La aventura de ser mamá: El papá que elegí para mis hijas

Este domingo, se celebró el día del padre, y me dio mucho gusto ver cada vez más publicaciones, fotos, mensajes, videos y felicitaciones para aquellos hombres que ejercen su paternidad de manera responsable, que crían con amor y respeto, que se involucran y hacen equipo en pareja, que forman familias funcionales, veo que cada vez más papás de mi generación están sanando lo que otros rompieron, y aunque no faltan las historias de papás ausentes, o que decidieron abandonar a su familia, veo más mensajes positivos.

Por supuesto Rodrigo no podía faltar en este porcentaje, es un papá amoroso, cariñoso, presente, que juega con ellas aunque sea un ratito por más cansado que esté saliendo del trabajo, que nunca se ha perdido un festival, que se conmueve hasta las lágrimas año con año, que cree que no se merece a las hijas que le tocaron, que no podría estar más feliz de tenerlas, y lo confirmo cuando veo las uñas de sus pies, que desde el fin pasado siguen rosa, como se las pintó Elisa.

El sueño de Rodrigo siempre fue ser papá, formar una familia, y agradezco a Dios y a la vida por haberlo puesto en mi camino para mostrarme todo eso que yo tanto quería y hacerlo realidad, lo veo y siento tranquilidad, siento paz, de saber que siempre estará con nosotras, que somos su prioridad y que, como todos, tiene sus defectos y áreas de oportunidad, pero lo compensa el gran papá y pareja que es, creo que en parte elegí bien, y por otro lado también tuve mucha suerte de encontrarlo.

Cada familia crea sus propias tradiciones y nosotros decidimos celebrarlo un día antes, junto a mi papá también, que es parte fundamental de mi familia y que agradezco tenerlo aún en mi vida, ser un abuelo divertido, consentidor, haber sido un gran papá que con todas sus acciones me formó y me hizo ser quien soy hoy en día, me ha enseñado mucho y todo ese aprendizaje y amor también los agradezco.

No todos los papás son buenos o predican con el ejemplo, el papá que elegí para mis hijas tomó el ejemplo del suyo y lo mantuvo vivo, cada día, con cada gesto y caricia hacen que perdure su recuerdo, me hubiera gustado que mi suegro conociera a mis hijas, pero estoy segura que desde donde está las cuida, es su cómplice, veo mucho de él en cada una de ellas y estoy segura que se hubieran adorado.

Hay quienes piensan que la celebración del día del padre no se compara a la del 10 de mayo, que se ve opacada, pero lo cierto es que la figura de un papá es sumamente importante, irreemplazable, digna de reconocimiento, porque muchos de los procesos y duelos que ellos también viven, suelen invisibilizarse, cuando su papel ya no es solo el de proveer: papá también cuida, procura, apapacha, llora y se preocupa cuando los hijos están enfermos.

Pero además, quienes tenemos la fortuna de ser testigos del amor entre padre e hija, descubrimos una nueva faceta en ellos: veo cómo mis hijas babean por su papá, salen corriendo a abrazarlo cuando llega, se esconden para espantarlo cuando sale del trabajo, lo besan, abrazan y celan, y también se me cae la baba, es verlo en su mejor versión y agradecer por ello.

Espero que hayan pasado un increíble día junto a sus papás, junto a sus esposos, junto a todos esos padres que arrasan con el ejemplo, que cada vez duela menos la ausencia de los que ya no están, el abandono de los que decidieron irse, y sobre todo que todos los días el esfuerzo de esos superhéroes modernos sea reconocido, valorado y correspondido. ¡Feliz día a las paternidades elegidas y presentes!