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¿Por qué nos siguen matando?

ALEJANDRA OROZCO

Tuxtla.- En el programa de esta semana, las tres conductoras de este espacio están reunidas para hablar de un tema preocupante para la sociedad chiapaneca: los feminicidios, y es que el año pasado cerramos con cifras alarmantes, por eso consideran importante empezar a trabajar para que esta cifra disminuya, hacer lo que a cada quien le toca para darlo a conocer, preocupadas y ocupadas, pues si ya hay políticas públicas, la alerta por violencia de género, una fiscalía especializada, organizaciones civiles, ¿por qué hay más violencia extrema contra las mujeres?


“Este fenómeno, por desgracia, la situación de desventaja o discriminación no es nueva, en la historia de la humanidad estamos en contexto de desigualdad, las mujeres entre otros grupos han estado por debajo de lo que se supone que es superior: los hombres heterosexuales de un color de piel, con una educación, hay un prototipo, las mujeres en cualquier contexto histórico y cultural siempre están por debajo, cuando asesinan a mujeres y hombres, se piensa que es lo mismo, pero en México la lucha por los derechos de las mujeres no es de esta década, hay mexicanas importantes sureñas que han luchado y guiaron la lucha feminista, no catalogada así en su momento por tipificar un concepto para distinguir cuando asesinan a un hombre y una mujer, porque no es lo mismo”, señaló Ale.



El concepto jurídico de homicidio, agregó, es la privación de la vida a otro, ahí entran todos y todas, lo que hace que tenga características distintas, es que en la muerte violenta de mujeres hay características que lo hace diferente, el Artículo 164 bis del Código Penal vigente, establece siete características específicas para detectar que la muerte es por razones de género, aunque no siempre es feminicidio, pero si cumple con estas características sí, este tipo penal es pionero a nivel nacional, fue el primero junto con la CDMX en especificar cada una de las razones de género para jueces y litigantes, ya que es difícil desde el derecho cuadrado, objetivo, calificar algo como violencia de género.

“Se considera feminicidio cuando hubo una relación de amor, amistad, matrimonio, noviazgo, era vecino, papá, maestro, cuando hay una subordinación, parentesco o convivencia conyugal, muchos años hubo el debate de si son novios procede o no, y sí, porque tiene que ver con la confianza que le tenía la víctima, que exista violencia, intimidación antes de cometer el asesinato, lo cataloga así el derecho, porque existen focos rojos de una relación violenta, cuando te dice con quién estabas, dónde estabas, muéstrame tu ubicación, todas esas violencias que se acumulan hasta que estallan, es un proceso en que va en crecimiento”, añadieron.

Por su parte, Pau agregó que también hay casos donde la mujer no conocía al feminicida, en el 80 por ciento sí eran conocidos, pero también hay casos de mujeres que iban caminando por la calle, fueron violadas y asesinadas, que hayas estado incomunicada o sufrido mutilación previa a ser asesinada, basado en la estadística de cómo encuentran sus cuerpos, si hay saña, agresión, un corte de cabello, estocadas en la cara, un odio visible al grado de arrojarlas a la basura desnudas, colgarlas en algún lugar, dejarlas en la vía pública, quitarles o mutilarle órganos, puede que no haya una relación, pero si hallan así el cuerpo puede ser catalogado como tal, entendiendo que ese odio hacia su cuerpo tiene que ver con violencia de género.

“A los hombres incluso los matan más que a las mujeres, sí, pero el agresor común son otros hombres, se trata de con qué saña vemos la violencia hacia la asesinada, entre hombres generalmente es por pandillerismo, robo, riñas, la diferencia es la violencia machista involucrada contra las mujeres, que recoge un contexto de violencia que tiene que ver con el hecho de ser mujer, el

Artículo 194 engloba la violencia familiar cuando hay control, denostación, discriminación, ¿por qué matan sus parejas a las mujeres?, porque es mi posesión y no se puede ir con alguien más”.

Por eso, también consideraron crucial lo que sucede antes del feminicidio, prevenir, ya hay una serie de políticas públicas, hay presupuesto, desde 2016 se tiene la Alerta por Violencia de Género en siete municipios, si lo hacen o no ya es otra cosa, existe una fiscalía de feminicidios gracias a la lucha feminista, para que todos los cuerpos de mujeres con muerte violenta sí o sí se investiguen como feminicidio en lo que averiguan, si encuentran otras cosas ya se designa, también existe un protocolo latinoamericano para investigar las muertes violentas de mujeres, en el concepto global, pues se le dice homicidio doloso, culposo, accidente o suicidio, y lo que se necesita es visibilizar que nos están matando por razones de género, que existe una amenaza contra hijas e hijos, es un documento institucional que determina que los países que lo firmen están obligados a diseñar políticas, y sus fiscalías, cuando ocurre una muerte violenta, inician la línea de investigación para determinar si hay cuestiones de género o no.

“Hablamos de muertes violentas, desigualdad histórica, esto deriva de cómo crecemos, nuestra manera de ver la vida, al otro, a las mujeres, es preocupante cerrar el año con cifras tan altas, habiendo tanto legislado, protocolos, políticas, acuerdos internacionales, acciones que se despliegan, qué está ocurriendo, en que está fallando el sistema, y es que existe un proceso de desinformación en cómo educamos y se establecen estas relaciones, desde que los hombres piensan que las mujeres les pertenecen, desde niños les enseñan que las mujeres les tienen que servir, estos roles y estereotipos con los que el niño crece, cuando establece una relación con ella  ya es parte de sus propiedades, que la mujer diga no implica que algo de su posesión se le sale de control, por eso es importante educar de manera distinta, con respeto a los derechos humanos, yo me asumo feminista y a veces parece que incomodara, pero todos tenemos derechos, nadie es propiedad de nadie, deben tener espacio para desarrollarse, decidir en el espacio público”, añadió Sandra.


Nuestras anfitrionas señalaron que está bien que se siga dando un presupuesto para prevención, pero no se está trabajando en las masculinidades, no existen políticas públicas intensas aquí en el estado, a las mujeres quizá ya les cambiaron el chip, estas generaciones que vienen naciendo o menores de edad quizá ya están creciendo con otras ideas, incluso los hombres de esa generación, pero los que ya tienen 20, 30, 40, 50 años, no tuvieron la oportunidad de crecer con perspectiva de género, con todo este empoderamiento y espacios que les habían robado pública y privadamente, ellos están sintiendo que los están invadiendo, tal vez no lo verbalizan, por eso hay más violencia, con todas las políticas públicas a favor de las mujeres que se tienen que seguir haciendo, también empezar, sin quitar presupuesto a las mujeres, aparte trabajar con las masculinidades.

“Hablar de perspectiva de género es construir nuevas relaciones, aún así hay feminicidas jóvenes, habría que sacar la estadística de qué edad tienen, las luchadoras sociales no solo piden, vigilan y documentan asesinatos de mujeres en Chiapas, cuántas se encuentran condenadas, el nivel de impunidad impide hacer esas evaluaciones, su edad, contexto económico, social, para encontrar otras razones que no solo tengan que ver con las que se conoce, qué se puede hacer desde todas las aristas para frenar esta ola de violencia que asesina a mujeres y niñas en nuestro estado y nuestro país, se ven gobiernos trabajando, se ven organizaciones, la alerta, un tema jurídico, el Artículo 22 de la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia establece acciones de emergencia que parecen una burbuja que nos va a proteger y no lo tenemos, las cifras van para arriba, deberíamos establecer una buena estrategia, porque cada vez es peor, nos torturan, no importa el estatus económico, social, educativo, le pasa a mujeres de bajos recursos como de mayor recurso, no discrimina, le pasa a cualquier mujer”, lamentaron.

Señalaron que mientras la conciencia no esté instalada en la sociedad, tiene que entrar la sanción, el estado, castigos, que generen precedentes para que se sepa que nadie puede cometer un delito, es multifactorial, aún inmersos en patrones culturales y diferentes miradas, el Estado juega un papel trascendental, dijeron que Chiapas tiene de las penas más duras y altas ante feminicidio, y de los casos conocidos no se ha visto que le den la sanción máxima a un feminicida, de qué sirve darles 200 años si solo se quedan 10 años presos, los colectivos de madres piden justicia porque muchos casos fueron antes de este protocolo y no están sentenciados como feminicidio, muchas madres se convierten en abogadas, como Irinea Buendía a nivel nacional, o Yamil Trejo aquí en Chiapas, que han tenido que hacer sus propias investigaciones, involucrarse al 100 para tener justicia y tranquilidad entre comillas, porque aunque los sentencien, deben estar al pendiente de que no los suelten, después de un evento tan traumático, siempre viven con ese sentimiento de tristeza, más de esa manera tan violenta e injusta.

“Es triste lo que se vive en Chiapas, en los hogares, en centros de trabajo, en la escuela, en la calle, en el transporte público, es importante que el gobernador pida a las y los presidentes y presidentas que hagan el trabajo que les corresponde, si todos hacen su chamba, no solo la secretaría o la fiscalía de la mujer, es un tema transversal ,quizá pueda haber una diferencia, no como el año pasado que terminamos con 40 mujeres, más que otros años, este año ya va un caso, el de una chica de Mitontic, pero puede ser tu hermana, tu vecina, tu tía, tu mamá, no lo veamos como un tema lejano, lo vemos en las noticias, no seamos indiferentes”, señalaron.

Finalmente, invitaron a reflexionar desde nuestra propia construcción cultural, ser empáticos y ver más allá de nuestro hogar o contexto, muchas mujeres siguen sin saber qué es, dónde denunciar, si es normal, si están viviendo violencia o no, hay módulos de atención inmediata (MAI) en los ayuntamientos, está la fiscalía especializada y las hay de distrito, si no, pueden buscar en internet, con buscar cómo prevenir la violencia, qué hago si vivo violencia en casa, y seguro van a encontrar una respuesta; por otro lado la cuestión de cambiar la figura de funcionarios por servidores tiene un significado profundo, el que sirve debe tener elementos al momento de conducirse y formarse para servir adecuadamente a hombres, mujeres, adolescentes, niños y niñas, todos y todas tienen la obligación y responsabilidad de informarse y sumar desde donde estén para evitar y erradicar cualquier tipo de violencia, que también existan sanciones para servidores y servidoras que no hacen lo que les corresponde.

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