La Columna: Ahora si, toca jugar

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Qué diferencia. No cabe duda que la primera impresión siempre es importante y lo que se pudo ver este fin de semana con la Selección Nacional de futbol, sirve para darse cuenta que, tener jerarquía en el banquillo da la ventaja y más si son las primeras convocatorias. No cabe duda que todos los que vieron minutos, tenían la obligación de ponerse a jugar, bajo riesgo de no ser convocados nunca más.

Es evidente que había quienes pensaban que iban a estar siempre, con entrenadores que estaban sometidos al rigor del dirigente en turno dentro de la Femexfut y con el amigo dentro del grupo de patrocinadores, que junto al representante, se las ingeniaban para que fuera infaltable; sin embargo, no existe hoy quién pueda toserle a Javier Aguirre y ya a Rafa Márquez que le pueden decir.

Márquez Álvarez es como una versión más prudente de Hugo Sánchez, ha ganado todo, jugó en el mejor equipo de la historia moderna del futbol y sin tanta experiencia en el banquillo, es el eslabón con el que muchos deben comenzar a “quedar bien”; después, por si algo se le puede saltar a Rafa, está Javier Aguirre que no le teme absolutamente a nada que esté relacionado con el tema mediático, por donde suelen presionar muchos futbolistas con sus amigos en los medios, con los cercanos que ya le saben a lo de presionar, pero con Aguirre, que se ha curtido con problemas de verdad, es complejo.

Dicen que en la Copa América hubo “indisciplina” en el seno del equipo y es que, quizá, para muchos fue la última oportunidad de cometer un acto de ese tipo, porque había mucho en juego y ahora no podrán tener tanta facilidad; disciplina, pero esa disciplina que no solamente obliga a guardar la imagen del jugador profesional, sino la que se proyecta en la cancha.

No es ciencia descifrar futbolísticamente a Javier Aguirre, que ha cometido errores confesos, que está en su tercer proceso y que sabe lo que necesita esta equipo, ya parece ponerlo en marcha y todos saben que la Selección dejó de ser un grupo de amigos jugadores, ahora el control lo tiene el entrenador en lo deportivo y hasta el momento, todos están en esa sintonía.

Los que tienen sus dudas son los aficionados, al menos en este primer duelo ante Nueva Zelanda, se ausentó de la tribuna y eso se sintió; sin embargo, nadie puede negar que en la cancha ya se vio un equipo disciplinado y se sabe que ese es el toque de Javier Aguirre. De aquí en adelante, todo será los amigos de las “vacas sagradas” buscando temas para provocar convocatorias, desacreditar convocados para abrirle cancha a sus amigos.