La aventura de ser mamá: Festejando el Día del Padre
Este año, nos tocó celebrar por cuarto año a Rodrigo en esta fecha tan especial, el primer año tocó en plena pandemia y con Elisa de apenas tres meses, el segundo, fuimos a desayunar con mi papá y la cosa no salió tan bien a la hora de las canciones tristes con mariachi, el tercero lo pasamos en casa y ayer nos animamos a volver a salir.
La verdad es que el plan era comer con mi papá y en la noche salir a cenar los cuatro con Rodrigo, pero a la hora le propuse que fuéramos a comer con mi papá, aprovechando que estaba aquí mi hermana y también mi mamá, y aunque estaba todo lleno como era esperado, al final comimos rico, pasamos un rato agradable, y no hubo música triste de mariachi.
La diferencia que marcó este año para Rodrigo, es que él también tuvo su primer festival, el de Elisa fue el viernes y el de Renata será hoy, así que él también ya supo lo que es llorar en público por un bailable, pidió permiso en el trabajo para poder asistir y ahí estuvo, viendo a su princesa, recibiendo el barquito de foamy con dulces y echándole porras en cada parte del festival.
Si bien hay un alto número de papás irresponsables, deudores alimenticios, ausentes, violentos y todo lo que quieran, también hay una parte de papás presentes, responsables y amorosos que merecen ser reconocidos y festejados este día, me da gusto que al menos en la escuela de las dos niñas se le tomó la misma importancia al día del padre que al de la madre, porque hay quienes, como Rodrigo, lo esperaban con ansias.
Para él, esta fecha es agridulce porque recuerda mucho a su papá que ya no está con nosotros, aunque bueno, lo recuerda este y los demás 364 días del año, pero por otro lado su sueño siempre fue papá y también disfruta mucho ver a sus hijas, sus gracias y sus participaciones en festivales, por sencillas que sean porque apenas están en maternal, pero ahí está presente y siempre lo estará.
Por más que lo de hoy sea el hacer partícipes a los papás en la crianza, y que todo mundo diga que las tareas se deben dividir en partes iguales, la realidad es muy distinta, tan solo el hecho de que mamá amamante y papá no, marca una brecha, lo vemos ahora que por más que Rodrigo me quiere ayudar a dormir a Renata o calmarla cuando se despierta, ella no quiere nada más que estar conmigo, y eso no es culpa de nadie, es muy distinta la maternidad de la paternidad, pero pienso que ambas merecen su reconocimiento.
Mientras el día de las madres hay hasta suspensión de labores en algunos centros de trabajo, el día del padre ni siquiera tiene una fecha fija, es el tercer domingo de junio, aún así creo que recientemente se le está dando más importancia, y recalco, porque no todos los papás son irresponsables y hay incluso muchos de ellos que ejercen una labor más ardua que la de la mamá, hay distintas familias.
En la mía, creo que de los dos, Rodrigo es el más cariñoso, paciente y alcahuete, también el que más juega con ellas, cada uno tiene su trabajo y sus responsabilidades en casa, pero es un gran papá y ama con locura a sus hijas, aprendo muchas cosas de él, lo sigo haciendo y me sigue sorprendiendo, creo que hoy en día es una gran bendición tener a una pareja tan comprometida, y que además sea un gran papá, creo que aquí también aplica, la paternidad debe ser deseada o no ser.
Y por otro lado, me dio mucho gusto poder compartir esta fecha también con mi papá, porque muchos amigos, conocidos e incluso Rodrigo ya no lo tienen con ellos y yo agradezco poder disfrutarlo aún, convivir con el y pasar ratos alegres acompañándolo y también con sus nietas… espero que todos hayan pasado un feliz día del padre, que los aprovechen y los apapachen mucho este y todos los días del año, y que vivan las paternidades responsables.
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