- ALEJANDRA OROZCO
Alma Rosa Cariño, precursora de la primera Fiscalía de la Mujer
Bienvenidos y bienvenidas a un jueves más de entrevista, con una persona muy querida, admirada, que tiene toda una experiencia en muchos temas, fue la primera fiscal de la mujer, además es abogada, notaria, presidenta estatal de la organización nacional 50 más 1, quien compartió sus historias y platicó con nuestras anfitrionas Paulina y Ale sobre esas historias que han hecho y han construido las mujeres, ella es Alma Rosa Cariño.
“Creo que las chiapanecas no solamente podemos decir que somos aguerridas, sino que tenemos muchas ganas de reorientar cuestiones que, con nuestra vivencia, nuestra experiencia, o con una opinión, una asesoría, pudiéramos apoyar a otras mujeres, a otras adolescentes, y muchas veces a otros hombres que han pasado por alguna cuestión de violencia”, dijo.
Sus inicios en el feminismo datan del 94, cuando en el levantamiento armado, le toca ser el área jurídica para el pago de viudas y huérfanos, mujeres cuyos maridos habían caído en aquel levantamiento armado y por un fideicomiso creado por el gobierno federal y estatal les correspondía una indemnización, ella era la chiapaneca que tenía que decir, le corresponde a la señora, y le hacían pedirle sus documentos, pero ¿de dónde? la mujer iba a agarrar el acta de defunción del marido, y eran 15 mil pesos que le correspondían, tasar la muerte de alguien era complicado, pero era una indemnización.
“Luego exigía a la gente que se pagara mediante un cheque, y la señora, que no sabía escribir ni leer, preguntaba, ¿y este papel qué es? Yo quiero paga, entonces vemos en esas desigualdades que uno dice, me pongo en los zapatos de ella y tienes que hacer algo, no por ti misma, es por todas, porque yo creo que cuando das un paso a nombre de todas, vas abriendo un camino, algo que va a alcanzar, sobre todo que se llama justicia, entonces el 94 fue un año para tomar decisiones de entrar al feminismo, yo recuerdo que las compañeras de San Cristóbal, había mucha gente que había venido de México y se quedaron y todavía están allí y las conocemos, nosotros hemos coincidido, también estaban haciendo sus pininos cada quien dentro de lo que podía hablar y decir, con un lenguaje muy limitado, porque no estábamos visibilizadas como ahora, no se hablaba de un derecho, en la ley no estaba lo que ahora encontramos como la paridad, la igualdad, los mismos derechos, la ley de acceso, es más, la violencia familiar estaba permitida, estaba normalizada”, señaló.
Todas estas violencias no estaban en el código, no había castigo, era algo privado, pero muchas mujeres, en muchos trabajos, trazaron esa línea para que algo se pudiera hacer, un granito de arena, cree que fue un avance en algo, de alguna manera todo ese proceso que tuvo, todas esas necesidades que se encontró con mujeres que habían sido violentadas, que estaban pasando por esa situación, la hicieron empática a la situación, todo esto es un precedente para que hoy exista una Fiscalía de la Mujer, la primera que existió en todo el país, y fue propuesta de Alma.
“Yo creo que tenemos que tener gobiernos empáticos, que coincidan con las necesidades por las que atravesamos y en ese momento las estadísticas que teníamos a la vista eran altas, tuvimos un gobierno que volteó a ver ese proyecto, ese programa y calificó de que adelante, fue el gobierno de Juan Sabines Guerrero, en ese gobierno se crea la Fiscalía de la Mujer y me da la gran oportunidad de ser la primera fiscal, que se oye bonito, pero es como cuando te entregan algo y moldéalo, muy difícil porque llegas, como muchas lo sabemos, sin presupuesto, sin recurso humano y construye de ceros, hacer magia, poco a poco se va construyendo y escuchando muchas voces y yo agradezco a todas esas mujeres que sin recordar nombres ni mencionarlos llegaban a exigir, a golpear la mesa que era lo que querían porque era importante hablar del abuso sexual”.
Dentro de lo que más recuerda, es una mujer de Villaflores que a su hija de 12, 13 años, un hombre a caballo pasó, la levantó, se la llevó y regresó para decirle que le daba cinco mil pesos, pero que ya firmara porque no había delito, en el código de Chiapas estaba que el rapto, si otorgabas el perdón, era permitido, entonces no solamente había que ser fiscal, sino cabildear, acercarse al legislativo para decirle que necesitaban una reforma, y es muy triste cuando del lado del legislativo no hay una concepción, no hay una información de lo que es la visión de género, porque la tiraron a loca, fueron diputados, había diputadas, pero no sabían qué era.
“Tuve un caso de que una chica fue violada y para integrar una carpeta de investigación necesitas que tenga una valoración ginecológica que determine que hubo un peritaje, entonces tenía que ir a hacer sus valoraciones ginecológicas, su peritaje a la novena sur, ahí estaba otra fiscalía que tenía la psicóloga, la trabajadora social y el doctor, pero la chica no tenía dinero, no te digo para su taxis, era otra fiscalía, era burocracia, como ahora ya sabemos que es revictimizar, que es la violencia institucional, la persona que está recepcionando la denuncia no tenía una capacitación con perspectiva de género, entonces le preguntaba cómo fue, y le tenía que platicar todo el escenario, cuántas veces, por qué, con un lenguaje desagradable para una mujer que ha sufrido una violación, eespués de estar dos horas allí le dan un papel para que vaya a la novena sur, que ahí estaba el médico y la psicóloga y la trabajadora social, llegaba y por supuesto que no la estaban esperando, salió a comer, venga usted en la tarde o mañana, pero mejor si no se baña ni se cambia la ropa para que así el doctor lo pueda mirar bien, imagínate todo eso físicamente que es traumatizante”, dijo.
El que la tenía que explorar era un médico hombre que tampoco sabía nada de perspectiva de género, tal vez era brusco, o tal vez victimizaba para decir te pasa esto, por esto, o cuándo fue la primera vez, porque esta no era la primera vez, culpando a la víctima, una situación desagradable para una mujer, no les costaba nada no solamente tener la estadística, sino pedirle a un gobierno como el que estaba en turno una oficina donde estuviera la psicóloga, la trabajadora social, la médica, no había una especialización, no podías hablar otra cosa más que las que conocían, reorientarlas y decirles, cuando venga nada más le vamos a preguntar esto y quiero que mientras la Ministerio Público Mujer esté recepcionando, que lo escuche también la trabajadora social y que la psicóloga, para que no tenga que repetirlo una y otra vez.
“Y mientras eso pasa, cuando es violencia familiar, la señora va con sus hijos y son menores de edad, entonces que los hijos tengan un espacio chiquito, en donde puedan jugar y no vuelvan a escuchar lo que su mamá está hablando, lo que su mamá está diciendo que le hizo su papá, al fin y al cabo es su papá, para eso necesitamos gente de trabajo social o psicólogas que estén ayudando a los niños a colorear, a contarle un cuento, a platicarles otras cosas mientras que la mamá denuncia, que en un solo techo estuviera todo eso, pero también hubiera un espacio para que la mujer pudiera decidir, yo a mi casa no regreso, como un refugio, una casa de tránsito ahí mismo, es más, esa notificación ella misma se lo iba a entregar a su esposo, la sometes a un riesgo grave, crear esa área era un sueño, se dio un primer paso, ahí está el decreto de creación y podemos buscarlo en transitorios, porque a mí me dijeron está muy bonito, suena muy bonito pero recursos no hay”.
Hoy en día, ya se cuenta con otros factores, está la Fiscalía de la Mujer, al lado tiene el CEJUM que es el Centro de Justicia para las Mujeres, hay abogadas, trabajadoras sociales, incluso ya cuentan con Cámara Gessel para las niñas y los niños que tienen que declarar, sin embargo aún hay mucho por hacer, reconoce que se ha avanzado, no como quisieran las feministas, las mujeres, las que tienen un litigio, un caso, pero algo se ha avanzado, cuando menos cree que tienen que aumentar el presupuesto, hay que preguntarle a la Fiscalía de la Mujer cuántos ministerios públicos hay, si hay 10 y llegan 30 denuncias diarias, cada una trae un montón de expedientes, pueden vivir ahí en la Fiscalía, hay guardias, la recepción, pero el seguimiento es lo complicado, luego viene la queja de que no hacen su trabajo, que no hay justicia, un poco a propósito del debate sobre la Reforma Judicial, también ver cómo se dota de suficiente presupuesto.
“Estamos hablando de niveles donde están las ministerias, las agentes investigadoras que realmente tienen sueldos, sueldos paupérrimos, no tienen ni siquiera horas de vacaciones, violencia incluso dentro de las jueces a las trabajadoras, el acoso sexual, el acoso laboral, si tienen una jefa o un jefe que es violenta, porque no se apuran o porque era un caso que estaba recomendado verdaderamente, estamos hablando de Tuxtla Gutiérrez, pero qué estará pasando en Pichucalco, en Palenque, en Tapachula, hay otras fiscalías de distrito, y vete un poco más, los municipios indígenas, si nosotras como mujeres que estamos con la visión violeta, con esa exigencia, no lo decimos, yo creo que no avanzamos”.
Añadió que tenían presencia, no en todos los municipios, sí en todos los distritos judiciales que son siete o nueve, un ministerio público especializada solo para estos temas, una psicóloga, una trabajadora social, una médica y un espacio, todos los MPs pueden estar afuera, pero los de mujeres, ahí nada más, pero ahora no funciona así, por ejemplo, una usuaria que va a ir a denunciar a Comitán, tiene que ir a la Fiscalía de Comitán, la de Pichucalco a la Fiscalía Norte, la de San Cristóbal a la Fiscalía de Altos o a la Fiscalía Indígena, y solamente existe una Fiscalía de la Mujer, especializada al 100 por ciento y totalmente, pero si una mujer de Comitán quiere venir a denunciar a otro municipio, no se lo permiten porque le dicen que tiene que ir a su distrito, y si en esa fiscalía no hay especialistas como un departamento, incluso pequeño, que atiendan única y exclusivamente el tema de las mujeres víctimas de violencia, ahí está la situación.
Como directora de refugios, a Pau le tocó hablar con los fiscales, siempre tuvo muy buena apertura, pero la distancia, llevar a la usuaria hasta Pichucalco, Palenque, Tapachula, San Cristóbal o donde sea, en esos espacios había gente especializada, pero llegan las mujeres y dicen, no, no es así, lo quitemos, tratando un asunto en Cejum, pasando por la fiscalía, al menos la de Tuxtla, dicen que el servicio, de un 100 por ciento le dan un 85 por ciento, hay áreas de oportunidad, del trato, que a veces sí terminan re victimizando, la Ministeria Pública, uno de los subdirectores es hombre, se suponía que era un tema donde sólo tenían que estar mujeres, porque siempre da un tema de vergüenza, de pena, porque se habla de cosas íntimas muchas veces, pero sí ven cosas.
“Yo sí quiero hacer un reconocimiento público para ti, pero también para todas y reconocernos todas, porque de verdad, que yo sea usuaria de aquello que también hemos impulsado, quieras o no, te hace ver y decimos, gracias a esas mujeres que han sido y que hemos sido parteaguas, que otras estuvieron antes de nosotras, que hemos roto techo de cristales, y que tradujeron las ideas en política pública, en que se ve, pero sobre todo que todos los asuntos los tratan con todo el profesionalismo, no importa si tienes dinero o no tienes dinero, eso me parece sumamente importante de estos centros de justicia, tengo otra persona que a lo mejor no tiene el mismo nivel socioeconómico y sé por su experiencia que el trato también ha sido bueno, la atención, ahí yo puedo ver que hay un estándar de atención, o sea,m, no te pueden discriminar porque eres pobre o porque tienes un buen ingreso, de eso se trata también el centro de justicia”.
Añadieron que no es lo mismo que llegues a denunciar un robo, que llegas con coraje, a cuando llegas a denunciar destrozada a tu propia pareja, a tu papá, hermano o abuelo si son esos delitos de realización oculta, por la experiencia que tiene de una denuncia de abuso sexual y de realización oculta, es muy complicado porque no es como que tú sabías antes para llevar una cámara oculta, no sabes que tu jefe o tu amigo te va a acosar o va a abusar de ti, se supone que las cuestiones que determinan esto son los dictámenes psicológicos, victimológicos, pero pasar por un proceso de estos como directora de refugios, muchas mujeres al final del día, a pesar de tener todo el acompañamiento, como el proceso es tan largo terminan desistiendo, es cansado y agotador, incluso un momento en que la mujer podía otorgar el perdón a su marido antes de girar la orden de aprehensión.
“Yo creo que en estos 17 años hemos avanzado, son espacios muy buenos que han tenido para que las mujeres denuncien, el denunciar no es una cosa fácil, yo siempre he pensado que no es solo mandar a que alguien denuncie, hay que conocer el contexto, porque una mujer que denuncia se vuelve más vulnerable todavía, porque su agresor la conoce y sabe que lo están investigando, entonces alguien más tiene que hablarles de las medidas de protección, yo quiero regresar a mi casa, pero que el hombre ya no esté en mi casa, que no se acerque a mi centro de trabajo, todo eso se transforma en presupuesto, que se transforma en personal, en pagos”, comentó.
Finalmente, dijo que 50 más 1 significa un espacio no de acompañamiento, sino de asesoramiento, de conjuntar voluntades para construir algo mejor para las mujeres, una esperanza más, hacer comunidad.
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