Importante el tema de la educación en el debate
- EDITORIAL
- 3 may 2024
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Los debates presidenciales debieran ser momentos cruciales en la vida política de cualquier país, y normalmente las y los candidatos presentan su visión para el presente y futuro en distintas temáticas. Llevamos dos debates en la contienda electoral de México. Las candidatas Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y el candidato Jorge Álvarez Máynez han expuesto posibles acciones y propuestas sobre cómo mejorar el sistema educativo del país. La candidata de la Coalición Fuerza y Corazón por México, se ha enfocado en anunciar la transformación radical del sistema educativo, proponiendo la implementación de escuelas de tiempo completo que ofrecerían una amplia gama de actividades, desde alimentación hasta robótica. Su enfoque en la atención psicológica y el fortalecimiento de las becas universales para la igualdad de oportunidades ha sido claro. Además, ha subrayado la importancia la importancia de construir universidades interculturales y una beca universal para todos los niños de escuelas públicas y privadas. Por su parte la candidata Claudia Sheinbaum, de la Coalición Sigamos Haciendo Historia, ha destacado la importancia de la educación media superior y el aumento de becas para estudiantes en este nivel, así como la universalización de las becas para estudiantes de escuelas públicas en todos los niveles. Además, ha propuesto la creación de centros públicos de educación inicial y una mayor atención a la salud dentro de las escuelas. No sin obviar, el impulso que dará a la Nueva Escuela Mexicana implementada en este último sexenio. El incremento a la construcción de más universidades en el país también es una de las prioridades. En relación al candidato Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, ha hecho hincapié en la urgencia de incrementar la inversión en infraestructura educativa y servicios básicos, así como en el acceso a la educación superior a través de alianzas con instituciones privadas. Su propuesta de un nuevo modelo educativo sin contenidos propagandísticos y la promoción de la igualdad de oportunidades es contundente. Ha reiterado el llamado a una revolución educativa que garantice la igualdad de oportunidades.
También suma a su agenda becas para estudiantes universitarios y bonos culturales para fomentar el acceso a actividades artísticas y culturales. Los tres se han comprometido con la primera infancia, asunto histórico pues en 2018 no fue de esa manera. Esto merece un aplauso de pie. Sin embargo, parece que las propuestas siguen estando a la exposición como si fuera una feria. No se trata de qué tantas ideas deban plantearse en los procesos electorales, las y los mexicanos merecemos un cierre electoral a la altura de un país que tiene un enorme legado, un presente retador y un futuro incierto. A un mes del cierre electoral requerimos que las candidatas y el candidato se comprometan con las estrategias para lograr un mayor financiamiento a la educación. Cuando se enfrenten a la realidad del presupuesto educativo, -no el listado de propuestas-, quedará relegado, pues se requerirá una muy importante reforma financiera al sistema educativo mexicano para alcanzar lo mínimo deseado para todas las niñas, niños y jóvenes de México. Además, se requerirán nuevos acuerdos con gobiernos locales y una nueva organización y gobernanza política. Sin las autoridades educativas locales, sin evaluaciones, sin diagnósticos y con poco presupuesto, la agenda educativa sigue siendo un camino sin dirección. El próximo 19 de mayo es el tercer debate presidencial; queda una última oportunidad en este ejercicio democrático para que muestren con enorme habilidad cómo la educación sí puede ser un eje transversal en los temas de política social, inseguridad, crimen organizado, migración y democracia, entre otros, que deberán abordar. La urgencia de mirar a la educación como una agenda sistémica es inaplazable. La educación no puede seguir siendo un tema secundario en la agenda política. Es urgente un enfoque sistémico que aborde la educación como un eje central en la transformación social, económica y política de México. El futuro de millones de estudiantes mexicanos está en juego, y no podemos permitirnos que la educación siga siendo ramo de discursos.
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