La aventura de ser mamá: Elisa de visita en el trabajo
Tuxtla.- La semana pasada, contrario a lo común, me tocó estar en la oficina, y como Elisa está de vacaciones y siempre se queda a cargo de alguna de sus abuelas, casi no he podido estar con ella y se me ocurrió llevármela al trabajo, rezando porque se portara bien y no hubiera daños de fuerza mayor, pero también motivada por ver la sonrisa que me echó cuando le dije que me iba a acompañar.
Siento que eso me ha unido más a ella esta semana, y en general tiene varios días que ha pedido estar más conmigo, creo que está comprendiendo muchas cosas y queriendo conectar de nuevo conmigo, y yo aprovechando la oportunidad para reactivar este vínculo, tenerle más paciencia y recuperarla, pues es evidente que aún le da celos Renata, y más con lo apegada que está ahorita a mi.
Fueron dos días los que la llevé conmigo, para esto llevé dotaciones: si ustedes están pensando en llevar a sus hijos al trabajo, prepárense con snacks, algún dispositivo para ver videos y algunas otras actividades; yo le llevé fruta, una lechita, libros para colorear, y también sus canciones favoritas en una playlist para que bailara, eso la entretuvo bastante, además de maquillaje, pero eso ya depende de lo que le guste a cada niño.
En general se portó bien, como toda niña hubo lapsos donde se aburría y salía corriendo, o se ponía a jugar con las piedritas del centro de mesa, también rayó a cuatro de mis compañeros con plumón… pero lo bueno es que se lo tomaron de la mejor manera, a veces siento que me estresaba más yo, pero lo más importante es saber, y que todos sepan, que es una niña de apenas tres años y que su naturaleza es hiperactiva y traviesa.
Entre estar con un ojo al gato y otro al garabato, entre que trabajaba y la vigilaba, la verdad no pude estar tanto tiempo con ella, pero sí me di mis momentos para que jugáramos, mis compañeros también me apoyaron mucho en entretenerla, en sobornarla con dulces y comida, y sobre todo en tenerle paciencia y seguirle el rollo a sus ocurrencias, porque Elisa es todo un caso, pero aún así tiene su encanto y ella también tiene a sus favoritos, se ganó a todos muy rápido y entró en confianza antes de lo que me esperaba.
Llevarte a tu hijo al trabajo siempre es un arma de doble filo: por un lado causa mucha curiosidad a los demás, es algo fuera de lo normal y siento que todos se olvidaron del trabajo un rato por seguirle el ritmo, por el otro lado, siento que aún es visto como un recurso desesperado de una mamá que no tiene quién se lo cuide, o algo que muchos prefieren que una evite, pero hay casos en los que no tienes de otra, o es un último recurso para pasar más tiempo con ella.
Fue una experiencia agridulce, me gusta mucho que me acompañe y verla feliz conmigo, pero también me retrasa un poco en el trabajo y contener toda esa energía que tiene es un trabajo pesado, ahora que me toca estar otra vez en calle no me la podré llevar, pero por eso quise aprovechar, además ya estamos a escasas dos semanas de que regrese a clases, y seguro será una gran experiencia para contarle a sus amiguitos y maestra.
Así que mucha suerte a todos aquellos que tienen que llevar a sus hijos al trabajo, es una gran oportunidad para crear memorias y también te da la tranquilidad de que los tienes a la vista y no los extrañas, pero recuerden siempre prepararse, sobre todo con comida y con cosas para que no se aburran, y considerar qué edad tienen, al menos ahora se portó mejor que hace unos meses que también la tuve que llevar y estaba más chiquita.
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