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  • ALEJANDRA OROZCO

Cuatro de cada mil niños presentan algún defecto congénito


Tuxtla.- Cada 3 de marzo, se conmemora en el mundo un día para hacer conciencia y prevenir los defectos de nacimiento, que en México, los más frecuentes son las deformaciones como labio paladar hendido, defecto de tubo neural, microtia y cardiopatías congénitas.

Según especialistas, la población mexicana tiene una predisposición genética para metabolizar de manera efectiva el ácido fólico de los alimentos, por lo que es necesario que la población femenina tome diariamente este suplemento, por lo menos tres meses antes de un embarazo.

Además de la ingesta de ácido fólico, la mujer en gestación debe llevar un adecuado control prenatal, una alimentación sana y evitar el consumo de tabaco, alcohol o algún otro tipo de drogas.

Los defectos congénitos se definen como toda aquella modificación en la formación de una estructura o órgano de un ser humano durante el periodo prenatal y se clasifican en malformación, deformación, disrupción y displasia.

Las malformaciones son alteraciones anatómicas que ocurren en la etapa intrauterina y puede afectar órganos, extremidades o algún sistema del cuerpo, esto derivado de factores ambientales, genéticos, deficiencias en la captación de nutrientes, o bien consumo de sustancias nocivas.

La deformación se presenta cuando una fuerza mecánica actúa sobre el desarrollo del bebé, por ejemplo, si el embarazo es gemelar, puede ser que uno de los productos venga sentado y otro en posición normal, esto podría provocar una presión en el primer producto provocándole problemas de cadera.

En cambio, la disrupción es causada por una interferencia externa en el proceso de desarrollo originalmente normal. La más frecuente es cuando se rompe el saco amniótico y forma “bandas amnióticas” que se enrollan en alguna extremidad del embrión, limitando el crecimiento de esa parte del cuerpo.

Por último la displasia, se caracteriza por una organización celular anormal de un órgano o de un sistema y, entre las más comunes destacan la displasia ósea y esquelética.

Cabe señalar que más de 8 millones de bebés en todo el mundo nacen cada año con un defecto de nacimiento, que son una causa de las principales causas de mortalidad en la niñez y discapacidad de por vida.

Los defectos del nacimiento o congénitos, son las alteraciones que afectan al embrión o feto y daña la capacidad de funcionamiento del cuerpo e impiden que los recién nacidos tengan un proceso normal de desarrollo. Los bebés con problemas congénitos también son más propensos a adquirir enfermedades e infecciones que los demás niños.

En la mayoría de las veces no se puede detectar cuál es la causa que derivó en las anomalías congénitas; esto en vista de que estos defectos son atribuibles a factores genéticos, ambientales o infecciosos; sin embargo, hay maneras de evitar que esta condición afecte al bebé.

Los datos de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) revelan que la mayoría de los casos son prevenibles o tratables, por ello, los controles prenatales en las mujeres embarazadas son una de las claves, también es fundamental acatar los cuidados recomendados durante el embarazo, como evitar el consumo del alcohol, el cigarrillo y la cafeína; tener una alimentación saludable, aplicarse las vacunas obligatorias y acudir al médico en caso de presentar fiebre, dolor de cabeza, dolores al orinar y otras complicaciones.

Además es esencial consumir ácido fólico diariamente, por ello se recomienda ingerir verduras con hojas verdes, lentejas y legumbres en general, espárragos, brócoli, frutas cítricas y cereales.

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