- ALEJANDRA OROZCO
La aventura de ser mamá: Nuevos logros
Cuando uno tiene hijos, nunca se olvida de las primeras veces: la primera sonrisa, los primeros pasos, la primera palabra, el primer dibujo, el primer festival… sin embargo, por más que ciertas cosas que hicieron por primera vez ahora son cotidianas, los niños nunca dejan de sorprendernos con sus logros y sus nuevas habilidades.
Este fin de semana, llevamos a las niñas a McDonald’s, uno de los lugares favoritos de toda la familia, de las niñas por los juegos y de nosotros por los desayunos, y por primera vez, Renata se subió al circuito y lo terminó completo, deslizándose por el tobogán, le tomó tiempo pero por primera vez lo hizo, cuando otras veces no pasaba del área para más pequeños.
Me acuerdo que la primera vez que las llevamos a ambas, Reno estaba muy chiquita, teníamos que ayudarla a subirse a la parte que es para chiquitos y, hasta la última vez que habíamos ido, todavía no se subía a los juegos más grandes, en esta ocasión, en un abrir y cerrar de ojos ya se había subido, entonces mandamos a Eli a que subiera a guiarla hasta que por fin, bajó por el tobogán naranja.
Me dio mucha alegría y orgullo ver su carita asomada saludándonos desde lo alto, y luego escucharla gritar “woohoo” mientras bajaba, con una sonrisa por haberlo conseguido y ya no tener miedo, después se subió y bajó un sinfín de veces y hasta jugó con su hermana que ya había empezado a jugar con otro niño, y me di cuenta lo mucho que han crecido y que ya son cómplices, aunque todavía se pelean bastante.
También me percaté el otro día, al lavarle las manos a la entrada de la escuela, que ya alcanza y lo hace ella solita… cuando recién entró a la guardería ni se las lavaba porque entraba en brazos, con solo seis meses de edad, y ahora está ya a escasos meses de salir para entrar a preescolar, siendo independiente, muy hábil e inteligente, también le tocó participar con un bailable el festival del Día de las Madres y ya no lloró al verme, acabó todo y se fue feliz a su salón.
Con Eli, cada nueva palabra que aprende y utiliza -incluso las malas palabras-, me sorprende cada vez más, así como su habilidad para las sumas, el ver que su ropa le deja de quedar, que ya es capaz de hacer más cosas y manejar más herramientas, cómo ya se duerme sin necesidad de que la arrullen, se cepilla los dientes y hasta se baña sola.
Y eso que la que anda en la etapa de “yo sola mamá” es Reno, que quiere hacer todo por su cuenta, cuando algo se le complica no acepta ayuda, se frustra y llora, pero las dos son sorprendentes, para bien y para mal porque también nos rebasan sus travesuras, en fin, es una etapa llena de nuevas cosas, hasta físicamente las veo distintas, a Eli con la cara más larga, menos bebé, y a Reno que se está estirando y que pide comida todo el día.
En fin, estas semanas han sido caóticas y se vienen 15 días más de locura, de mucho trabajo para mi, de malabarear entre ellas y la chamba, de dividir mi corazón y de que mi cuerpo esté en un lugar y mi mente en otra, pero confío que pronto llegue la calma y que todo esto valga la pena, cada momento que me pierdo de su vida me pesa pero también eso me inspira a seguir echándole ganas y dándoles el ejemplo de que son capaces de lograr lo que se propongan.
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