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  • ALEJANDRA OROZCO

Alcoholismo, enfermedad que afecta a toda la familia


Tuxtla.- El alcoholismo es una enfermedad sin cura, pero que se puede controlar y sobrellevar. Para esto, no solo es necesaria la voluntad del enfermo, sino también contar con una red de apoyo de amigos y familiares, aunque en algunos casos, también ellos requieren apoyo.

Para eso se crearon los Grupos de Familia Al-Anon, una confraternidad constituida por los familiares y amigos de los alcohólicos, que comparten su experiencia, fortaleza y esperanza con el fin de encontrarle solución a los problemas que tienen en común.

“Estamos convencidos de que el alcoholismo es una enfermedad y que frecuentemente, un cambio en la actitud de la familia puede ayudar a la recuperación”, señalaron representantes de esta asociación.

Al-Anon no tiene afiliación con ninguna secta o religión, partido político, organización ni institución; no toma parte en controversias y no apoya ni combate ninguna causa; el objetivo primordial es ayudar a los familiares y amigos de los alcohólicos con comprensión apropiada, para llegar a la madurez espiritual.

“Hacemos esto practicando los Doce Pasos, dando la bienvenida, ofreciendo consuelo a los familiares de los alcohólicos y comprendiendo y animando al alcohólico, Al-Anon es una hermandad compuesta de familiares y amigos de los alcohólicos que tratan de resolver su problema común, compartiendo sus experiencias y aumentando su conocimiento de sí mismos y del alcohólico”.

Es decir, Al-Anon tiene un único propósito, ayudar a los familiares y amigos de los alcohólicos, aunque no es una entidad no profesional, pues no ofrecen consejos ni terapias, tampoco están aliados con ninguna entidad, organización o institución.

Muchas personas acuden a Al-Anon independientemente de que el alcohólico siga bebiendo o no, por lo que el alcohólico que afecta la vida de una persona no tiene que ser miembro de AA, es una ayuda para la familia y amigos directamente.

El vínculo de los miembros con el alcohólico es muy variado, a veces es uno de los padres, un adolescente, o un hijo adulto, un esposo, pareja, hermano, abuelo o un amigo, todos los miembros pueden ofrecer y aprender de sus experiencias para recuperarse de los efectos de esta enfermedad.

Muchas personas dudan antes de asistir a este grupo por varios motivos, porque existe todavía el estigma de esta enfermedad; por ejemplo, la gente tiene temor a que se descubra que existe un problema de alcoholismo en su hogar, y entonces la familia queda atrapada en su enfermedad, la negación y el aislamiento pueden convertirse en una forma de vida y les resulta difícil pedir ayuda.

Cabe señalar que desde 1954, el alcoholismo ha sido reconocido por la American Medical Association (Asociación Médica Estadounidense) como una enfermedad crónica progresiva.

Miembros de Al-Anon se han dado cuenta de que no podemos controlar o cambiar a los demás y que nuestros esfuerzos por hacerlo solo nos llena de frustración y pueden empeorarlo todo, por lo que se trata de aprender a desprendernos emocionalmente al dejar de concentrarnos en el alcohólico y a concentrarnos en nuestra propia recuperación.

Muchos niños quedan afectados profundamente, ellos también sienten muchos de los mismos sentimientos de los adultos, incluyendo una sensación de pérdida, confusión y culpabilidad.

Por ello, en esta hermandad hay un segmento muy importante llamado Alateen, donde jóvenes de 12 a 20 años se reúnen para intercambiar sus experiencias y comprenderse a sí mismos y al alcohólico, esto les ayuda en su desarrollo personal y calma su manera de pensar, trastornada por su relación con el alcohólico.

Hay muchas preguntas frecuentes, por ejemplo, si se deben servir o no bebidas alcohólicas en el hogar; cada caso es distinto, pero esto no es aconsejable al comienzo de la sobriedad, depende de la reacción del alcohólico. Si le da lo mismo, sería aconsejable que nosotros también dejáramos de beber, pero esta es nuestra decisión personal.

Es bueno recordar que los afectados sufren los efectos del alcoholismo de otra persona, por lo que podemos asumir apenas pocas responsabilidades por él/ella; a menos que el alcohólico haya dejado la bebida, algunos alcohólicos pueden asumir responsabilidades más rápidamente que otros, pero la capacidad de un alcohólico que ha logrado la sobriedad puede ser ilimitada.

Después de que la persona alcohólica deje de beber, podemos ayudarlo siendo cariñosos, comprensivos y recuperándonos de los efectos del alcoholismo, que contagia a la familia, y una forma de ayudar a los hijos es convirtiéndose en miembro activo de Al-Anon y Alateen para enterarse como ha sido afectada la familia completa.

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