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Capibaras: de roedores sudamericanos a estrellas virales

  • REDACCIÓN
  • hace 8 minutos
  • 3 Min. de lectura

Tuxtla.- El capibara (en latín Hydrochoerus hydrochaeris) es el roedor más grande del mundo.

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Tiene un cuerpo robusto, patas parcialmente palmeadas —ideal para nadar—, pelaje de tonos entre rojizos y marrones, y una cabeza con ojos, orejas y nariz situados en lo alto, lo que le permite mantener alerta su rostro aún cuando el resto del cuerpo está sumergido. Su dieta es herbívora: consume pastos, plantas acuáticas y vegetación ribereña. 

Hábitat y modo de vida.

Los capibaras son semiacuáticos: pasan mucho tiempo en cuerpos de agua —ríos, lagos, pantanos o zonas inundadas—, así como en sabanas húmedas o pastizales cercanos al agua. Su distribución natural abarca buena parte de Sudamérica, desde el este de Panamá hasta el norte de Argentina.

Viven en grupos sociales. Muchas veces se les ve en manadas que les ayudan a protegerse de depredadores —como grandes felinos o caimanes—, aprovechar mejor su entorno y compartir los recursos. 

Origen y contexto histórico

Aunque la especie actual de capibara es la que conocemos hoy, sus antepasados tienen historia antigua. Entre sus parientes extintos se encontraba un “capibara gigante” —mucho más grande que los actuales— que habitó América hasta aproximadamente el fin de la última glaciación (alrededor de hace 10 000 años). 

Ese pariente extinto medía más de 70 cm al hombro y podía pesar hasta 140 kg. 

Con el paso del tiempo, cambios climáticos y ecológicos, así como presión de depredadores y humanos, pudieron influir en la desaparición de esos gigantes. 

Los capibaras modernos —adaptados a ambientes acuáticos y semiacuáticos— heredaron parte de esa larga historia evolutiva, sobrevivieron a cambios ecológicos y se distribuyeron por diversos ecosistemas sudamericanos. 

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¿Por qué los capibaras se hicieron tan populares hasta hoy?

La fama actual del capibara es relativamente reciente, y tiene mucho que ver con la cultura de internet y redes sociales. 

Algunas razones clave:

Su naturaleza tranquila y social —los capibaras suelen convivir pacíficamente con otros animales— les da una imagen casi zen, que transmite calma, lo que hoy muchas personas buscan como un refugio simbólico del estrés cotidiano.

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Su apariencia: su cuerpo regordete, cara amable y actitud relajada los hace ver adorables, simpáticos, “tiernos”. Eso los convierte en sujetos ideales para memes, videos y contenido visual atractivo. 

El poder viral de las redes sociales: en plataformas como TikTok e Instagram, los videos y memes de capibaras relajados, conviviendo con otros animales o simplemente “chillando” se volvieron populares. Esa popularidad en línea ha disparado su visibilidad global.

Su simbolismo cultural: para muchas personas representan calma, tolerancia, convivencia pacífica y una vida sencilla; valores que resuenan en tiempos modernos —lo que impulsa su uso en memes, productos, ilustraciones y como “fetiche” cultural de estilo de vida relajado.

Por estas razones, el capibara pasó de ser un roedor sudamericano relativamente desconocido para muchos, a convertirse en un fenómeno global de internet, cultura pop y, en algunos casos, símbolo de ideas como tranquilidad, coexistencia pacífica y nostalgia por lo natural. 

De desconocidos a virales.

Hoy, el capibara no es sólo un animal —es un símbolo: de serenidad en medio del caos, de convivencia con la naturaleza, de la ternura inocente que muchos buscan en redes sociales. Su popularidad invita también a reflexionar sobre la relación entre humanos y fauna silvestre, la conservación de hábitats naturales y la importancia de respetar a estos animales más allá de su imagen adorable en internet.

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