La aventura de ser mamá: Tiempo para ser mamá
- ALEJANDRA OROZCO
- 23 mar
- 3 Min. de lectura
Como ya les había contado, la semana pasada dejé mi trabajo como reportera de televisión luego de 10 años de realizar la labor de calle, de a pie, un break que sentía necesario para ponerle atención a mi otra pasión y mi prioridad desde hace algunos años: ser mamá, y vaya que necesitaba esta pausa, mi cuerpo, mi mente y mi salud mental me agradecen haber tomado esta decisión, y los últimos días han sido como un sueño para mí.

Cuando comencé a trabajar, todavía estaba estudiando, mi primera experiencia laboral fue como reportera de radio a mediados de la carrera, a la vez estudiaba la carrera, inglés, francés y por las tardes trabajaba, aún no entiendo de dónde sacaba la energía para hacer todo esto… ha de ser la juventud, pues no tenía ni 20 años todavía… cuando egresé, me salió la oportunidad de entrar a Tv Azteca, y empecé esta aventura a la que le dediqué mis mejores años laborales, pero ahora necesitaba priorizar mi rol de mamá.
Con esto quiero decir, que gracias a Dios no he pasado ningún periodo de mi vida desempleada, así que siento bastante raro tener el tiempo para descansar, para no planear notas, para atender a mis hijas, llevarlas y traerlas a la escuela a tiempo, sin prisas ni carreras, y la verdad es que podría acostumbrarme, incluso mi familia me dice que me ven más feliz, relajada y de mejor humor, pues la presión y el estrés del día a día me estaban convirtiendo en la peor versión de mí.
Incluso, para las niñas es algo raro verme tanto en la casa y de mejor humor, que cuando no tienen clases yo me puedo quedar a cuidarlas, que ya no tengo que salir a hacer notas sin importar la hora, aunque será todo un reto también adaptarnos al trabajo remoto, que comienzo ya esta semana y del que les estaré contando algunos detalles.

Esta semana que pasó, que decidí tomarme como un tiempo libre, pude disfrutar casi por primera vez de un puente vacacional, estando en casa sin hacer nada, pude ir a su evento de primavera donde nos tocó hacer carrera de costales y jugar al gallito con los globos en los pies, sin presionarme por tener que salirme rápido para terminar una nota, vi su felicidad cuando me quedé ahí con ellas de principio a fin, pude buscar regalos para las piñatas que tuvieron en la escuela, las llevé a ver una obra musical al teatro, hicimos un picnic en el patio… creo que les debía mucho tiempo de calidad, y traté de aprovechar mi semana para compensar lo más que pude.
Me emociona estar ante la posibilidad de que mis días serán menos caóticos, por supuesto que en algún punto extrañaré el trabajo en calle, pero todo valdrá la pena para mejorar mi relación con mis hijas… y es que esto para mí no es un sacrificio, no lo hago por ellas, sino porque ya no me gustaba mi versión, tan estresada e irritable, el periodismo de a pie ya no me llenaba, mi cabeza siempre estaba preocupada por acabar rápido para ver a mis hijas, y cuando llegaba con ellas seguía estresada con temas de trabajo, ya no era vida para ninguna de nosotras.
Así que ahora toca asumir un nuevo reto, repito, una decisión que tomé por mí y en consecuencia impactará positivamente en mi familia, porque hay que recordar que no hay niños felices sin mamá feliz, y estoy sumamente feliz por mi decisión… no es un sacrificio, sino un cambio de camino que creo, era justo y necesario para todos, pero sobre todo para mí… ya les estaré contando de cómo resulta esta nueva aventura.
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