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  • ALEJANDRA OROZCO

El miedo, primera máscara del ego


LAKSHMI Y CÉSAR

El miedo, primer máscara del ego

Tuxtla.- En esta segunda entrega, Lakshmi y César comienzan a desenmascarar al ego, que tiene 21 máscaras divididas en sie7e bloques de tres: el primero es el de las negaciones: miedo, vergüenza y orgullo, encabezado por lo que nos mueve a salir adelante.

En primer lugar, Lakshmi nos revela que su primer nombre espiritual es una diosa, madre divina de la abundancia y la prosperidad en la India, mientras que su segundo nombre, Shakti, es el amor y la conciencia de Dios bajando a la tierra.

“Soy una maestra espiritual que estudia cinco maestros, cinco religiones y eso me llena muchísimo, estudio a Buda, Krishna, Melquisedec, Jesús y Mahabajara, los primeros son maestros ascendidos, el último es mi maestro, que aún sigue vivo”.

A lo largo de 21 programas -que se irán como agua-, César y Lakshmi irán descubriendo las 21 máscaras del ego, la primera de ellas es el miedo, que César describe como “la opción que me invita a salir adelante, no hay nada más elogiante que lograr vencer tus propios miedos, es ese temor a lo desconocido”.

Lo más difícil, coincidieron, es aprender a vencer tus miedos, tanto que después te vuelves cínico de ellos. Lakshmi considera que el miedo no es algo malo, es un mecanismo de defensa que nos ayuda a salir adelante, es una puerta que tienes que abrir, nos invade y nos paraliza.

“Tiene algo muy doloroso porque nos merma como personas, por ejemplo, no me atrevo a decir lo que me gusta por si me juzgan, no me aceptan o me dejan de amar. Una cosa es el miedo y otra el orgullo, una máscara de que nos vale pero nos damos cuenta que estamos llenos de miedo”.

Hay que aceptar que nos vamos muy arriba o muy abajo y debemos estar en medio, como quien le pierde el miedo a una moto y se mata, a veces somos imprudentes, pero no se trata de estar paranoico o desfasado, sino que todo en la vida es un punto medio.

“El miedo te paraliza, te hace creer cosas y también nos hace fantasear, lo vences en el momento en que reconoces que tienes miedo y lo enfrentas”, señala Lakshmi, y ella lo ha experimentado en más de una ocasión.

“Hace tres años, viajé a Europa por primera vez, estaba en un pueblo de Alicante y ocurrió uno de mis mayores miedos, que a mi hijo le pasara algo estando lejos. Se empezó a sentir mal, y en el hospital descubrieron que ya se le había reventado el apéndice, entonces tuve mucho miedo de que muriera, de no volverlo a ver”.

En ese momento, sus opciones eran reducidas, por lo que tuvo que enfrentarse a la verdad: ella estaba en España y él en Chiapas, el viaje era carísimo y le tomaría dos días, por lo que en lugar de malgastar lo que tenía, mandó el dinero al hospital, mientras su hijo le daba valor de que todo estaría bien.

“Vives el miedo aceptándolo y tomando la mejor decisión, si dejas que te invada haces tonterías, a menudo dejamos de hacer cosas por miedo a ser juzgados… Mi mayor miedo, por ejemplo, es mi hijo, y aún así ya lo he trabajado, pero me da miedo que él muera”.

El miedo parte desde un sufrimiento, en su caso particular, de que muchos años quiso ser madre y no podía, tuvo dos pérdidas y el tercero se logró, por eso fue una madre obsesiva, hiper

protectora, porque le costó mucho trabajo. “Para mí fue un dolor no poder serlo, mi hijo es ochomesino, estuvo en incubadora y por eso le tengo tanto miedo a perderlo, así como a perder la memoria”.

Cada persona piensa, siente y vive diferente, por lo que todos tenemos miedos diferentes, pero todos son válidos, César también tiene sus propios miedos, relacionados con la vida propia y su curso.

“Yo le tengo miedo a una vejez indigna, lo pienso y se me corta la voz, no quiero vivir mucho, quiero vivir, mi madre decía lo mismo y cuando tuvo que depender de alguien eso fue más fuerte que la enfermedad, es algo a lo que le tengo mucho miedo y dolor”.

A esto, Lakshmi señala que tiene que soltarlo, ser honesto consigo mismo, pues tenemos que estar en paz con el nacimiento, crecimiento, desarrollo, florecimiento y muerte, ya que el miedo es no tener la certeza de lo que va a suceder, pero simplemente tenemos que fluir con la vida, ser responsables, conscientes y objetivos.

“También le podemos tener miedo a no tener dinero, a cómo pagar la renta, agua, luz, todos hemos vivido ese miedo, de no llegar a la quincena”, señaló, mientras César añadió a la lista el miedo a la inseguridad, hay miedos que no dependen de ti, como a nuestro gobierno, o a la naturaleza.

“Mucha gente quedó traumada por el sismo de 2017 –señala Lakshmi-. Yo estaba en Estados Unidos, hablando con un amigo, y de repente me dice: está temblando muy fuerte, háblale a tu hijo, y en eso se cortó la llamada… no había señal ni redes, estuve 50 minutos sin saber de mi hijo, con la incertidumbre y que no te conteste”, mencionó.

A manera de cierre, no tenemos el control de muchas cosas, pero sí podemos ser responsables de no andar como paranoicos, solo tener precaución incluso ante los desastres; también tenemos muchos miedos como sociedad, a lo que solo queda responsabilizarnos, cuidarnos y hacernos cargo. En la próxima entrega, Lakshmi y César hablarán sobre la vergüenza.

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