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El "sueño americano" resultó ser una "pesadilla"; migrantes que regresan a casa
México. Personas con ollas de comida entran y salen de la Casa del Peregrino, a sólo una calle de la BasÃlica de Guadalupe, los puestos ambulantes que venden imágenes de la Virgen MarÃa, cubren a decenas de migrantes, quienes poco a poco pierden la esperanza de llegar a Estados Unidos.
Maritza del Carmen Méndez, una salvadoreña, ha dejado de contar los dÃas para lograr "el sueño americano", y dice estar dispuesta a ser deportada a su paÃs de origen, al menos hasta que "las aguas se calmen".
A Maritza le ha llegado la noticia de que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha dado la orden de usar la fuerza letal a aquellos que ingresen ilegalmente y por la fuerza a ese paÃs, situación que le da miedo. Por eso esperará para después intentar llegar de otra forma a ese paÃs y hacer posible su tan añorado sueño americano.
Triste y con un cansancio visible advierte que "si el presidente de Estados Unidos cumple lo que ha dicho y nos quiere disparar, yo creo que se le puede armar un gran problema con El Salvador, porque no está matando perros ni gallinas va a matar humanos, esto ya se salió de control, no voy a morir asÃ".
Para ello, esta esperando que se arme un grupo suficiente para que se inicie el trámite, algunos de sus compatriotas iniciaron su retorno la vÃspera, y piensa que en los próximos dÃas esa situación se verá con mayor frecuencia.
Maritza salió por la falta de empleo, por extorsiones, por falta de oportunidades para salir adelante, pero por el momento, prefiere eso, quedarse en México, dice, no serÃa cumplir con lo que habÃa soñado, para ella todo se volvió pesadilla.
La historia no es igual para Ernesto, él esperará en esta ciudad la respuesta del gobierno canadiense, el cual podrÃa otorgar ayuda humanitaria para estos migrantes.
"Nosotros vamos a estar aquÃ, a ver que logramos y a ver si Canadá nos ayuda, vamos a quedarnos aquà porque a los que se fueron ahora solo Dios los acompaña, se fueron a ver que logran, ya no hay nada cierto a partir de aquÃ", dice.
Ernesto viene también de El Salvador, sus pÃes, cuenta, ya están rotos, pero reconoce que el gobierno y pueblo mexicano les ha brindado apoyo de toda Ãndole.
Sà bien es cierto que los diferentes grupos de migrantes se integran por ciudadanos de El Salvador, Guatemala y Honduras, hay diferencias, señala, "no todos hacemos lo mismo, nosotros venimos en paz, pero hay algunos, sobre todo de Honduras que han buscado problemas".
Ernesto señala que el sueño comienza a terminar y es hora de despertar para saber cuál y hacÃa donde será su siguiente paso, ese que espera, lo lleve a un mejor destino.