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  • ALEJANDRA OROZCO

Erick nadando contra las adversidades institucionales


Tuxtla.- Erick Morales es un chico de 15 años que ha sorprendido a sus médicos, padres, amigos y a sí mismo, pues padece hemofilia y esto lo acercó a la natación, que primero practicaba como terapia y ahora, es su pasión, incluso tiene su vista puesta en las Olimpiadas.

Sin embargo, problemas dentro de la Asociación de Natación del Estado de Chiapas (Anech) lo llevaron a ser suspendido por dos años, sin motivo aparente, por lo que no puede afiliarse a ningún club en este periodo, ya que fue entrenado por Carlos Moreno en la alberca de la UNACH.

Problemas sin causa aparente

Otilio Morales, papá de Erick, señala que está feliz y orgulloso de lo que ha logrado su hijo, sin embargo, es lamentable que por la situación del deporte en el estado, se esté limitando su capacidad. Cabe recordar que actualmente no le fue permitido escoger el club al cual desea pertenecer, aún teniendo en cuenta que es un derecho con el que cuenta.

“Es triste que un deporte tan bonito se esté acabando por los intereses personales de ciertas personas, Morsas solicita la suspensión del profesor y de los cinco niños, la asamblea general por unanimidad toma el acuerdo y confirma la suspensión de todos, por ‘robarse’ a los chicos, por ‘piratearlos’, aunque la finalidad a mi punto de vista es perjudicar al profesor, los pasa a traer”.

Erick pertenecía al club de la unidad deportiva del IMSS, el Panchón Contreras, donde realizaban una aportación económica como todos los niños, ahí entrenaba toda la semana, pero se fue a Master Center para mejorar sus entrenamientos y cayó en este problema, que no es tanto responsabilidad de la institución, sino de las personas que la administran.

Por estos hechos, ya hay una denuncia ante la Fiscalía, pues su papá considera que hay una pauta para defender a Erick, quien sigue entrenando pero por cuenta propia, ya que la natación es terapia para su hemofilia; se trata de su salud, si fuera cualquier otro niño dejaría de nadar y no pasa nada, pero a él le afecta, pues la natación le ayuda a evitar sangrados y reforzar sus articulaciones: no se trata de algo ilícito, sino que es cuestión de salud.

“La CNDH ya dio vista a la CONAPRED de esta situación, porque contamos con los argumentos, esta suspensión está fuera de contexto, no le encuentro sentido. Le pido a Juan Manuel del Pino, quien está a cargo, que revise este caso, al igual que la Federación Mexicana de Natación porque no es el primer caso, hay varios antecedentes, pero por el gasto y el tiempo para las denuncias, otros papás no le han dado seguimiento”.

Al principio, Erick no pensó que iba a ser tan grave, siente tristeza y coraje por lo que causó lo que hicieron estas personas. “No me gustó porque me hubiera gustado seguir en el club, tuvimos la baja y ese problema, si salí de Morsas fue para mejorar, porque no tenía un gran avance y busqué otras formas, el IMSS fue una plataforma y un gran apoyo; espero que se solucione, no debería afectar a nadie, siento que fue por rencor”, considera.

Su papá, Otilio,, reconoce al profe Carlos, pues no cualquiera cruza el Canal de la Mancha, aparte de que él también nada con un mensaje de prevención y de salud. “A las autoridades que he tocado, como la Fiscalía, les pido que se enfoquen, no estoy inventando nada, los hechos hablan por sí solos, la Anech se rige por una normativa interna, no con la federación o con alguna ley, no me explico una decisión tan drástica”.

Erick, sin bajar los brazos

El joven nadador no ha bajado los brazos y sigue entrenando a tal punto que ha mejorado sus marcas, ahora registra un tiempo en dorso de 39.02 segundos en 50 metros, 34 segundos en mariposa, 31 en crol y 46 en pecho.

“Si no puedo colarme a los selectivos para las olimpiadas de 2020, será para 2024. Sueño con llegar a las Olimpiadas, esforzarme y dar lo mejor de mí en cada competencia, mejorar mis marcas”, señala.

A Erick le detectaron hemofilia a los siete meses de edad, un trastorno en la sangre que a raíz de un golpe o lesiones comunes dispara más la sangre y no coagula, por la falta de factor 8.

Desde hace dos años, en el Hospital de Especialidades Pediátricas les enseñaron a poner el factor, primero a su mamá y luego a él, luego les dieron un permiso para llevarlo a la casa y aplicarlo tres veces por semana.

Un ejemplo para otros niños

A raíz de su progreso, Otilio y Erick han invitado a otros pacientes del Pediátrico con el mismo padecimiento a practicar natación, por lo que los demás papás se sienten muy contentos y motivados, ver el progreso de Erick fue una gran alegría para ellos.

“Mientras más entrena es más la exigencia, tiene que competir fuera, entrenar más, empezó como terapia y en mi vida me imaginé que iba a superar las dificultades de la vida, superó los golpes y lesiones después de la cirugía de rodilla, y han sido más las exigencias para él y nosotros”, señala Otilio.

Ambos siguen pendientes de que los niños naden en la alberca del Parque del Oriente cada viernes, aunque ahora solo les permiten hacerlo una vez al mes, para esto en el hospital les aplican el factor para poder entrenar, son de 6 a 12 niños constantes de los 35 que hay en el hospital.

“Me siento muy bien, ya que ellos me ven y quieren superarse, me gusta verlos bien. Yo fui uno de los primeros pacientes, soy el paciente 201 y me conocen los doctores, han visto mi crecimiento, no solo ellos sino también los enfermeros, siempre están fascinados, me ven y no lo creen, tanto el ortopedista como el hematólogo o dentista me ven con asombro”, dijo.

Finalmente, enviaron saludos a su fisioterapia Noé, al hematólogo Efraín Aquino, a la dentista Joselin, a la enfermera Betsy, Sandrita, y a todas las demás, que cuando lo ven se alegran, pues por sus entrenamientos ya solo llega a cita, y seguirá luchando por hacer sus sueños realidad.

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