- RUBÉN PÉREZ
Aves, lo que más recibe el ZooMAT en rescates
Tuxtla.- El Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT) recibe al año entre 250 y 300 animales que fueron abandonados por sus propietarios o que fueron asegurados por las autoridades ambientales en distintos operativos de Chiapas.
De estos animales, explicó Carlos Guichard Romero, director operativo de ese espacio, la mayor cantidad corresponde a aves de la especie de los psitácidos —entre ellos cotorros, loros y guacamayas—, además de mamíferos como tejones, monos, mapaches, zorras y pequeños felinos, aunque la especie cuya atención incrementó es la de los reptiles, y son tortugas las que más se ha recibido para su rescate.
“Durante muchos años los animales que han sido rescatados o abandonados fueron donados al zoológico, pero con el cambio de las normativas y de las leyes ahora se tiene que cumplir con ciertos protocolos para poder recibir un ejemplar rescatados o abandonado” mencionó Guichard Romero.
Ello ha generado que, para dar atención a las especies recuperadas o donadas, se tenga que cumplir con los protocolos que marca la Ley Ambiental y los lineamientos de la Semarnat y Profepa, refirió.
“La Semarnat y Profepa no tienen suficientes espacios para el manejo de los animales rescatados por lo que el zoológico a través de su programa permanente de rescate de animales los recibe”, mencionó.
Sin embargo, al ser uno de los principales centros que cumple con todas las normas para atender este tipo de caso, se ha llegado al límite y en los últimos años han padecido de saturación.
“En este último año hemos estado recibiendo menos animales porque nuestras instalaciones ya están saturadas y no tenemos espacio, ya la Profepa las canaliza a otra UMA o zoológico” mencionó.
La saturación se debe, dijo, a que la mayor parte de esos animales que entran a un proceso de recuperacioń y adaptación fueron decomisados y tiene que pasar por proceso legal para su destino, ello genera que pasen más tiempo en resguardo dentro de ZooMAT.
Aunque existen casos en que los ejemplares no están bajo ninguna carpeta de investigación y concluyendo su recuperación son liberados, puestos en exhibición o enviados a otros zoológicos que puedan atenderlos.
“Un porcentaje importante de estos animales que se reciben llegan con algún tipo de lesiones físicas y con altos grados de desnutrición o deshidratación, y lamentablemente a veces fallecen porque no terminan de recuperarse”, manifestó.
Toda esa atención, dijo el director del ZooMAT, genera gastos y se hace todo el esfuerzo para que el presupuesto destinado para ello se maneje de manera eficiente y contribuya en la recuperación de esas ejemplares. Una parte importante del presupuesto destinado para la alimentación de los ejemplares se ocupa para el cuidado de este tipo de animales recuperados, dijo.
“Estamos hablando que de los casi 4.5 millones de pesos al año, se gasta alrededor de 2 millones en mantener y alimentar a esos animales que nos llegan; Si nosotros nos dedicáramos a cuidar exclusivamente los animales que tenemos en exhibición podríamos ahorrarnos casi la mitad del presupuesto que tiene el zoológico, pero el compromiso es la conservación y la atención de estos ejemplares es parte de ello”, indicó.
En todo ese esfuerzo, dijo, no se debe ver el valor económico sino el valor de la conservación, porque si no lo hace el zoológico esos animales estarían condenados a morir y el destino sería catastrófico, “por eso podemos decir que es un gasto totalmente necesario” precisó Guichard Romero.
“No sólo se gasta en mantenerlos, sino que se gasta en medicamentos, personal, transporte, trabajo de campo y en ese punto el gobierno del estado hace un esfuerzo importante para destinar para la conservación”, apuntó.
Todo ese trabajo de cuidado y conservación que hace el ZooMAT le ha valido para recibir reconocimientos de organizaciones internacionales, al grado de ser considerado como uno de los mejores zoológicos del Continente Americano.
“El esquema de los zoológicos ahora ha cambiado, se tiene que entender que no son lugares en donde solamente viene la población a divertirse y tener momentos de esparcimiento; se tiene que tener también el concepto de conocimiento”, destacó el biólogo.
A este centro se le tiene un reconocimiento muy especial a nivel internacional por ser uno de los más avanzados en los que debe ser un zoológico moderno; estos espacios ya no deben ser solo centros donde se tengan a los animales y se hagan espectáculos sino que se tiene que cumplir principalmente con la parte de la conservación, concluyó.
