones de células. La mayoría se dividen y replican constantemente, un proceso que mantiene la función de los órganos día tras día.
Con cada división, una célula hace una copia de sus cromosomas en una nueva célula, pero este proceso a veces se tuerce y el ADN puede romperse.
En la mayoría de los casos, estas roturas del ADN son reparadas rápidamente por la maquinaria molecular que vela por la integridad del genoma. Sin embargo, de vez en cuando, esa reparación no funciona, provocando que los cromosomas queden mal colocados o revueltos dentro de una célula.
Muchos cánceres humanos surgen de este modo durante la división celular, cuando los cromosomas se reordenan y despiertan genes cancerígenos latentes que pueden desencadenar el crecimiento tumoral.
Una de estas alteraciones cromosómicas puede producirse cuando se rompe un cromosoma y se fabrica una segunda copia del cromosoma roto antes de que se repare la rotura. La nueva estructura resultante después de un intento de reparación es un cromosoma deforme y disfuncional.
Durante la siguiente división celular, el cromosoma deformado se estira entre las dos células hijas emergentes y el "puente" cromosómico se rompe, dejando atrás fragmentos destrozados que contienen genes cancerígenos para multiplicarse y activarse.
Ciertos cánceres humanos, incluidos algunos de mama, surgen así, una anomalía descrita por primera vez en los años 30 por Barbara McClintock, Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1983.
A menudo, los expertos pueden identificar esta aberración en muestras tumorales mediante secuenciación genómica, pero una parte de los casos no presenta este patrón mutacional.
Para buscar respuestas, el equipo analizó los genomas de 780 cánceres de mama.
En lugar del clásico cromosoma único deforme y mal remendado, vieron que dos cromosomas se habían fusionado, sospechosamente cerca de los "puntos calientes" donde se localizan los genes del cáncer.
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