- ALEJANDRA OROZCO
Energías limpias ahorran hasta 90 por ciento de recursos
Tuxtla.- En la actualidad, todo lo que consumimos deja una huella ecológica, incluso hay objetos que se degradaron hace años y los seguimos consumiendo en el agua, el aire o los alimentos.
Ante esto, Jesuael Mojica Castillo vio la oportunidad de aplicar tecnologías limpias para beneficio de sociedad mientras vivía en la Ciudad de México, y fundó TECS (Tecnologías Ecológicas Sostenibles), una alternativa verde.
Basado en sus estudios en sostenibilidad, se dio cuenta que se puede proyectar como un medio sostenible que permite desarrollo continuo, a través de las tecnologías ecológicas, que se dedican a reducir el consumo energético.
“También ayudan a eficientar el proceso de maquinarias, no solo a través de un dispositivo, sino que se pueden aplicar en un sistema industrial, por ejemplo de alta eficiencia, así como los ecomateriales, que son amigables con medio ambiente y son una forma de aprovechamiento de nuevas tecnologías”.
Iluminación inteligente.
El ingeniero en Mecatrónica se especializó en iluminación, sobre todo en LED, que es una gama muy amplia y logra la reducción de hasta 80 por ciento de gasto de energía garantizada en vivienda o negocio, es más cómoda, práctica de usar y portátil, pues se puede usar en diferentes ambientes y espacios.
“También están los sistemas fotovoltaicos, son estos paneles solares que generan energía, ya sea a tu banco de baterías o conectado a la red de CFE, el beneficio es a largo plazo, con una inversión de alto retorno a partir de cuatro años”.
Estos sistemas, aunque requieren de un reembolso inicial, pueden ahorrar hasta el 90 a 100 por ciento de energía dependiendo del ingeniero a cargo de su instalación, y otra ventaja es que se pueden llevar a lugares donde no llega la luz solar, como islas, ranchos y comunidades.
“También se puede aplicar en los calentadores solares, que aprovechan la energía solar para evitar el uso de boiler con una reducción de hasta el 100 por ciento de emisión de dióxido de carbono, además de que no vuelves a gastar en gas”.
Estas tecnologías son la nueva esperanza para la energía del planeta, porque reducen la emisión de dióxido de carbono (CO2) y significan una alternativa para que a futuro, los autos a gasolina sean sustituidos, y la electricidad provenga de estos sistemas.
Desafortunadamente, apenas el 5 por ciento de los hogares ya se atrevieron a usar estas energías, sobre todo a la inversión, sin tomar en cuenta que en unos años trae retornos significativos, por ejemplo tienen clientes que pagaban 10 mil pesos al mes de luz, al meter este sistema de cuatro kilowatts redujo su cuenta a 2 mil pesos, le metieron otros dos kilowatts y ahora pagan 100 pesos.
Desechables pero no contaminantes
“Los ecomateriales, son el sustituto de los hidrocarburos, los bioplásticos son la alternativa para no usar productos que duran miles de años en degradarse, estos son diseñados para durar, ser flexibles, de moléculas rígidas y biodegradables, entre 90 y 300 días inicia su proceso de composta, manejamos los que están hechos a base de fécula de maíz, fibra de azúcar, paja de trigo y semilla de aguacate”.
Hay que diferenciar los términos, pues la degradación es la descomposición de un cuerpo en partículas más pequeñas, mientras que la biodegradación es la descomposición biológica de las partículas, cuando los microorganismos aprovechan esta masa para producir su propia energía y seguir un ciclo biológico, incluso muchos productos se han degradado en el agua o aire y los seguimos comiendo, respirando y bebiendo.
Este proceso no es una transición económica, aunque el precio de estos productos varía del 30 al 80 por ciento, pero los negocios, por ejemplo, no tienen conciencia de que esos 300 o 500 pesos mensuales son un cargo que cubre el cliente, no ellos, y no consideran que es un plus, que demuestra compromiso con la sociedad, el medio ambiente y el futuro, pues a largo plazo beneficia al inversor, y por supuesto al medio ambiente.
