- ALEJANDRA OROZCO
Mamás en prisión, sin nada que celebrar
Tuxtla.- Muchos aprovechan el 10 de mayo para apapachar a mamá, aunque algunos otros días se olvidan de la importancia de su figura, pero hay quienes no pueden estar con ella más que una o dos veces al mes, si bien les va… son los hijos de madres en prisión.
En Chiapas, hay aproximadamente 150 mujeres recluidas en San Cristóbal, Cintalapa y Tapachula, de las cuales alrededor de 80 por ciento son madres, y del total, 3 de cada 10 están injustamente encarceladas, o lo están por delitos menores.
Jacivi Gómez, representante de la fundación Unidas por la Sangre, describe como muy complicada la situación que viven dentro, porque cuando son detenidas dejan familia en sus casas, muchas veces los hijos ni siquiera saben dónde está su mamá, incluso les mienten si son muy pequeños para que no lo sepan.
“Si tienen de cero a cuatro años, pueden estar con ella dentro si considera que es apto vivir juntos, lo más complicado es que el Estado sigue haciéndolas invisibles, todas las actividades humanitarias que se manejan son en el varonil, ellas siguen siendo olvidadas, abandonadas”.
Ellas pasarán un 10 de mayo muy triste, pues a muchas no las van a visitar y menos, a darles un regalo, entre sus principales carencias se encuentran artículos de higiene, ropa, medicamentos y artículos básicos, por lo que en el Cerss de San Cristóbal, llevarán un desayuno muy especial para ellas, en la medida de lo permitido.
“Hay mucho morbo en este tema, a través de la fundación ha habido mucho acercamiento con la sociedad civil, ha sido un parte aguas para apoyarlas, tratando de sensibilizar el tema y que la gente sepa que el hombre delinque por poder y la mujer por supervivencia, se tiene que seguir sensibilizando el tema”, comentó.
Tan solo en El Amate viven sie7e niños y los visitantes llegan por periodos de 15-20 días a un mes, de esta forma llegan unos 30 niños a ese mismo penal, quienes solo quieren pasar tiempo con mamá, aunque muchas veces no entiendan qué hacen ahí o por qué no pueden vivir con ellos.
“Las prisiones no son castigos, sino tratamiento, porque estas mujeres sufren violencia y hay que reinsertarlas a la sociedad, pero es complicado cuando salen, pues les cuesta saber a dónde van a ir, si tienen hijos afuera es peor, es un caos, es complicado volverse a involucrar porque buscan solvencia económica, pero no tienen un negocio ni empleo”.
La situación es terrible, dentro, es muy carente la comida, por lo que decidieron meterles un desayuno en este día a manera de detalle, para que disfruten lo que no comen hace mucho, además, dentro les faltan tratamientos ginecológicos, especialistas, si bien les va, llevan una campaña cada dos años, pero como mujeres tienen necesidades especiales, por lo que también les llevan sexóloga, condones, tratamientos hormonales.
“Queremos que la gente se siga sumando, es importante apoyar porque si la mitad delinquen por supervivencia o temor, hay que aplicar el tratamiento específico de manera integral, emocional, psicológica, espiritual para que cuando salgan tengan claro qué van a hacer, la fundación depende del apoyo de la sociedad, pues no todos los que van a prisión son delincuentes”, puntualizó.
No todo es color de rosa y no solo el 10 de mayo debemos consentir a mamá, además hay otras madres en el olvido, como son las que se encuentran recluidas, que en muchos casos están pagando una pena que no se merecen, y esto las hunde en depresión.
