¿Quién es la segunda fuerza legislativa en México?

El aumento de la fuerza legislativa del PVEM en los últimos 12 años es un fenómeno que ha llamado la atención de medios, especialistas y ciudadanía en general. Y es que, en pocos meses, el Partido Verde se convertirá en la segunda fuerza política de la Cámara de Diputados, posicionándose como un actor crucial para la reconfiguración del marco jurídico nacional en la LXVI Legislatura (2024-2027). En un sistema de partidos donde 7 institutos políticos han perdido su registro en los últimos 12 años, resulta notable ver cómo un partido que antes era considerado parte de la “chiquillada” ha logrado convertirse en el socio parlamentario más importante del gobierno actual. Sin embargo, en el presente texto sostengo que el ascenso del PVEM no se debe a una expansión electoral propia, sino a la aritmética detrás de las coaliciones que ha logrado consolidar, así como a la capacidad de sus liderazgos para establecer acuerdos altamente lucrativos con otros partidos. Un ejemplo de esto es que, con el 8.4% de los votos, el PVEM tendrá alrededor de 73 diputaciones, mientras que el 10.9% de los votos le darán a MC alrededor de 26 curules. Esto significa que a pesar de haber recaudado 1,503,416 votos más que el PVEM, MC tendrá 50 diputaciones menos. Los sistemas electorales cumplen la crucial tarea de convertir los votos en unidades de representación. Lo ideal sería que, si un partido recibe (por ejemplo) el 20% de los votos, este tenga el 20% de las curules.
En los últimos 12 años el porcentaje promedio de votación del PVEM se ha mantenido cercano al 6%, pero su promedio de diputaciones ronda el 8.4%. El gráfico siguiente destaca las diferencias entre votos y curules del PVEM. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ha evolucionado hasta convertirse en la segunda fuerza política más importante en la Cámara de Diputados. Sin embargo, este ascenso no se debe a una expansión electoral, sino a la aritmética detrás de las coaliciones y a la habilidad de sus dirigencias para establecer acuerdos altamente lucrativos con otros partidos. En sus alianzas con el PAN y el PRI, el PVEM obtuvo aproximadamente el 22% de las nomenclaturas. Nunca logró tener candidaturas en más de 60 distritos y su porcentaje de representación en la cámara se mantuvo cercano al 6%. Pero desde 2021, las alianzas que el PVEM ha establecido con la 4T le han resultado especialmente beneficiosas. Su promedio de candidaturas dentro de la coalición ha sido de 28%. Además, en 2024 logró su mayor cifra en alguna nomenclatura (71 candidatos). Pero lo más relevante es que los distritos asignados al PVEM dentro de las coaliciones de la 4T, se han tenido tasas de éxito cercanas al 70%. Es decir 7 de cada 10 candidaturas negociadas desde la mesa entre 2021 y 2024 se han convertido en curules para el PVEM. Este caso evidencia cómo las alianzas estratégicas y las regulaciones electorales alrededor de las coaliciones pueden influir en la equidad de la representación legislativa, favoreciendo a ciertos partidos coaligados y penalizando a aquellos que deciden competir solos o que forman parte de asociaciones inequitativas. En tal sentido, las buenas negociaciones entre partidos terminan teniendo más peso representativo que los propios votos, lo que debería hacernos cuestionar si este aspecto de nuestro actual sistema electoral abona a la justicia representativa.
Comentarios