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  • Silvia Alvarado

Palabra de Lilith


Maternidad II

¿Para parir hemos nacido?

En un país donde se rinde culto a la maternidad y en muchos sectores sociales se continúa considerando a ésta como el destino femenino por excelencia, quienes deciden no ser madres no solo rompen un paradigma, dan muestra de autonomía y empoderamiento que de suyo lleva implícito un gran desafío a la heteronormatividad y a una sociedad que no termina de aceptar a las mujeres como dueñas únicas de su cuerpo y de lo que en el suceda.

A diferencia de muchas mujeres de las generaciones de los años 60 y 70, quienes pudieron ejercer su sexualidad más libre y desligada de la reproducción, apoyadas en la pastilla anticonceptiva y que esto les permitió retardar la maternidad o bien negarse a ejercerla, muchas de las jóvenes de generaciones actuales regresan a la maternidad temprana, todo un tema atravesado por la crítica situación económica que afecta al país, la falta de oportunidades y la falta de un proyecto de vida, entre muchos otros elementos.

En esta ocasión nos abocaremos a colocar en la mira algunos aspectos destacados cuando las mujeres decimos NO a la maternidad y resaltamos otros puntos negros en torno a este proceso tan sobrevalorado socialmente.

¿Qué dice la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos?

El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia.

Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. - Artículo 4º -

De-sazones

Una manifestación de la violencia de género, también puede presentarse durante el proceso reproductivo:

Violencia Obstétrica.- Apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad; se consideran como tal, omitir la atención oportuna y eficaz de las emergencias obstétricas, obligar a la mujer a parir en posición supina y con las piernas levantadas, existiendo los medios necesarios para la realización del parto vertical, obstaculizar el apego precoz del niño o niña con su madre sin causa médica justificada, negándole la posibilidad de cargarlo y amamantarlo inmediatamente después de nacer, alterar el proceso natural del parto de bajo riesgo, mediante el uso de técnicas de aceleración, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer y practicar el parto por vía de cesárea, existiendo condiciones para el parto natural.

Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres en el Estado de Chiapas. - Artículo 6º -

Estadísticas

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mortalidad materna es la principal causa de muerte entre mujeres en edad reproductiva a nivel global. El organismo internacional estimó que, en 2015, 303 000 mujeres en el mundo murieron a causa de enfermedades y complicaciones relacionadas con el embarazo, parto o puerperio.

El jardín de las luciérnagas

Las haditas

Una a una, y casi una por año, fueron naciendo hasta ser cinco. Cinco niñas que pronto llenaron una pequeña casa y el corazón de su familia pero no el de su padre, que insistía en tener un hijo varón, por lo que su joven esposa paría cada año siempre con la ilusión de complacer al hombre.

Cinco veces y nunca sucedió, en cada parto ella sentía que le había fallado a su pareja y era real, porque así lo vivía: como una falla, un fracaso, le quedaba mal a quien cada vez se portaba peor con ella y con las niñas.

Él nunca fue una buena persona, por esa razón su familia se mantenía distante sin comprender las razones que tuvo para involucrarse con alguien así, sin ningún compromiso ni consigo mismo, violento, agresivo, poco considerado.

Juntas las niñas, pequeñitas todas, formadas parecían una marimbita, de la más grande a la más chiquita, flaquitas, despeinadas, desarregladas casi siempre. Eran felices cuando había fiesta en casa de la familia de su madre, las bañaban y les compraban ropa, zapatos; entonces se transformaban y yo irremediablemente recordaba la película de Pulgarcito y el ogro, donde las niñas andrajosas al final eran haditas y su madre, que estaba convertida en bruja por un hechizo, regresaba a ser un hada, una princesa.

Las niñas fueron creciendo y la violencia en su casa también, ellas eran testigas de las golpizas que su padre le propinaba a su madre, incluso había momentos en los que intervenían y eran las directamente afectadas por esos episodios que dejaban muy lesionada a su madre y a todas en la calle.

Entonces buscaban refugio con la familia que siempre las cobijaba, a pesar de que se percataban de su situación, ahí estaban bien porque las cuidaban, comían, jugaban, iban a la escuela, llevaban desayuno, pero sobre todo porque ahí las miraban, las abrazaban, las protegían… las querían.

La violencia en casa siguió escalando hasta hacerse insostenible y un día, la joven madre se fue, huyó, las dejó.

Sin llorar, las cinco niñas preguntan por ella y solo la mayor tiene la certeza de que volverá, pero nadie sabe nada, simplemente desapareció.

Desde ese día su familia ha tenido que escuchar cualquier cantidad de opiniones, la peor de todas y la más frecuente: ni un animal deja a sus crías. Curiosamente se trata de la misma gente que no se metía cuando escuchaba las golpizas que el marido le daba, la mismísima que hizo mutis cuando la vio con la cara morada e hinchada por los golpes, la que no podía auxiliarla cuando necesitaba dinero para alimentar a las niñas.

Aunque el final puede ser predecible, esta historia no termina. Lo cierto es que a las haditas se les acabó la magia de su infancia, la princesa madre quedará siempre como una bruja y el ogro, convenientemente se ha acomodado en el papel de Pulgarcito.

Interrupción Legal del Embarazo

Desde el año 2007, la interrupción del embarazo es legal en la Ciudad de México hasta las 12 semanas de gestación. Es un procedimiento seguro, confidencial y gratuito al que puede acceder cualquier persona.

Los requisitos varían dependiendo si la mujer es residente en esa ciudad, si es menor de edad o si proviene de otro estado de la República (en este caso aplican una cuota de recuperación que varía según el estudio socioeconómico que se aplica).

Para más información consulta: http://ile.salud.cdmx.gob.mx/

Cada año mueren en el mundo 47 mil mujeres por abortos inseguros.

Algunas causas del aborto:

  • Existen embarazos no deseados

  • Violaciones sexuales

  • Hay mujeres que no desean ser madres

  • Los métodos anticonceptivos fallan

  • Hay embarazos que ponen en riesgo la vida de la madre

La cifra:

De abril del 2007 a mayo del 2017, hay un registro de 178,086 usuarias atendidas en servicios de la interrupción legal del embarazo en la Ciudad de Mexico. De esa cantidad, 52 pacientes provienen del estado de Chiapas.

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