top of page
  • ALEJANDRA OROZCO

Annie, partera tradicional tuxtleca

Tuxtla.-  Annie Elizabeth Cáceres Solórzano, mejor conocida como doña Ani, lleva 45 años desempeñando la partería tradicional, oficio que heredó de sus abuelas y su bisabuela, aunque asegura que no sabía que lo traía, sin embargo lo ha puesto al servicio de generaciones de mujeres que le han confiado la etapa más bella de sus vidas.

Cuando doña Annie se casó, se enteró de que su suegra también era partera, pero no pasaba por su mente dedicarse a esto, confía en que Dios pone todo, fue así como un día, su suegra se accidentó y empezó a ayudarla en los partos, ahí se quedó, se capacitó y empezó esta labor tan hermosa que Dios le regaló.

"Traer una vida es algo muy emocionante primero, y la gran responsabilidad que uno adquiere al recibir esas vidas y la mamá que confía en nosotros, poniendo su vida y la de su niño en nuestras manos”, expresó.

Lamentó que se hayan perdido muchas costumbres hoy en día, pues recuerda que anteriormente sus abuelas, mamás y todos sus familiares venían tradicionalmente con una partera porque se suponía que era la mejor en atención de partos.

“Esto del parto humanizado no es nuevo, ya lo traía uno, tratando a la señora con respeto, con cariño, como si fuera un familiar, eso es lo que se ha perdido en los hospitales, darles ese cariño como ellas nos lo dan al poner su vida en nuestras manos, es tratarlas con amor”, señaló.


Actualmente, reconoce que ha bajado el número de atenciones que brindan, porque la situación económica ha empeorado, dice que el gobierno ha puesto muchos hospitales de parto humanizado donde a las pacientes no les cobran, en cambio ellas sí porque es su vocación pero también su fuente de sustento, es algo mínimo pero sí reciben un pago por este trabajo.

Año agradece a Dios haber tenido la visión y aprendido cuándo puede atender un parto y cuándo no, si no puede o no va a su nivel, no duda en mandarlas a un hospital, pues sabe reconocer sus limitaciones.

"El cariño que me da la gente, el cariño y la emoción de ser partícipe de recibir una vida es algo que a pesar de que llevo años en esto todavía no dejo de emocionarme al recibir un bebé", compartió.

Incluso, ya perdió la cuenta del número de partos que ha atendido, sin embargo la sigue abordando la misma emoción, la alegría de verlos nacer, actualmente gracias a la tecnología utiliza las herramientas a su alcance para tener un diagnóstico apropiado, sin dejar de lado todos los saberes ancestrales que ha heredado.

"Llevamos una capacitación, y de no saber yo creo que eso es un mito, porque sí aprendemos, aunque no tengamos teoría, lo que los médicos tienen, nosotras tenemos la experiencia, y con nuestras manos aprendemos a sentir partes del bebé cuando está en el vientre de la mamá, y captamos cuando hay un riesgo en la madre, en el bebé", señaló.

También dijo que las consultas que brinda y todo el seguimiento prenatal, es complementado con análisis de laboratorio y los estudios necesarios para evitar muchos problemas de salud, así como detectar los riesgos a tiempo y referirlas a una unidad médica.

Aunque su oficio pareciera estar quedando obsoleto ante la tecnología, doña Ani es sinónimo de confianza y atención personalizada, por eso confía en que seguirá dedicándose a esta labor, donde desempeña su don, hasta que Dios le preste vida.

24 visualizaciones
Banner GOB.jpg
Banner 950x125.jpg
bottom of page