- ALEJANDRA OROZCO
De hater a feminista de hueso colorado
Tuxtla.- Para seguir reconociendo la labor de las mujeres, ella es chiapaneca y ha luchado durante tres años por nuestros derechos, al principio no compartía esta ideología pero la vida le enseñó todo lo que tenía que cambiar.
Patricia Sánchez es periodista local de profesión, y desde hace tres años se volvió activista local y nacional por el derecho a elegir, pertenece a la Campaña Estatal por el Aborto Legal, Libre y Seguro, es enlace de la asociación nacional Fondo María y fundadora de Mi Útero Feliz.
“Antes le tiraba al feminismo, no sabía sobre esta ideología, buscaba la aprobación masculina… A raíz de una experiencia personal bastante fuerte y delicada, en 2016 después de una crisis personal por lo mismo, me cayó el 20 y empecé a ver que algo estaba mal en el sistema”.
Esto significó un giro de 180 grados para su vida, el “ponerse las gafas violetas” la hizo ver todo distinto y poco a poco se fue acercando a grupos, asistiendo a marchas, a pláticas, a documentarse y ver la vida con perspectiva de género.
Fue en ese mismo año cuando la organización Fondo María, que ofrece acompañamiento a quienes deciden abortar, lanza una convocatoria para elegir a la primera generación de acompañantes, a ella le interesa el tema y se vuelve el enlace en Chiapas para ayudar a muchas mujeres.
Un año después, en 2017, nace su proyecto Mi Útero Feliz, que es una página con información sobre derechos reproductivos, métodos anticonceptivos, sexualidad y todo tipo de educación al respecto, pues impartía charlas de estos temas y alguien le sugirió que lo transformara en una página.
Hoy tiene más de 5 mil seguidores y creó un personaje muy lindo que es lo que llama la atención, mucha gente sigue su página porque se ve linda, y después encuentran esta útil información.
Un cambio del negro al púrpura
“Todo ha cambiado mucho… antes como que me resignaba a que así es el sistema, a que las cosas no van a cambiar, pero ahora creo que con la lucha organizada, hay una forma de cambiar el sistema y todo lo que está mal”.
A nivel personal esto le ha traído cambios para bien y para mal, pues por un lado, formó una red de apoyo entre mujeres y nuevas amistades, pero otras personas, incluyendo amigos y familiares, le han dejado de hablar, o ella misma se ha tenido que alejar de ellos al darse cuenta que nunca van a cambiar su mentalidad.
“Incluso me ha afectado a nivel laboral, una vez fui a aplicar para un puesto administrativo en una universidad privada y no me contrataron, ya luego me enteré por fuera que fue por ser feminista, ellos querían contratar gente que se dejara y no luchara por sus derechos, y como soy abiertamente feminista, sabían que no iban a poder, porque aparte tengo un barrio feminista que me respalda”.
Otra de las ventajas, es que ahora tiene una mejor relación con su mamá, pues antes no comprendía bien lo que hacía, y si bien ahora no se declara abiertamente feminista, al menos la acepta, la defiende y apoya, hasta se ha alejado de algunos familiares que criticaban a su hija y se llevan mejor que antes, así como ha ganado aliadas y amigas en esta lucha.
Por amor a sí misma
Pero todo esto no lo hace por ningún tipo de sueldo o pago. Mucha gente dice que Estados Unidos les paga por esta iniciativa pero no es verdad, nadie les paga ni un peso. “Si me pagaran por cada acompañamiento, por cada protesta, por cada plática, sería millonaria, pero esto se hace por amor”.
Patricia ha caminado junto a decenas de mujeres para que se sientan acobijadas, que no se sientan solas al tomar la difícil decisión de interrumpir un embarazo, porque desafortunadamente las autoridades e instancias de salud no lo hacen ni lo garantizan.
“Nos dolemos, nosotras como mujeres nos dolemos y por eso nos movilizamos, todo esto es por amor, por amor a nosotras y a que nos nieguen nuestros derechos, pero tal parece que mientras más luchamos es cuando más se nos ataca”.
Aunque no hay pago alguno, la mayor satisfacción viene cuando una chica a la que acompañó en este proceso, aparece semanas o meses después para decirle “gracias”, eso es lo más reconfortante, saber que gracias a que las acompaña, pueden seguir con su plan de vida.
Pato es un modelo de que las causas son mejores cuando se defienden en conjunto, y que el amor propio puede cambiar tu estilo de vida desde dentro hacia fuera, hoy se quiere más que nunca y eso la mueve a apoyar a todas las mujeres a su alrededor.
