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  • ALEJANDRA OROZCO

A cuatro años de Operación Conejo


Tuxtla.- A veces, basta con expresar una idea y tener a alguien que la apoye para lograr cosas grandes. Un ejemplo es Operación Conejo, iniciativa que inició con Luz, su mamá, Maritza y su mamá, que este mes cumple cuatro años de ayudar al medio ambiente y a los niños enfermos.

Maritza y Luz María, iniciadoras de este fenómeno, nos cuentan que al principio, por recolectar tapitas para intercambiarlas por medicamentos las tachaban de “pepenadoras”, recibían críticas, pero han sido más quienes se han sumado a la causa y hasta han inspirado otras campañas de limpieza.

La próxima recolección, que será el 23 de junio en Caña Hueca, coincide con su cuarto aniversario, en el que los acompañarán algunas asociaciones, como una que recolecta alimentos no perecederos, otra que aleja a los jóvenes de la delincuencia, y la Cruz Roja, que realizará actividades para enseñar a reanimar y rescatar personas, además de grupos artísticos.

Cuatro años de historia

Desde 2015 a la fecha, de cuatro pasaron a ser ya 200 voluntarios en todo el estado, solo en Tuxtla tienen alrededor de 50 de todas las edades, que pueden ayudar a recoger tapitas, a dar difusión en redes sociales, asistiendo a eventos, en fin, hay muchas formas de ser voluntario.

“Desde que empezamos a organizarnos, la idea era trabajar con la población infantil enferma del Hospital Pediátrico, que son los más vulnerables por cuestiones de epidemias y demás, la segunda parte fue ver cómo apoyarlos, pues hay varios centros regionales y hospitales de diversos niveles y estilos, pero hicimos una mini investigación y se decidió que solo fuera a través del Pediátrico”, dijo Luz María.

Esto, porque en dicho hospital llegan niños de todo el estado con alguna enfermedad especial, causal de muerte o rara, quienes son canalizados para que la ayuda llegue, si bien la mayoría tienen necesidades, muchos consiguen ayuda con sus familiares, pero hay otros totalmente desamparados.

“En el Pediátrico tienen un cuerpo de trabajo social que ven las necesidades reales con relación a sus médicos tratantes, nos ahorra mucho trabajo y podemos focalizar la ayuda, nosotros nunca decidimos a qué niños ayudar, muchas veces no los conocemos ni sabemos qué enfermedades tienen, a pesar de que todos los centros de salud tienen necesidades”.

Lo más padre, es que no solo ayudan a los niños, también al medio ambiente, fomentando valores, trabajando en equipo, toda esa parte no se ve, la ayuda es simplemente una consecuencia.

Ayuda desde dentro

Maritza, coordinadora estatal de voluntariados, fue una niña que en algún momento se vio en esa necesidad. “Mi mamá estaba enferma y no tenía para comprar medicamentos, la vida me da esta oportunidad de hacer algo similar porque en su momento alguien me ayudó y empujó para salir de ese bache”.

Gracias a Dios, su mamá es una persona sana, pero alguien las empujó en ese entonces, por lo que piensa que nosotros podemos ser ese alguien, y todo esto sin que a la gente le cueste un peso, pues no cuesta nada recolectar tapitas y eso trae beneficios al medio ambiente, valores, genera trabajo en equipo con familia y amigos, es muy integral.

“Las ganas para hacer todo esto salen porque esto me mueve, a los demás que nos apoyan seguro los mueve algo similar, es increíble, hay gente que no puede asistir a los eventos pero ayudan y se comprometen con la sociedad y consigo mismos”.

Si bien la gente promedio puede desembolsar cierta cantidad de dinero una vez a la quincena, no pueden hacerlo todo el tiempo, en cambio, juntar tapitas cualquiera lo hace, hasta los niños, de manera permanente.

En todo este trabajo no hay satisfacciones económicas, solo personales, para ellas son grandes bendiciones que las revitalizan y les vuelven a dar ganas de no tirar la toalla.

Quien lo desee, se puede sumar o puede decir qué quiere hacer, pues cada recolección se convierte una fiesta entre todos.

“Las historias son increíbles, la gente nos cuenta cómo recolectan las tapas, cómo se va pasando la voz, los mismos niños las juntan, en los eventos la gente quiere decirte lo que vive y nos pasamos horas escuchándolos, eso nos llena”.

Por otro lado, están en contacto diario con el hospital, el trabajo que ahí realizan es increíble y muchas veces ni siquiera tienen que ir, les aligeran el trabajo y se comprometen con ellos a utilizar bien los recursos que tienen, también piden apoyo con otras instituciones, y lo mejor es que no hay dinero de por medio, todo es en especie.

Iniciativa en crecimiento

Operación Conejo tiene cada vez más sedes, ya son 16 en total divididas por regiones, la más reciente es la de Yajalón, donde convergen municipios de sus alrededores a entregar sus tapas; en el centro, ya son tres nuevos municipios que tuvieron su primera recolecta oficial: Berriozábal, Chiapa de Corzo y Suchiapa.

En la Meseta de Comitán, Tzimol tuvo su primera recolecta este fin de semana, con una respuesta increíble para ser la primera vez de una ciudad pequeña; casi en todas, el punto de encuentro para entregar las tapas es el Parque Central, por ejemplo en Cintalapa que tiene tres, se reúnen en el Santo Domingo, el más concurrido.

El hecho de que haya sedes hasta en lugares tan alejados como Frontera Comalapa, es señal de que ha sido un buen trabajo que satisface mucho, por lo que se sienten agradecidas con quienes coordinan y organizan cada sede, que a su vez tiene sus propios voluntarios.

Cada sede se organiza con base en los puntos en general que les brindan, muchos empezaron como voluntarios y se volvieron coordinadores al irse a otros lados, incluso, hay municipios donde arman verdaderas ferias, todo patrocinado, lo que denota más voluntad.

Diversas formas de ayudar

Además de esta labor, cuentan con Operación Oxígeno, en la que la Conafor les donó arbolitos que el 23 darán a gente comprometida con el medio ambiente, porque urge la reforestación en Chiapas y todo el mundo; todas las acciones desembocan en apoyo a la salud y esperan con emoción compartir ese día.

Además, Operación Reútiles se fortalecerá antes de que empiecen las clases, esta busca reciclar útiles en buen estado para dárselos a niños de escasos recursos, campaña que se fortalecerá ahora que acaba el ciclo escolar, antes de que inicie el nuevo.

Operación Pelucas, consiste en la recolección de cabello para elaboración de pelucas oncológicas artesanales, además, traen la idea de un apagón, porque estamos acostumbrados al mal uso de energía y los pronósticos no son nada alentadores, por lo que hay que cuidar nuestros recursos naturales.

No olvides que este 23 de junio, te esperan desde las 10 de la mañana en Caña Hueca, consulta la fecha de recolección en tu municipio en la página de Facebook Operación Conejo, o escribiéndoles a operacionconejo@gmail.com.

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