Miss Diana, mamá y maestra por vocación
Tuxtla.- En esta ocasión, recibimos en este espacio a Miss Diana, quien fundó Casa Kunni, un espacio donde reciben y cuidan a las infancias, donde se pueden sentir como en casa y sobre todo, donde ella se siente plena como emprendedora y también como mamá, realizada y haciendo realidad sus sueños, equilibrando ambas partes de su vida.
“Yo ya me considero tuxtleca, tengo 10 años viviendo acá, decidí quedarme porque la verdad es un lugar muy tranquilo, yo vengo de la Ciudad de México y cuando llegué aquí, encontré mucha paz, vine embarazada ya de mi tercer bebé y dije, tengo que hacer una pausa, decidí quedarme aquí, tener a mi hija, que la tercera ya es tuxtleca, conejita, y aquí seguimos, quise darle esa estabilidad a los niños de hacer su colegio, tener sus amiguitos, mi hija, la más grande, ya tiene 14, llevamos 10 años y muy contentos”, señaló.
Considera que fue una sorpresa que la vida le regaló, dedicarse a lo que se dedica, se acuerda que desde chiquita, jugaba con sus Barbies a la maestra y a la mamá, ya de adulta se dedicó siempre a las ventas, que le encantan, y a la capacitación de vendedores, le fue genial, amaba estar ahí, sí le exigía muchísimo tiempo y cree que sí descuidó un poco la parte familiar al inicio, pero ya cuando decidió tener a su último bebé, que es su hija Abby, quiso parar un poco, no podía hacer tantas cosas al mismo tiempo y se fue a la parte educativa, quería trabajar en algo que le permitiera ser mamá también y tener un equilibrio, sentirse productiva, pero también sentir que le estaba dando a sus hijos esa presencia, entonces, encontró la carrera de asistencia educativa cuando llegó hace 10 años.
“Estaba embarazada, estaba estudiando y yo estaba encantada, la verdad, con mis hijos en el cole y me gustó eso, dije, qué bonito, me da tiempo de estar con ellos un rato, porque antes era guardería hasta las 6 de la tarde y si se podía más, termino de estudiar y a darle al emprendimiento, nunca le he tenido miedo, estoy muy agradecida con mi abuelo que está desde el cielo y mi abuelita que está en Tepotzotlán, Estado de México, que fueron emprendedores, primero una tienda de abarrotes, después una papelería, abrían las puertas de la reja de la casa y ¿qué vamos a vender? Pollo, verdura, pescadito frito, esquimos, papas, creo que le perdí el miedo desde chiquita”, recordó.
Por eso, a los que no han tenido esa parte de su vida, les recomendaría que le echen, que no les dé miedo, empezar a lo mejor vendiendo, haciendo tandas entre conocidos, irle perdiendo el miedo, porque cree que sí vale mucho la pena ser emprendedor, pese a que dejó allá a su familia, esa fue la parte más complicada, encontrar ese equilibrio y no extrañarlos, no verlos tan seguido.
“Yo creo que primero tenemos que alcanzar a comprendernos, que te sientes con un cafecito, un agua, lo que tú disfrutes, y hacer esta introspección de sentirte, de decir, ok, sí soy un ser humano, tranquila, porque también yo de repente soy toda acelerada, y más creo que en esta época, donde todo ya es tan rápido, la comida rápida, el microondas, tenemos que hacer esta conciencia de que estamos en una época donde todo queremos rápido, pero sí hay cosas también que te tienes que relajar, el cochito se cocina, es bien rico, pero se cocina lento, ¿quieres que salga bien? También tienes que darle un tiempo y un tiempo para ti, sí te vas a frustrar de repente, y creo que es importante tener alguien que te escuche, a veces tenemos miedo de mostrarnos débiles, frustrados o con miedo, son emociones”, dijo.
Consideró que tenemos que empezar otra vez a vincularnos, empezando con la gente cercana, con los hijos, el fue una niña que no tuve tantos abrazos y ya se hizo consciente después, ahora con sus alumnos le encanta, es un regalo de la vida, todos los días, Miss Diana, y el abrazo, y te quiero, y lo dicen, como adultos, también hace falta esa parte, si emprendiste, no te fue tan bien, no pasa nada, vas con quien sabes que te va a abrazar y vas a llegar así derrotado y te va a arropar, que realmente te va a dar esa contención y que ni en un minuto ya te vas a sentir mejor.
“Yo me siento muy bendecida con mi emprendimiento porque es algo que me permite tener equilibrio como mamá, como mujer, como amiga, como maestra, como guía, como directora, también me siento muy bendecida porque las maestras que me ayudan, Miss Ale, Miss Yami, todas las que antes han estado conmigo, Miss Isa, un saludo hasta Cancún, hasta mis amigas quedan, de verdad que le tengo mucho cariño a las personas que han colaborado con nosotros, Miri por ahí que ya está estudiando, pero son personas, son mujeres que tienen mucho cariño hacia los niños”, explicó.
Ellos están en pleno centro de la ciudad, para facilitarle la vida a las mamás, a los papás, también tiene de clientitas a mamás solteras, que como bien sabe, a veces se les complica esa parte, entonces, ella les soluciona, también va por sus niños a la primaria, se da ese espacio, los sábados, a veces los domingos, si tienen un compromiso, o van a trabajar el domingo, ella encantada, hasta se han quedado con ella de pijamada porque a veces hay eventos sin niños, un esquema diferente que era lo que ella necesitaba, quiso llevar esta parte y hacerlo así, en el centro a donde la mayoría de la gente llega, cerquita del Parque de la Marimba, en la Cuarta norte, entre Cuarta y Quinta poniente se ubica Casa Kunni, que significa familia, clan, tribu, ahí están para solucionarle el tema de los peques a partir de un año, y tiene alumnos hasta de sie7e años, de 8 de la mañana a 8 de la noche, a veces hasta las 9, por si necesitan que los cuide más tiempo o que los reciba más temprano.
“A veces no tienes familia cerca, sí es complicado, esta parte yo la vi y dije, ¿por qué no? Vamos a ayudar, yo de todas maneras estoy con mis hijos y mis chiquitines, tengo un grupo muy chiquito, son 16 niños, máximo 20, y soy como la tía, ya me tienen confianza, mis hijos los quieren un montón, juegan con ellos, son como sus primitos, a veces voy por ellos a la escuela, los llevo a la guardería, les doy de comer, yo les cocino, la segunda comida, la cena, la colación, todo hacemos ahí, creo que es como algo más personalizado. Por eso tengo poquitos clientes”, señaló.
Los puedes encontrar en Facebook como Centro Educativo Casa Kunni, o al teléfono 9611031033, inclusive ha tenido niños de mamás que no son de aquí, que llegan a trabajar aquí y la han contactado para llevar a sus hijos el mismo día, pues es una necesidad y para eso están los emprendedores, aparte, es trabajo, las está ayudando, es un ciclo, ella misma se ve como si fuera una nube sonriente, porque siente que la textura de la nube, suave, donde puedes descansar, donde vas a poder llegar como niño y te va a abrazar, obviamente se va a hacer una estructura y todo, pero es como una nube que sonríe, también, a veces, les llama la atención a los niños, pero de una manera amorosa, la clásica regañada no le gusta.
“Este es un mensaje para mis papás y para todos los papás: en cuanto a las emociones, es importante, primero, comprender nosotros como adultos, que el niño no lo puede comprender, que lo va a ir descubriendo, pero ¿cómo lo va a descubrir? experienciando esas emociones, yo a veces me doy cuenta, más con los papás primerizos, es normal, yo también me acuerdo cuando fui mamá primeriza, sí, nos vamos a frustrar como papás, pero tenemos que comprender que nuestros peques van a hacer berrinche, van a llorar, hay papás que no quieren que sus hijos lloren, ¿por qué no quieres que llores si es un niño? Cuando entran, por ejemplo, a la guardería, llegan y se queda el niño, el drama, empieza a llorar, pero ¿por qué llora? porque es un niño”, explicó.
Dijo que también hay que comprender esa parte, y nosotros como adultos, respirar, comprender que es un proceso, apoyarlos comprendiendo que está dentro de ese torbellino de la emoción en ese momento, y no podemos hacer nada, dejar que el niño experimente esa emoción y pase, a las maestras, siempre les ha dicho, el llanto de un niño, los gritos, son como música, a ellas no las pueden hartar, su oído ya tiene que estar educado, porque ya lo comprenden en su corazón, en la emoción de que los niños van a gritar en algún momento, van a llorar, se van a pelear, estar observando y guiando para que ya después no se haga todo peor, que no se descomponga, sino ir ayudando y guiando a que el niño pase por esa emoción, y después llegue a la otra, eso lleva tiempo; hay que comprender que nosotros podemos regular más rápido nuestras emociones, de un llanto, a lo mejor podemos cortar en un minuto, y no pasó nada, y a lo que sigue, pero un niño no lo puede hacer, comprender que a veces no es fácil tampoco, ni para nosotros, ni para el niño.
“Pueden dejar a sus hijos en Casa Kunni, primero, por el horario, hay papás que me dicen, a las dos de la tarde, pero ya sé que puede que pase algo, sin problema, nada más que me manden un mensajito, mi bebé se queda otra hora, o hasta las seis, siempre tengo comida más, siempre tengo colación, cada lunes los papitos llevan frutita y en la semana les damos de toda la frutita, yo creo que eso sería lo primero; después, la atención, hay otras guarderías donde había muchos niños, sobrecupo, no todo el tiempo tenemos juntos a todos los niños, el grupo es mixto, tenemos varias edades, y me he dado cuenta que es muy bueno, tengo peques de dos años que están conviviendo con niños de cinco y aprendiendo también de sus compañeros, a cuidar a sus compañeros más pequeñitos y a guiarlos”, señaló.
Además, dijo que si le llega algún niño con un cuidado especial, pueden dárselo porque no están sobrepoblados, la alimentación es otra de sus fortalezas, pues a los peques les da la misma comida que comen sus hijos, que ella come, las maestras cuando no llevan lunch, ahí comen, a veces hasta les da pescado, cosas a las que no están tan acostumbrados, betabel con limón, hasta las mamás se sorprenden de que lo coman porque en casa no lo hacen, o el brócoli al vapor, de verdad parece magia, pero sí ha tenido niños que comen lo que normalmente no, les habla, les dice y lo comen.
“Me gustan los abrazos de mis niños, el cariño, el tiempo, que puedo hacer más cosas, los papás tienen la confianza también, por ejemplo, hace ocho días me fui al zoológico, llegaron nada más en sábado, tres peques, y dije, vámonos al zoológico, ya por la confianza, ¿me das permiso de irme al zoológico? Y me fui con mis niños, yo creo que es eso también, lo bonito, la relación con los papás, que es cercana, hay papás que ya tengo años de conocerlos…. El papá me dice sus necesidades, la mamita llega y me dice sus necesidades, y también checamos a los niños, porque muchas veces necesitan apoyo, por ejemplo en la regularización, en las tardes me llegan peques que necesitan regularización en lectoescritura, es un proceso, ahí vamos iniciando y van avanzando en sus tareitas, sus aprendizajes, porque todos los niños son muy listos”, reconoció.
Incluso, ha tenido niños que llegan con un diagnóstico, que a la mamá le dijeron que es hiperactivo, pero no se enfoca en eso, observa al niño, lo abraza y adelante, motiva al niño, eso también es importante, que se dan cuenta, una niña no podía leer, le dijo, ¿y tú para qué quieres leer? Se puso triste y le dijo, es que voy muy atrasada, ya todos mis compañeros leen y yo soy la única que no, su mamá tenía una tienda, entonces le dijo, ¿te gusta ayudarle a tu mamá en la tienda, verdad? Y ahí se le iluminó la cara, le dijo que podría ser la encargada de la tienda, una niña de siete años, se puso contenta y ahora van avanzando rápido con ella, porque está motivada.
“Yo creo que mi prioridad es ser mamá, me visualizo como una mamá feliz y una maestra equilibrada, con mis hijos, con mis alumnitos, pero contenta, con la sonrisa en el rostro y sintiendo mi corazón brillando, a veces lo que necesitas es sacar lo que traes, descubrir qué pasa, por qué no has querido o sientes que no puedes, de corazón me ofrezco para poder escucharte, abrazarte, mujeres, hombres, a veces también pueden emprender, equivocarse, fallar y volver a comenzar, con mi poca experiencia y escuchando si lo necesitan, me pueden escribir, tomarnos un cafecito y darles ideas”, expresó.
Finalmente, se dirigió a sus hijos para decirles que los ama muchísimo, que en esta vida les ha tocado compartir y ser su mamá, aprende un montón con ellos, quiere que lo sepan… “ustedes me enseñan muchas cosas, gracias por permitirme ser su mamá, los amo, me siento orgullosa de ustedes, mi niña grandota de 14 años, te amo, estoy orgullosa de ti, me iluminas la mirada; Emmanuel, mi varoncito de 12 años, te amo, sé que a veces peleamos pero no dudes del amor que te tengo, mamá tiene que llamar la atención, pero no significa que te quiera menos; Abigail, la chiquita, te amo, si no hubieras llegado a la familia no seríamos iguales, somos un gran cuarteto, y al papá, Sebastián, que también ha estado presente aunque a la distancia, gracias”, finalizó.
Comments