- ALEJANDRA OROZCO
Xóchitl Almanza, una ingeniera muy audaz
Bienvenidos a una edición más de Universo Viole7a, donde seguimos recibiendo a mujeres ingenieras que han roto techos de cristal, así como paredes de cemento en pisos pegajosos, hoy tenemos a una ingeniera civil, especialista en cambio climático, integrante del Pacto de Sororidad, que nos va a hablar de su caminar en esta carrera tan estereotipada: Xóchitl Almanza Peñaloza.
“Soy originaria de la Ciudad de México, pero ya me adoptaron aquí en Chiapas, donde llevo viviendo un poquito más de 20 años, resulta que el primer proyecto por el que llego fue una delimitación de zonas federales en 30 ríos del estado con Conagua, voy con unos ingenios haciendo un recorrido y veo en la esquina que están vendiendo algo de comida, pregunto ¿qué venden? Y me dicen pozol, es una bebida, pero si la toma, ya no se va a ir de aquí, mi esposo es de Guadalajara, pero también tiene viviendo aquí como 30 años, nos conocimos aquí, mi hijita Karla Paula ya es chiapaneca”, recordó.
Su papá es ingeniero civil, pero nunca influyó en su carrera, desde chiquita le gustaban mucho las matemáticas, en primero de primaria para contestar todo levantaba la mano, siempre las relacionó con ingeniería, a pesar de ser una carrera muy masculinizada de hecho en la generación de su papá no hubo ninguna mujer, él salió en el 67, del Politécnico, entonces cuando hace su examen de admisión a la UNAM, pone ingeniería en computación como primera opción e ingeniería civil como segunda, sin pensar que la aceptarían en la segunda, luego de probar el tronco común, le gustó ingeniería civil, pero fue un choque, porque venía de una escuela de niñas.
“El primer día de clases, en el salón éramos 50 personas, cinco mujeres y 45 hombres, fue un choque cultural, esto en el 88, 20 años después que mi papá, al final, en el noveno semestre, en un salón quedamos 20, era yo la única mujer, van desertando o quedándose en el camino muchos hombres y mujeres, pero se quedan, de todos modos el porcentaje sigue siendo menor”, señaló.
Para no ir más lejos, las anfitrionas agregaron que en la Facultad de Ingeniería de la UNACH andan en el 22 por ciento de mujeres, siguen siendo menos del 30 por ciento, y pasando de terminar la carrera a la cuestión laboral todavía es más complicado, ahí baja el porcentaje a un 16 por ciento de mujeres laborando en temas de construcción.
“Yo creo que siempre es la cuestión económica, de ayudar en casa, de cuidado, a lo mejor de ser mamás a temprana edad, que entonces ya se retiran de la universidad y a lo mejor después ya no regresan, ya es más complicado regresar con un bebé… es complicado el transporte, el moverse, ya en los últimos semestres mezclaban horarios, ahí también se complica, porque si trabajas le haces como puedes”.
Reconoció que ha sido un camino difícil, sí tuvieron ya a la primera mujer ingeniera presidenta del Colegio de Ingenieros Civiles de Chiapas, el más antiguo del estado, quizá ha habido otra mujer presidenta de otro de los colegios de aquí, y a nivel nacional, están incluidos dentro de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles, avanzando poquito a poco, aunque incluso en eventos y foros nacionales, ha habido separatismo, a los que han tenido que acudir por aparte, ni siquiera incluidas dentro de sus actividades, incluso, cuando se piensa que a lo mejor en Ciudad de México están mejor, o más avanzados, a veces no es así.
“Hace años estamos hablando de incluir perspectiva de género en el estatuto, que se hizo desde que se creó el colegio en 1965, hace más de 60 años, nunca pensaron en que a lo mejor, probablemente en algún tiempo lejano iba a entrar una mujer, a veces, las asambleas en el colegio, son por las tardes, muchas veces las mujeres ingenieras no pueden llegar por salir tarde y para moverse es un peligro, ahorita moverse en la noche en transporte público sí da un poquito de miedo, pero también el llegar a acceder a este lugar de poder ser presidenta del colegio de ingenieros civiles, por ejemplo, necesitas cumplir con ciertos requisitos que marca el estatuto”.
Añadieron que los varones, no tienen que regresar a hacer la comida, la cena, acostar al hijo, sino que nada más están pensando en la asamblea, en quedarse después a tomar un traguito con los amigos, cosa en que las mujeres no están pensando, lo que quieren es llegar a la casa, ver si dejaron los trastes, que por cierto, parece que se multiplican, como ya se ha dicho, muchas veces tienen dobles y triples trabajos, el de la casa, que no tendría que ser el que a fuerza lo hagan ellas, pero culturalmente lo hacen
“Una vez en una asamblea, les digo, nosotras para poder acceder a ser presidentas necesitamos cumplir con estos requisitos, uno de ellos es llegar a la asamblea, firmar de entrada y firmar de salida, hace más de un año, una de las asambleas terminó a las 3 de la mañana… ¿ustedes creen que se va a quedar una ingeniera, si no tiene coche a las 3 de la mañana? ¿cómo se va a regresar a su casa? Bueno, en una asamblea dice un presidente, voy a someter a votación antes de que empiece la asamblea, dispensar a las ingenieras de la firma de salida, para que se puedan ir antes por si se alarga esto, entonces, un ingeniero se para gritando, no, no, no, no, no, si querían estudiar ingeniería civil, que se aguanten, así dijo, es el hecho de un poquito de sensibilidad, al final votaron en contra”, relató.
En este tipo de casos, añadieron, no hay perspectiva de género, para nada, porque no es lo mismo como lo vive una mujer trabajadora y un hombre, no se arriesgan igual, porque mientras a los hombres el riesgo es que los asalten, aunque puedan ser apuñalados, en el caso de las mujeres el riesgo todavía es mayor, es también que las violen, que las maten, que las ultrajen, todavía en México el 78 por ciento de los cuidados lo ejercen las mujeres, entonces, el poder ver con lentes violeta, con perspectiva de género, significa eso, cuánto ayudaría que los colegios, el ámbito privado, el ámbito público pudieran ponerse los lentes violeta y ver estas desigualdades, ya que ellos no se quedan a cargo, por ejemplo, de los hijos.
“Yo he comentado en el colegio, para llegar a las asambleas, llegan poquitas ingenieras porque también es complicado con quién dejas a tu hijo, entonces yo he comentado, no digo que tengan una guardería de tiempo completo ahí en el colegio de ingenieros civiles, pero a lo mejor en las asambleas que me ayude una guardería en lo que nosotros estamos en la asamblea, que los niños estén cuidados, esa es una acción afirmativa con perspectiva de género, pero hasta ahorita no”, dijo.
Explicó que el Colegio de Ingenieros Civiles es una asociación de profesionistas, todos son ingenieros civiles, y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción son constructores, las empresas que construyen, que puede ser una ingeniera, una contadora, una administradora, un arquitecto, pero también hay un tema, de, a lo mejor, poner estas cuestiones afirmativas, de ayudarse las mujeres, porque son las que menos contratos tienen, menos acceso a contratos, a que les den licitaciones, se ha trabajado mucho en que también un porcentaje de las obras vaya para las mujeres, se habla un 30 por ciento, pero así como las Juanitas en la política, hay hombres que meten a las esposas, a las secretarias en las actas constitutivas con tal de que les den la obra y se cuelan por donde quieran.
“También sabemos que es un tema político, yo hablé con el presidente municipal para que firmáramos un convenio en el que se les diera obra a las mujeres y así fue, hicimos un evento donde se firmó un convenio y se le dio obra a varias mujeres, tampoco crean que fueron las mejores obras, pero al menos abrimos esa brecha en el decir, hay que incluir también a las mujeres ingenieras, constructoras, que se les pueda dar obras aquí en el municipio, porque siempre se las dan a los hombres, quienes son más, hay más empresas de hombres y nosotras somos más poquitas, las mujeres, por lo regular, nuestro capital contable es más chiquito que el de ellos, a ellos les dan obras más grandes y a nosotras a lo mejor más chiquitas, pero el chiste es trabajar”, señaló.
Precisó que en su caso, no le ha tocado que le pidan otra cosa más allá de lo del monetario, ni a a nadie de sus amigas o conocidas, pero lo que sí ha escuchado y no le gusta esa idea, porque desvirtúa lo que las mujeres están buscando, es a ingenieras que dicen, yo sí doy aquello para que me den obra, que es como desvirtuar el camino, aunque cada quien es libre y en todos los ámbitos pasa eso.
“Creo que todas estamos de acuerdo, hemos vivido incluso como la parte sexual de nosotras, mientras un hombre se pueda acostar con varias y ahí sí no es, si nosotras vivimos libremente nuestra sexualidad, somos lo peor, no somos un par de chichis, un par de nalgas, somos realmente mujeres que tenemos la capacidad para asumir una responsabilidad como ingeniera, como para ser diputada o como para ser presidenta, en cualquier ámbito, ya quisiera escuchar que diga un hombre, soy capaz de entregar mi cuerpo con tal de que me den algo, esta cuestión no lo criticaríamos tanto como si fuera una mujer, ¿no creen?”, coincidieron.
Añadieron que está faltando la sensibilidad de los hombres hacia las mujeres, en cualquier ámbito, pero más en esta cuestión de las ingenieras o las empresarias de la construcción, que todavía los hombres no tienen esa sensibilidad de que también tienen esa capacidad de hacer las cosas, de hacer lo mismo que ellos, esperando con el nuevo gobierno, que las licitaciones sobre todo sean transparentes, y que si se dice 30 por ciento para mujeres, que de verdad sean las mujeres las que tengan empresa y la capacidad de estar allí presentes, pues al dejarles los puentes peatonales, los parques, que crean que no se están apoderando de la obra grande porque les da miedo, hace falta perspectiva de género en la obra pública.
“Estoy a punto de publicar un libro, tuve la oportunidad de viajar a Israel hace dos años a capacitarme sobre la gestión del recurso hídrico, del valor que le tenemos que dar al agua en México, ellos tienen la cultura del agua, algo que nosotros acá no, y meto también mucho de género”, la puedes seguir como Ing Xóchitl Almanza Peñaloza en redes sociales.
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