Martín Constantino, la figura del inventor chiapaneco

Tuxtla.- Esta vez nos visitó Martín Osiel Constantino Díaz, presidente actual de la Sociedad de Inventores de Chiapas que tiene 12 años de haberse conformado, un grupo unido, una sociedad abierta al público, que cuenta con invitados y colaboradores extranjeros, argentinos, colombianos que han llegado al toparse en eventos de ciencia, tecnología e innovación al platicar sobre lo que hacen, ya que predomina la figura de que un inventor es apartado, solitario, en sus pensamientos, incluso en reuniones familiares es difícil, por ello, congeniar con gente de la misma cuestión es genial, con un bagaje enorme en cuanto a creatividad.

“La sociedad la inició el difunto contador Pedrero para reunirnos, platicar los temas, enfocar nuestros trabajos individuales a cuestiones funcionales, ni siquiera en cuanto a prototipo, sino a producción y lanzar una muestra de mercado de lo que estamos haciendo, que han ayudado a enfocar o cambiar algunos, ha funcionado mucho para enfocar a pequeñas empresas y vender lo que estamos creando, es la pasión del inventor, no por el recurso, sino que alguien ocupe lo que inventamos”, señaló.

La parte que motiva todo esto está ahí desde pequeño, recuerda desde niño hacer cosas que actualmente ve, que lograron recuperar de su casa, de la infancia, de 8 a 10 años, es algo común, del ‘82 al ‘90 estuvo el boom de los Transformers y esas cuestiones fascinantes de caricatura que les tocó vivir, una era motivar la creatividad, que el juguete que quería no estaba inventado, le tocó ver las imágenes de la televisión a color, hacer el dibujo de las partes mecánicas del Transformer y llevarlo a cabo con palitos de paletas, herramientas al alcance de la mano, estaba por pasar a secundaria, su padre tenía a su mando un taller enorme de carpintería, donde veía entrar un camión de madera, descargarlo, pasarla por esas máquinas y salir muebles.

“A los seis, siete años, eso me marcó, entender ese proceso y aplicarlo, hacía mis bosquejos de todo el funcionar a escala, actualmente no me explico cómo un niño tiene esa habilidad e imaginación, empezaron siendo los cuadritos que entraban y salían en madera o plásticos, funcionales y haciendo la transformación, esa caricatura se fue modificando de coches básicos a animales, y yo tenía la pieza completa transformable, funcional, no tengo idea de cómo y no lo volvería a hacer, es una pieza de colección única, en los inventores hay creaciones inmediatas, una especie de súper enfoque, al menos en mi caso hasta culminar el proyecto y actualmente puesto al mercado, hacer los bosquejos y pruebas completas para su desarrollo”, señaló.

Martín es ingeniero civil egresado de la Unach, sus conocimientos básicos los adquirió m en escuelas públicas, ni siquiera técnicas, sabe de electrónica, porque ha hecho cosas muy fuertes, es la parte innata del inventor, tiene que ser lo más completo de información, está la inquietud de querer hacer, por ejemplo Edison, qué se pudo haber imaginado al crear o mejorar una bombilla funcional, que hasta nuestros tiempos se ocupa el principio de este genio, no hubo nada antes, o cómo hacer que una cajita capture una imagen en la fotografía; dijo que la historia del transistor es fenomenal, los avances de los 90 fueron enormes: el internet, la luz azul en leds, es la tarea del inventor, tiene algo en mente y debe de nutrirse de toda la información posible, aunque no sea un experto.

“No hay números alentadores de que el niño creativo subsista con lo que desarrolló, la parte innata a una parte adulta, son contados con los dedos, la sociedad de inventores es esa parte escalonada, hay adultos mayores con esa creatividad, tratando de hacer algo; en la carrera aterrizo la parte creativa, nos toca atender la 10a. Semana de Ciencia y Tecnología en 2003, ser sede, lo que significa recibir a más institutos en una especie de demostración de ciencias, lo he vivido llegando a eventos o llegando los eventos a mí, ni siquiera mis papás sabían lo que hacía, era el típico adolescente que se levantaba temprano para salir a entrenar fútbol, muy ordenado, me lesiono la rodilla y a encerrarme, estuve mucho tiempo sentado sin hacer nada, inclusive en prepa, en la clase de ciencia y tecnología, como estaba en la selección nos daban el permiso de faltar a algunas clases y esa era una de ellas, yo llegaba tarde al entrenamiento por estar con ese profesor y la clase era para mí solito”, recuerda.

Lo que hacía era trabajar en circuitos para que su cuarto fuera automático: puertas, ventanas, tele, estaban de moda las teles pequeñas a blanco y negro, y él tenía una en el techo, se acostaba y bajaba, su cuarto era una especie de camarote de barco, tenía todo en las paredes y quería automatizarlo, ese era su proyecto de preparatoria, no tenían el internet, era leer e investigar en bibliotecas, era fascinante pero muy lento, incluso hoy en día sus notificaciones son de ciencia, tecnología y física cuántica, la teoría le fascina y ahora está en la palma de su mano, este profesor le dice que está muy bien su proyecto para sacarlo en el semestre, le empieza a dar libros de electrónica en inglés en vez de contestar sus dudas, se consiguió un traductor, aprendió a la vez inglés y electrónica.

“Eso es lo que puedo destacar, la facilidad de nutrirse y no limitarse para llevar a cabo las cosas, mi invento terminó en una cajita súper condecorada por mi profesor, te estoy hablando del 96, funcionó, recibía órdenes por voz, procesaba y memorizaba información, sacando resultados que me hacían lo que yo quería de mi cuarto, pasado a la actualidad es un Arduino, que no existía, de alguna forma nos facilita todo pero también corta la creatividad del alumno, de resolver cosas más complejas”, señaló.

Aunque reconoce que ahora hay más apoyo al rubro de desarrollo empresarial tecnológico a hace 20 años, es un esfuerzo titánico que se está resolviendo, ahora se puede meter a las páginas de compra, pedir una pieza y tres días después tenerla a la puerta, en ese entonces había que ir a buscar, ir a la Ciudad de México o adaptarlas, que es parte del invento, las piezas existentes a nuevas, una modificación a algo funcional para hacer algo nuevo, eso es creatividad, es invención, antes tenían que resolverlo, hacer que funcionara con lo que tenían a la mano, ahora es mucho más fácil y rápido, a la vez lleva a la comunidad a cosas más rápidas y no por eso mejores.

“Finalmente, con la situación de ese muchacho de preparatoria desarrollando ese interés propio que afortunadamente encontré el apoyo del profesor, no resolviendo sino dándome las herramientas, conocer que es un diodo y cómo funciona hasta un microprocesador que se tenía que programar y hoy ya viene, todo en mi cuarto se movía como quería por voz, luego paso a la universidad, hasta quinto semestre era tronco común en matemáticas pero eran absorbentes, llega el evento del cual fuimos anfitriones y nos toca presentar un proyecto, en el grupo se desarrolló una maqueta de una plataforma flotante de extracción de agua, en ese entonces Santo Domingo, para hacer la maqueta funcional, algo pasó, se hizo el viaje, no se pudo ver funcionando la planta y teníamos que hacer la maqueta entre 25 alumnos como trabajo final a presentar”, recordó.

Ahí le toca ejercer la parte del liderazgo, hacer los planos, ver qué necesitaban, conseguir material, apoyar, terminaron la maqueta funcional, que extraía el agua con una bombita, como se imaginó que era porque nunca la vio, expusieron en una mesita, frente a una universidad grande con leds y luces, los llegan a ver y les piden más cosas para llamar la atención, al evento habían llegado muchos niños, entonces monta el circuito que había hecho antes y hace funcionar la maqueta sin manos, con un controlador y les decía que era magia, llegan sus amigos del tecnológico, ven el proyecto y les enseña, es así como lo invitan a un concurso de ciencia y tecnología que era en dos semanas.

“Ellos tenían un mouse para enfermos cuadrapléjicos que se tenían que meter a la boca, me piden aplicar lo mío para mejorarlo e irme con ellos al concurso nacional, otra característica del inventor: decir claro que se puede, jamás he dado una respuesta negativa, empiezo usar lo que tenía y así crear un nuevo invento, un artefacto con la función de un mouse, moldeado con plastilina epóxica y la parte superior de un refresco, moldeé, coloqué sensores, que eran bocinas de audífonos y todo funcionaba: el sensor de arriba, abajo  izquierda  derecha y doble clic, eso fue en 2004, lo hice en dos semanas, me abrieron las puertas del Tec, estar viendo en el monitor funcionando y corrigiendo lo que veía en el monitor fue un salto para mí”, reconoció.

El invento funcionó, se van al concurso en Tabasco y ganan primer lugar en mecatrónica a nivel nacional y el pase a otro concurso que daba pases al internacional, pasaron a Puebla, a un evento más grande, siendo estudiante de ingeniería llega a su casa y le dice a sus papás, quienes se preocupan por cómo se iba a ir, el carro, comida, hospedaje, pero ya estaba todo listo con los amigos del Tec, otra característica del inventor, la pena, no sabía ni cómo explicarlo, su papá le ofrece ayuda, en fin; todo fue muy rápido, en dos semanas, a la par estaba el evento de la semana de ciencia y tecnología en el que dejó a sus compañeros con la maqueta, que también ganó premios a nivel estatal, mientras concursaba internacionalmente, todo tan sincronizado y eficiente que le asombra contarlo, pero así debía pasar y hay que estar preparados para que pase.

“Entonces nos vamos al nacional en Tabasco, ganamos el primer lugar en mecatrónica, que ni siquiera había en el estado, ganamos en Puebla y nos dan el pase al Expo Ciencias Internacional en Brasil 2004, eran meses, de haber ganado el premio en mayo a agosto volar a Río y luego a Fortaleza, le dije a mi mamá y se preocupaba de con qué dinero, así vive la familia esa parte, agradezco muchísimo que me hayan dejado ser y hacer, veo a mis hijas, la más pequeña por ahí va haciendo cosas con lo que tiene a la mano, llego a casa y la veo con mis cosas, con una navaja y me da miedo que se lastime, no me imagino cómo me veían mis papás en aquella época, nunca fue el: deja eso, no toques, te vas a cortar, es reprimir la parte creativa, no me imagino qué hubiera pasado”, señaló.

Otra parte que recuerda muy bien son las lecciones que le daba su papá, que le decía: mira lo que estoy haciendo, él hacía -aún hace- mecánica, remodela coches, necesita estar haciendo algo y lo hacía desde entonces, le decía: fíjate qué se requiere, y como ayudante debía estar pendiente para que el maestro pidiera y en el menor tiempo tener la herramienta precisa, eso es pensar a futuro, y lo ha aplicado en una lógica de programación, matemática, diseño al imaginar la pieza, tal cual funcionaba, eso pasa por la cabeza de un inventor, aunque está muy mal visto en las películas, que lo dibuja y lo hace, se lo imagina y pasa a la parte funcional, al grado que al no llevar un registro para poder repetir el experimento, hacerlo a la inversa, no se imagina pasar del invento o idea al papel y de ahí al prototipo.

“En mi caso, que actualmente uso inteligencia artificial (IA), haremos la primera exposición en el estado y a nivel nacional de bosquejos llevados a cabo por una inteligencia artificial, siguiendo algoritmos muy puntuales y complejos que interpretan o entienden la inteligencia, y que haya desarrollado estos bosquejos bien logrados, perfectos, cuando veo el resultado siento que lo saco de mi cabeza, que salió como quería, al entenderme el algoritmo es fascinante, una experiencia indescriptible, mis hijas lo ven cuando trabajo y comparten el asombro, tengo una niña de 8, muy creativa, una de 12 asidua a la lectura y escritura, la pequeña ya quiere saber de inteligencia, hacer lo que estoy haciendo”, afirmó.

En su caso, dijo que necesitas prepararte, nutrir de información y que esta herramienta te ayude en tiempo y forma de lo que le estás pidiendo, eso es la IA, el buen uso de la IA no es pedirle un informe, ya están esperando las vacaciones en casa para dar ese paso, de que sus hijas conozcan a la IA con información, los cimientos ya los saben, que hay que nutrir de conocimiento para que se regrese, es el futuro, primero nutrir al usuario de buena información para que este asistente trabaje y entregue el mejor resultado y funcione, muchos se imaginan que es pedirle una pintura por ejemplo, pero no, va a dar algo que entendió, se refiere a mucha información para que entregue el resultado que se quiere, si eso lo entendemos y usamos a nuestro favor es increíble.

“Nosotros nos regimos con el calendario escolar, apoyados por el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación, acabamos de tener la Semana del Conocimiento, donde hicimos la primera presentación de estos bosquejos y fue un rotundo éxito, cuando nos convocan o preguntan si teníamos algo basado en IA o realidad aumentada estaba culminando esas primeras pruebas, es 100 por ciento mío, con derechos de autor, bajo la inquietud o la duda de que lo quería para mi oficina y ahora quieren que se exponga, estoy trabajando la inteligencia artificial y tengo los bosquejos físicos ya, pasar de la parte digital a la física, y que eso siga siendo atractivo para alguien, no implica que desaparezca el arte, está en nuestras manos como padres jalarlos, propiciar como sociedad, sobre todo esta agrupación que nos lleva a un punto en común, que el internet, la parte libre de las redes, la usemos tan eficiente de filtrar la información más potente, a que nos la bloqueen y tengamos que pagar por ella, está en nuestras manos que los algoritmos nos den esta información maravillosa”, finalizó; los puedes seguir como SICH en Facebook para ver todo lo que están haciendo.