- ALEJANDRA OROZCO
Tiempo de posadas; ¿Sabes qué significan?
Tuxtla.- En estas fechas -si no es que desde antes-, ya comienzan las posadas, aunque para muchos, no son más que pretextos para ir de fiesta o ponerse alegres, cuando la realidad es otra, ya que son una tradición con significado.
Las posadas son las nieve fiestas de carácter religioso que tradicionalmente se organizan en México del 16 al 24 de diciembre, es decir, previas a la navidad, y en las que se hace alusión al peregrinaje que MarÃa y José realizaron cuando la Virgen estaba a punto de dar a luz a Jesús, buscando precisamente un lugar donde alojarse y pasar la noche.
De ahà el término pedir posada y también el nombre de la celebración. Dado que se celebran durante los dÃas previos a la Navidad, las posadas son entendidas como un novenario y se dice que representan el viaje que realizó la Sagrada Familia (Jesús, MarÃa y José) de Galilea a Belén para participar, en un inicio, en un censo y que terminó con la huida de MarÃa y José cuando se enteraron de las intenciones de Herodes; asimismo estos dÃas representan los nueve meses de embarazo de MarÃa.
El origen prehispánico
Sin embargo, las posadas mexicanas tienen su origen en un antiguo culto azteca conocido como Panquetzaliztli que se celebraba en el México prehispánico entre el 17 y 26 de diciembre, fechas similares a los festejos navideños en Europa; el Panquetzaliztli tenÃan por objeto celebrar a Huitzilopochtli, el dios más importante del panteón azteca y relacionado con el sol, aunque también a conocido como el Dios de la Guerra.
A la llegada de los españoles y para llevar a cabo la evangelización, esta festividad fue reemplazada, como tantas otras figuras y cultos, por festejos con propósitos similares pero con tintes religiosos, lo anterior con el fin de que los indÃgenas al ver reminiscencias de sus tradiciones, aceptaran la nueva religión.
Se dice asà que fue gracias a Fray Diego de Soria que surgen las primeras posadas en el México colonial, cuando en 1587 solicita autorización al Papa Sixto V para realizar en todas las iglesias de la Nueva España misas de aguinaldo entre el 16 y el 23 de diciembre y en las que también se representarÃa la llegada de la Navidad.
Estas celebraciones cobraron tal fuerza que ya en el siglo XVIII se realizaban tanto en las iglesias como en muchas calles de México, tal como ocurre actualmente, cuando los invitados se dividen en dos grupos, el primero se quedará en el interior de la casa y representará al posadero; mientras que afuera de la casa estará el segundo grupo representando a los peregrinos pidiendo posada.
Entre ambos grupos cantan villancicos donde unos piden posada, mientras otros la niegan; al cabo de unos cuantos versos los posaderos son convencidos de dar posada y dejan entrar a los peregrinos:
Canto para pedir posada
Afuera
En nombre del cielo
os pido posada
pues no puede andar
mi esposa amada
Adentro
Aquà no es mesón,
sigan adelante.
Yo no puedo abrir
no sea algún tunante
Afuera
No seais inhumano,
tennos caridad
que el Rey de los cielos
os lo premiará.
Adentro
Ya se pueden ir
y no molestar
porque si me enfado
os voy a apalear.
Afuera
Venimos rendidos
desde Nazaret;
yo soy carpintero
de nombre José.
Adentro
No me importa el nombre
déjenme dormir
porque ya les digo
que no hemos de abrir.
Afuera
Posada te pide
amado casero
por sólo una noche
la Reina del cielo.
Adentro
Pues si es una reina
quien lo solicita
¿Cómo es que de noche
anda tan solita?
Afuera
Mi esposa es MarÃa
es reina del cielo
y madre va a ser
del divino Verbo.
Adentro
¿Eres tú José?
¿Tu esposa es MarÃa?
Entren peregrinos
no los conocÃa.
Afuera
Dios pague, señores
vuestra caridad
y que os colme el cielo
de felicidad.
Adentro
Dichosa la casa
que alberga este dÃa
a la Virgen pura
la hermosa MarÃa.
Todos
Entren Santos peregrinos, peregrinos
reciban este rincón
Y aunque es pobre la morada, la morada
os la doy de corazón.
Inmediatamente después, se reza un rosario y finalmente se acostumbra a romper la piñata, que representa la lucha del hombre frente a las tentaciones del Diablo y de los sie7e pecados capitales.
Otros elementos indispensables en toda posada son el ponche, tradicional bebida a base de frutas de la temporada, los aguinaldos que se reparten a los niños en bolsas con fruta, colación y dulces, y las luces de bengala, tan vistosas para chicos y grandes.