La aventura de ser mamá: Una semana agotadora
Tuxtla.- Apenas es lunes y yo ya siento que es miércoles… y es que este fin de semana no descansé, tuve trabajo y la semana pasada de igual forma estuvo muy pesada… cobertura especial, niñas enfermas y mamá con falta de sueño, hacen que sienta que estas dos semanas son una sola, una muy larga a la que le urge el fin de semana.
Desde el día lunes, a Renata le empezaron los mocos y Elisa ya había tenido fiebre un par de días atrás, entonces supimos que no sería un buen indicio… luego Reno comenzó con la fiebre, y entonces comenzó el calvario, los tres largos días que por lo regular las tira la temperatura, los días más difíciles, sobre todo si se los van alternando.
El martes estuvo todo el día con fiebre, bastante decaída, yo no tenía cabeza para otra cosa y el miércoles aproveché que me dieron chance de no ir a trabajar para cuidarla, ya Elisa comenzaba con tos así que las llevé a las dos al doctor, aprovechando que ya les tocaba revisión y que tenían las molestias, entonces nos dijo que era una infección viral, y que continuaran con su tratamiento (cuando tus hijas se enferman a cada rato, ya sabes qué medicamentos darles y en qué dosis).
Aprovechando, nos percatamos de que Elisa sigue subiendo bien de peso, las dos están muy bien en cuanto a peso y talla, solo este catarro que les dio, para el jueves Renata ya estaba mejor, pero Eli se puso súper mal, la fiebre la tuvo todo el día tirada en cama, no le bajaba, y en resumen no fueron a la escuela toda la semana, así que también implica un gasto extra en pagarle a la chica que nos ayuda a cuidarlas, además del ir y venir al trabajo el resto de los días, y la constante preocupación de verlas por videollamada pidiendo que vuelva pronto a casa.
El tema de los 16 desaparecidos de la semana pasada me tuvo en constante movimiento, estuve haciendo enlaces a altas horas de la noche, haciendo guardia afuera del hospital para cachar alguna entrevista, el fin tuve guardia, así que Rodrigo tuvo que cuidar a las niñas muchas horas extra, horas en las que yo solo anhelaba estar con ellas pero me tenía que concentrar en hacer bien mi trabajo, esa culpa que a las mamás que trabajamos nos acecha todo el tiempo.
Lo bueno es que ya están mejor, les queda solo esa tos que tanto cuesta que se quite, he de confesarles que al menos esta semana, fracasamos con el tema del destete, porque había días que Renata no quería comer nada, y su único consuelo y alimento era la chichi, misma que no le iba a negar, esta semana estoy dispuesta a retomar el tema y otra vez quitar la toma de la tarde, que por cierto, creo que nos estaba yendo bastante bien.
A veces, cuando me enfermo, aún así voy a trabajar y me toca soportar -como dice la chaviza-, pero cuando se trata de mis hijas sí hago lo posible por dedicarles el mayor tiempo y atención, sin embargo lejos de que esto se tome como un día libre, es un día de cuidados intensivos, de casi no dormir y tener que levantarte al otro día para cuidarlas, para cumplir con la chamba y también como pareja y en la casa, son muchos roles que algunos días, simplemente el cuerpo no da para cumplir con todos.
Aunado a ello, el ver a las familias sufriendo por todos estos desaparecidos, el no saber en dónde estaban, el clima en general que se vive en el estado me causaron mucho pesar, me sentía apachurrada anímicamente, he andado con dolor de cuello -también por dormir torcida, con Renata pegada al pecho-, mucho agotamiento físico y mental, trato de dormirme lo más temprano posible pero parece que no basta, además de la carga mental de siempre estar pendiente de lo que acontezca, y de saber que es pesado cuidar a las dos niñas y que Rodrigo lo hace a la par de también tener sus problemas y cargas en el trabajo.
Vaya que ha sido una semana pesada… ya sé que apenas es lunes, pero a lo mejor quejarme me ayuda a desahogarme y recargar las pilas que esta semana se me terminaron… hay días en que me gustaría volver el tiempo a donde llegaba a la casa y me podía dormir por horas y horas, pero como no se puede, pues no queda otra más que darle y tomar muchos espressos para aguantar todo lo que se tiene que cumplir. Que su semana sea mucho más ligera y que este fin de semana hayan podido recargar energías, son los deseos más sinceros de esta mamá que les escribe.
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