- RUBÉN PERÉZ
MIGRANTE MUERTO
Leonel Estuardo Gómez, uno de los 56 migrantes muertos en el accidente
ocurrido el pasado jueves 9 de diciembre en la carretera Chiapa de Corzo-
Tuxtla, fue sepultado el lunes de la semana pasada en su tierra natal,
Malacatán, Guatemala.
De hecho, su féretro fue llevado a la casa de su padre, Santos Gómez, donde
fue velado por familiares, amigos y gente del pueblo que se acercó para dar el
pésame y unirse a las oraciones.
Rolando Gómez manifestó que, pese a la gran tristeza que les generó la
muerte, al final de cuentas sintieron un alivio por tener el cuerpo de su sobrino,
“de primero a fin la situación se tornó difícil, pero valió la pena el esfuerzo, el
sacrificio”.
Manifestó que incluso el cadáver fue preparado “porque ya vino en un estado
no muy conveniente, ya se sentía un poco descompuesto, pero el lunes fue
llevado al cementerio para sepultarlo”.
Reconoció de nueva cuenta que fue cansado viajar a Tuxtla Gutiérrez en dos o
tres ocasiones y no obtener respuestas concretas, pero, insistió, valió la pena,
“se lo pedimos a Dios, Él oyó nuestras súplicas, nuestras oraciones (…)
Nuestros corazones están dolidos, pero ya más aliviados”.
Puntualizó que el que Leonel ya esté en su tierra fue lo mejor que les pudo
pasar, pues aclaró que aún hay muchos cadáveres que siguen en Tuxtla sin
ser reconocidos, “y eso es triste, complicado, porque muchos pueden moverse
hasta allá, pero muchos no”.
Rememoró que, junto a Leonel, fueron repatriados otros tres cuerpos el
domingo 19 de diciembre, uno de ellos de Cecilio, otro migrante que vivía cerca
de esa zona de Malacatán, quien fue enterrado por familiares y amigos.
De acuerdo con los últimos informes, el proceso de repatriación de cadáveres
continúa, aunque a un ritmo lento.