Una cuesta de enero muy difícil

Estamos empezando el primer mes del 2021 y parece que tendremos un difícil panorama económico. Esto se espera todos los años al culminar un año, pero ahora sumamos la crisis que ha dejado la pandemia del Covid-19. Empezamos el mes con el día de reyes, lo que prácticamente para las familia es el último gasto y para el comercio es el inicio de las ventas pero este año desde un principio anunciaron que las ventas caerían en un casi 50% a causa de la pandemia. Ciertamente los resultados no fueron buenos, pero los comercios tenían que apostar por las ventas, así que se rompió la cadena de incrementos en las ventas por el 6 de enero, y que tan sólo en 2020 dejó una derrama de 300 millones de pesos. Pero bueno, viene lo siguiente: “la cuesta de enero”. Este año se complica aún más con la persistencia de la pandemia, que de acuerdo con el recuento de los últimos días sigue creciendo. Esta semana también nos han dado buenas noticias porque al menos ya tenemos la vacuna en el país y ya se esta arrancando con la vacunación , lo que podría ser un trimestres de regreso a la normalidad, eso sí, la cultura de prevención sanitaria debe quedar permanente. También implica que las actividades que se retomen poco a poco no podrán ser al cien por ciento, con las implicaciones que esto tiene para los negocios y para el empleo. En esta perspectiva se requiere de una estrategia económica que introduzca medidas para que la cuesta de enero sea menos difícil para todos. Se requiere de apoyo para las empresas, los desempleados y para el sector informal. El contexto global no es muy favorable ya que la expectativa de crecimiento para 2021 será de un 4%. No se realmente si este aportando el sistema de austeridad que el gobierno esta manejando pero debería re valorar muchas situaciones para apoyar a la economía mexicana. Para empezar para salir de las deudas en las cuales muchas empresas se ahorcaron hasta el cuello para salvar sus empresas y evitar el cierre, es que los bancos establezcan un programa de renegociación de la deuda para las empresas, con el fin de evitar su quiebra. En estos momentos sería oportuno un nuevo ajuste a la tasa de interés de referencia, para mostrar la necesidad de reducir los costos financieros para apoyar a las empresas endeudadas y promover que a menores tasas pudiera utilizarse el endeudamiento como mecanismo para financiar la recuperación de la economía.

Otra área clave en la estrategia de recuperación será el de las finanzas públicas estatales, las cuáles sufrieron el embate de la pandemia de manera particular, ya que vieron recortado su presupuesto en 2020 y cuentan con poca liquidez para empezar el año, en esta perspectiva la SHCP debería de dotar de recursos extraordinarios a los estados y municipios; existen regiones enteras en donde los efectos de la temporada de ciclones las dejó sumamente dañadas y requieren de apoyos especiales. La sociedad debe pugnar por un rediseño de la estrategia, tal vez es el año indicado, es año de elecciones, que la sociedad proponga alternativas que permitan una recuperación que incorpore a todos los grupos sociales.