top of page

La aventura de ser mamá: A un año de decir adiós a la lactancia

ALEJANDRA OROZCO

Hace un año, tuve la oportunidad de viajar a la Ciudad de México para presentar una nota en televisión nacional, fue una experiencia increíble en mi vida profesional, también fue un viaje exprés que me sirvió como un tiempo fuera, a solas, después de casi cuatro años de maternidad, una tras otra, y el mayor tiempo que había pasado lejos de casa.


En estos días he estado recordando mucho esa experiencia, pero también porque marcó el fin de una era en mi vida: la lactancia, que había practicado también de manera ininterrumpida por casi cuatro años, y que este viaje fue la pauta para comenzar a decirle adiós, y la verdad fue una mezcla muy interesante de emociones.

Hoy, volteo a ver a esa época, en la que Renata no se podía dormir sin la chichi, acababa de cumplir dos años, y para mí fue más que suficiente para decir “hasta aquí”, la OMS recomienda seis meses de lactancia exclusiva y prolongarla mínimo hasta el año, idealmente hasta los dos años, entonces decidí que ya era tiempo, pues había estado dando pecho desde que nació Elisa, luego al año 10 meses nació Reno y le di a las dos, y después solamente a Renata.

Alimentar a mis hijas con mi propio cuerpo, fue una de las experiencias más maravillosas que he vivido, el hecho de crear alimento desde cero, de que fuera suficiente para que crecieran sanas y cachetonas, ese vínculo que creamos en el que solo éramos ellas y yo, el poder calmarlas con esa conexión física y emocional, es algo sorprendente que las mujeres tenemos la bendición de poder generar.

Fue difícil al principio, el mal agarre me causaba dolor, lastimadas, el dudar de mí misma, de si la estaba llenando o si lo estaba haciendo bien, pero poco a poco Eli y yo nos fuimos adaptando, fuimos aprendiendo, hasta que lo logramos y lo mantuvimos por dos años, pues aún cuando nació Renata, Elisa seguía tomando pecho, más por apego que por hambre, al inicio me demandaba más ella que su hermana recién nacida, y eventualmente tuve que quitarle el pecho porque me causaba algo que se llama agitación por amamantamiento, que es muy común cuando se da pecho a dos bebés, y es el rechazo al más grande, no lo puedo explicar, pero realmente me era muy incómodo que Elisa se me prendiera, ya tenía dos años y sentía que solo me jugueteaba y hasta le contaba sólo 10 o 20 segundos para que dejara de hacerlo.

Fue muy difícil sentir eso porque yo la amo y es mi primer hija, pero mi cuerpo y mi mente me dijeron que ya era hora, lo hicimos lo más respetuoso posible, le expliqué y le hablé mucho y ella lo fue entendiendo, su papá me ayudó mucho a empezar a dormirse con ella y en cuestión de semanas todo pasó, pero seguía dándole pecho a Renata que apenas tenía meses.


Creo que a Reno le costó más dejarlo, ella es más apegada a mi, pero también llegó un punto en el que cumplió dos años, me fui a ese viaje y esa noche se tuvo que dormir sin pecho, entonces cuando volví comencé a dormirla yo pero sin pecho, solo le di una última vez porque me había extrañado, y empezamos poco a poco a transitar, a explicarle, a darle leche de vaca para dormir en vez de pecho, costó más pero al final también lo logramos.

Hasta la fecha, Renata sigue pidiendo su vaso de leche antes de dormir, Elisa no toma más que leche con chocolate y a veces, son costumbres distintas, y así sentí un gran alivio, cuando dejé de lado la lactancia, después de cuatro años, antes de que terminara siendo algo tormentoso, hoy a un año de iniciar ese proceso me siento agradecida por esos bellos años en que fui el sustento alimenticio y emocional de mis hijas… parece que hubiera sido ayer.

Por supuesto que los senos ya no vuelven a su forma o tamaño, no recuperan su firmeza ni nada, pero al menos a mí no me afecta, porque gracias a ellos pude lactar cuatro años, crear momentos únicos y conocer los bras sin varillas, que son una verdadera maravilla, ya para ese entonces casi no producía leche, entonces no sufrí congestión ni fugas… digo, después de cuatro años, creo que ya había dado todo lo que tenía que dar.

Y bueno, a la vez parece que hubiera sido ayer, y me parece que pasó una eternidad, ahora la veo tan grandes e independientes, que me siento muy orgullosa de haberlas alimentado desde bebés y que eso, pienso, sentó las bases para que sean unas niñas sanas, seguras y fuertes. ¡Gracias por todo, lactancia! Siempre te recordaré con cariño, en ese dije y esos aretes hechos con leche materna que atesoran esta bella etapa.

21 visualizaciones

Comentarios


Banner GOB.jpg
París2024 copy.jpg
Cambio climático 950x125 copy.png
Estar Consiente.jpg
¿TIENES ALGUNA DENUNCIA O ALGO QUE CONTARNOS

Gracias por tu mensaje

EL MEDIO DE TODAS LAS VOCES

El Sie7e de Chiapas es editado diariamente en instalaciones propias. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor: 04-2008-052017585000-101. Número de Certificado de Licitud de Título y Certificado: 15128.

Calle 12 de Octubre, colonia Bienestar Social, entre México y Emiliano Zapata. C.P. 29077. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Tel.: (961) 121 3721 direccion@sie7edechiapas.com.mx

Queda prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de esta casa editorial y/o editores.

NAVEGA

¡SÍGUENOS!

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
  • YouTube
Imagen de identidad blanco.png

© 2025. DISEÑO WEB Y PRODUCCIÓN MULTIMEDIA   |  www.ideasdementes.com

bottom of page