Aumentan nacimientos prematuros por pandemia

Tuxtla.- Se considera un bebé prematuro a todo aquel que nace antes de las 37 semanas de gestación, hay muchas causas y consecuencias para este tipo de partos, y cada 17 de noviembre se conmemora su día a nivel mundial.

Nayeli Hernández Jiménez, médico pediatra adscrita a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del Hospital Regional Pascacio Gamboa, señaló que de enero a octubre han registrado un promedio de 19 nacimientos prematuros al mes, cifra que oscila entre los 15 y 29 debido a diversas causas.

“Mal control prenatal, madres con enfermedades como preclampsia, eclampsia, diabetes gestacional, procesos infecciosos y en muchas ocasiones hemos notado, en este año sobre todo, que el nacimiento prematuro aumentó por el proceso de Covid-19”, señaló.

Es decir, el virus propicia el nacimiento prematuro, pero también puede ser un factor el estrés que provoca el confinamiento y la falta de control prenatal, por diferir las consultas como medida de pandemia.

El incremento es notable, pues el año pasado registraron entre 12 y 18 casos mensuales, y ahora alcanzaron un máximo de 29 en septiembre, es decir, aumentaron en un 50 por ciento.

La tasa de supervivencia de un bebé prematuro depende de su edad gestacional y peso al nacer, a menos semanas, más complicaciones pueden presentar, se considera que a partir de las 30-32 semanas tienen más posibilidades de vivir.

“Entre las consecuencias se encuentra la dificultad para respirar por sí solos, bajo peso, no regulan bien la temperatura, riesgos de infecciones, falla hemodinámica por procesos infecciosos, que son de las causas que propician un parto prematuro”, señaló la especialista.

Sin embargo, la buena noticia es que la lactancia materna exclusiva (LME) en estos casos es impresionante, ya que disminuye el riesgo de infecciones como enterocolitis, anemias, y refuerza el lazo mamá-bebé, así como la técnica de mamá canguro, que favorece el apego, y si el bebé no puede succionar, toma el calor de mamá a bebé.

Las incubadoras también resultan importantes y cumplen con distintas funciones según sus condiciones, entre ellas los mantiene calientes porque no saben hacerlo por sí solos, y cuando lo intentan, pueden quemar calorías o perder peso.

Mamás en pie de lucha

Karla Gutiérrez tiene 34 años, y su bebé nació de seis meses de gestación porque ella padecía preclampsia, sin embargo, en mes y medio va avanzando favorablemente.

“Ha subido más de peso, porque llegó a pesar 920 gramos, ahorita pesa un kilo 450, entonces ya es bastante... Lo que le falta es que respire un poquito más por él solito y el peso, todo lo demás está bien gracias a Dios”, nos cuenta.

Yadira Palacios, de 41 años, también tuvo a su bebé a los seis meses de embarazo, porque se le reventó la fuente y se estaba quedando sin líquido amniótico.

“Nos dijeron que eran pocas las esperanzas que nos daban, pero él ha sido muy fuerte y el es el que nos da ánimos de salir adelante, gracias a Dios él está luchando y él nos da fuerza, porque hay que tener mucha fuerza para verlo y nosotros también darle el ánimo que necesitan ellos allá adentro”, señala.

En el caso de Miriam González, de 33 años, su bebé nació de 6.5 meses y lleva 73 días en la incubadora, la esperanza es lo que la ha mantenido de pie, y ahora ve más cerca el momento de poder llevarlo a casa junto con su esposo.

“Me siento muy contenta porque he visto el avance que ha tenido mi bebé, porque en un principio cuando lo vi por primera vez estaba muy pequeñito, entonces nos entra una melancolía o una tristeza de que ver a nuestro bebé muy pequeñito y pensar va a vivir, nos entra esa incógnita”.

Cada bebé prematuro es un guerrero desde el momento de venir a la vida, hay muchos casos milagrosos y en todos, juega un papel muy importante el trato médico, los cuidados de los padres y el amor que les puedan transmitir para darse fuerzas mutuamente y seguir luchando.