La Columna: Será una gran final

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Lo que hicieron los Diablos Rojos del México esta semana, habla de una imperiosa necesidad de darle mayor difusión al Rey de los Deportes de nuestro país.

Vaya espectáculo que fue ver a Trevor Bauer en el sexto juego, con 13 ponches y llevando todo a lo máximo, tras ir abajo en la serie 0-3 y sobrevivir de gran forma, los escarlatas están listos para representar a la zona Sur, ante un rival que también tiene un trabuco, que son los Sultanes de Monterrey, quienes superaron 4-2 a Tecos de Laredo y se metieron rápido a ver si este domingo, con una alta dosis de drama, Diablos completaban la remontada y se colaban a la final.

Desde que se anunció la llegada de Robinson Canó, se adelantaba que sería el equipo a vencer y además, días después se anunció que Trevor Bauer, un lanzador que no tiene trabajo en Grandes Ligas porque sus asuntos legales lo han llevado a sufrir una especie de veto por la Gran Carpa, pero que sin duda estaría peleando de nuevo por el Cy Young del Viejo Circuito, pues su último equipo eran los Dodgers.

Bauer ya había dado grandes momentos, como aquel en el que impuso una nueva marca de ponches en un juego de la Liga Mexicana de Beisbol, con 19 chocolates; es decir, de 27 outs que se deben conseguir, 19 fueron ponches para este lanzador; después, en el compromiso para sobrevivir ante Oaxaca, Bauer volvió a recetar 13 chocolates y llevó de la mano a su equipo a completar una remontada.

Oaxaca jugó bien tres compromisos, pero después no le encontró la forma a cerrar una serie y tuvo cuatro oportunidades para conseguir una victoria.

La Liga Mexicana de Beisbol sabe que necesitaba esta exposición, estas figuras y estas rivalidades; ahora, Bauer parece que podría amarrarse con un equipo para la Liga Mexicana del Pacífico, pero primero tiene que domar a los Sultanes de Monterrey y completar este proyecto de los Diablos, que se nutrió de figuras y pone el ejemplo para el resto. El béisbol mexicano necesitaba de estos momentos y ahora habrá que disfrutar algo que, esperamos, no sea flor de un día.