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Cuidados paliativos: ¿necesarios o extremistas?

  • ALEJANDRA OROZCO
  • 25 nov 2019
  • 3 Min. de lectura

Tuxtla.- En otros países del mundo, hay incluso leyes que protegen y agilizan los procesos para quienes deciden terminar con su vida a consecuencia de una enfermedad incurable que los hace sufrir, o alguna condición limitante, sin embargo, en México es un tema que nadie quiere discutir.

La llegada de la muerte cuando se produce por una enfermedad crónica, paralizante y terminal puede ser recibida desde un lecho de abandono y dolor, pero también desde otra perspectiva: los cuidados paliativos, un derecho humano para enfrentar el final del ciclo vital con dignidad y valentía.

En México, esta especialidad médica ha sido reconocida legalmente y tiene normas para su aplicación, pero mucha gente ignora no solo el derecho que le asiste para demandarla, sino incluso su existencia.

Aunque por mucho tiempo los cuidados paliativos se abordaron sólo desde la atención al dolor endémico y a la inminencia del fallecimiento por un mal incurable, una y otra visiones se aplican ya en un espectro mucho más amplio.

La especialista Mónica Osio, señala que los cuidados paliativos no solo se enfocan en el dolor, sino que su enfoque consiste en mejorar o mantener las mejores condiciones de vida para el paciente y para su familia ante una enfermedad que limita o amenaza su vida.

Esto no solo abarca la parte física, sino también los temas psicológicos, la problemática social e incluso aspectos espirituales, como la trascendencia, la necesidad de amar, de ser amado, de ser reconocido como persona, de ser tratado en forma digna hasta el último día de la vida, y del legado que quiere dejar.

La medicina paliativa se define como aquella que se utiliza cuando ya no hay perspectiva de curación, aunque algunas de sus herramientas son útiles y aprovechables para enfermedades no necesariamente mortales a corto y mediano plazo.

Por ejemplo, los pacientes con cáncer de mama, estadio 2A o 2B que es potencialmente curable, pueden recibir a través de los cuidados paliativos la terapia de soporte, controlar náuseas, dolor y otorgar apoyo psicológico, entre otros, pues existe expectativa de curación.

Un tratamiento integral

El tratamiento paliativo siempre será multidisciplinario; por ley deben participar un experto en esa especialidad, así como un algólogo, un anestesiólogo, una enfermera, un experto rehabilitador, el médico tratante, un sicólogo y un trabajador social, todos para el mismo paciente.

Institutos como el Mexicano del Seguro Social y el de Seguridad y Servicios Sociales, así como hospitales de tercer nivel de la Secretaría de Salud disponen de áreas específicas para dar estos cuidados, pero están muy lejos de cubrir el universo de enfermos para quienes recibirlos sería la diferencia entre irse bien de la vida o hacerlo como una tragedia cruel y dolorosa.

En julio de 2018, el Consejo General de Salud publicó la Guía de manejo integral de cuidados paliativos, que documenta que las enfermedades no transmisibles y/o crónicas (cardiovasculares, cáncer, respiratorias crónicas y metabólicas) son por lo general de larga duración y con progresión generalmente lenta.

En el mundo, 40 millones mueren cada año a causa de esos padecimientos, es decir, el equivalente a 70 por ciento de las muertes que se producen en el orbe, y de esos decesos, 15 millones son de las llamadas prematuras; esto es, de personas de 30 a 70 años.

De esta forma, el diagnóstico tardío y el deseo de recibir tratamiento curativo, independientemente de las posibilidades de beneficio, en ocasiones excluyen instrumentar un manejo oportuno de cuidados paliativos con los cuales un porcentaje importante de pacientes con enfermedades no transmisibles podrían aliviar su sufrimiento y mejorar su calidad de vida.

Eutanasia y cuidados paliativos, cosas distintas

Según los especialistas, paliativo no implica que morirás cuando lo diga o lo decida el paciente, sino que los cuidados de este tipo deben ofrecerse ante la existencia de una enfermedad que en algún momento tendrá como consecuencia la muerte.

Se trata sólo de mantener ese camino lo más tranquilo y suave posible para que la naturaleza de una enfermedad no lleve a quien la vive, por los rincones más desagradables, como no poder respirar, sentir mucho dolor, alcanzar estadios de demencia, no dormir o comer y otras cosas que le ocurren al paciente que está a punto de fallecer.

Sin embargo, aunque los cuidados paliativos están en la ley, la gente no sabe que tiene derecho a ellos; es más, existen autoridades hospitalarias que no saben que es un derecho, y eso es terrible.

Si bien resistirse no evita el proceso de morir, dolor y sufrimiento son cosas distintas, para el primero está la algología y para el segundo los cuidados paliativos. Resistirse a la realidad es para alguien, en la fase terminal de su vida, un sufrimiento añadido innecesario... toda persona tiene derecho a morir con dignidad.

 
 
 

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