RedBull sigue mandando

Finalmente llegó. Tenemos una temporada de Fórmula 1 abierta entre dos equipos por el campeonato de constructores –ya veremos qué pasa con Mercedes al final de campaña-.

Con certeza se puede anunciar el declive del dominio de Red Bull. Una superioridad con la cual lograron dos campeonatos fáciles en 2022 y en 2023. A menos de que tengan un as bajo la manga en cuestión de mejoras del RB20, todo indica que los campeonatos –también el de pilotos-, se decidirán en las postrimerías de la campaña; no sabemos si hasta la última carrera, no debería sorprender si es el caso.

Las explicaciones son variadas y van desde los conflictos políticos internos del equipo, pasando por las pérdidas de personal clave en la estructura, el más notorio caso es el de Adrian Newey y recientemente el de Jonathan Wheatley, de menor perfil que el gurú del diseño, pero que ha estado en la organización por 20 años y en los campeonatos conseguidos en ese lapso. Y no podemos dejar pasar que los pilotos han expresado sus inconformidades con el RB20. Antes del receso veraniego, Max Verstappen fue claro: “Nuestra mayor preocupación no es mi compañero de equipo, sino el coche. En eso es en lo que tenemos que centrarnos más”, señaló el campeón del mundo. Pero, y los números no mienten, Checo Pérez no ha rendido lo que se espera de un piloto con un Red Bull.

Sin embargo, en el balance final Red Bull sigue siendo el auto a batir y tiene, de momento, ‘el sartén por el mango’.