La aventura de ser mamá: Viernes, sábado, diciembre
Con bombos y platillos, con luces y olor a pino, prácticamente sin avisar, llegó diciembre a nuestros hogares, a nuestras vidas y a nuestro corazón: ya estamos en mi mes favorito del año, y el de muchos, para celebrar las fechas más bonitas y llenarnos del espíritu que nos hace cantar, compartir y celebrar.

Aunque noviembre también trae una de nuestras fechas favoritas, que es Día de Muertos, se me hizo un mes muy trágico, que terminó muy triste ante la ola de violencia de género y de manera general que sí te bajonea, pero gracias a Dios ya llegó diciembre, siento que se me va a pasar rapidísimo.
Para empezar, el fin de semana fuimos a ver la caravana navideña, que yo recuerdo con mucha ilusión de cuando estaba chiquita y mis papás nos llevaban a verla al centro, bien abrigados porque ya empezaba a hacer frío, que este año apenas y se ha asomado, luego dejaron de traer ese show por varios años y en 2023 regresó, así que fuimos por segundo año consecutivo a disfrutarla.
Quise reservar en alguna cafetería donde ellas pudieran jugar mientras empezaba el espectáculo, pero todo estaba llenísimo, a mi me daba pena que ellas están chiquitas y no aguantan estar tanto tiempo paradas sin hacer nada, lo bueno fue que de última hora, una amiga de mi mamá nos dijo que había apartado lugar cerca del parque Bicentenario, y desde ahí lo vimos.
Al final, nos tocó esperar como hora y media, ya estaban medio desesperadas, lo normal, y yo engentada, pero cuando al fin pasó, se me llenaron los ojos de lágrimas entre ver toda la algarabía de los personajes, las canciones, y verlas a ellas a cada rato, disfrutando y emocionándose con la caravana, sobre todo cuando vieron a Santa Claus.

También aproveché este fin de semana libre para poner el arbolito y algunas otras decoraciones navideñas, ya para que desde el día 1 vayamos entrando en el mood, aunque todavía me falta comprar algunas cosas, pero al menos ya inauguramos la Navidad en la casa y las niñas ya le hicieron su carta a Santa, me encanta todo esto, y por más flojera o cansancio que tenga, lo hice con mucho amor.
Esto, el ver las decoraciones en la calle, sentir el aire fresco por las tardes, organizar las posadas, convivios y el amigo secreto en el trabajo, me ponen de muy buen humor, y sé que cada año vamos afianzando nuestras tradiciones en familia, no me aferro a que han ido cambiando, sé que muchos seres queridos ya no están en la mesa y desde su partida ninguna Navidad ha sido igual, pero me mueve crear recuerdos bonitos para mis hijas, para que vivan toda esa magia que yo viví.
La pasemos donde sea, o con quien estemos, me queda claro que lo importante es que estemos los cuatro juntos, además, se viene el cumpleaños de Rodrigo, el de Reno que ya va a cumplir tres años, el mío, mis vacaciones, Año Nuevo, por eso es mi mes favorito y en vez de meterle nitro, quisiera que pasara en slow motion.
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