Celebraciones de San Juan Bautista en Chiapas

Tuxtla.-  El 24 de junio, Chiapas se viste de espiritualidad, tradición y cultura para celebrar a San Juan Bautista, una figura central en el calendario católico que, en el contexto de los pueblos originarios, se transforma en símbolo de poder natural, fertilidad y purificación.

Dos municipios chiapanecos llevan su nombre: San Juan Cancuc y San Juan Chamula, aunque la devoción al santo se extiende a otras localidades como Ocozocoautla de Espinosa, donde el templo principal está consagrado a San Juan. En este municipio, además, la festividad se comparte con Nuevo San Juan Chamula, en una hermandad cultural que fortalece los lazos comunitarios.

La festividad tiene un fuerte componente de sincretismo, en el que la figura cristiana del profeta se fusiona con elementos prehispánicos. Esta fecha coincide con el solsticio de verano, momento que para las culturas mayas y zoques marcaba un ciclo sagrado, propicio para rituales de abundancia, renovación y purificación.

En San Juan Chamula, San Juan Bautista es asociado con Ajaw, el dios maya del sol, quien vive simbólicamente en el cerro Tzotehuitz, considerado una montaña sagrada desde donde protege a los chamulas. El ritual central se realiza en el manantial Toltotic, donde se lava la ropa del santo, acto que representa la limpieza del cuerpo y el alma. El agua, como elemento vital, es protagonista: muchas personas se bañan en ríos o lagunas con la creencia de atraer buena fortuna y alejar el mal.

La iglesia de San Juan Chamula es un espacio único: sin bancas ni misa tradicional, el ambiente se llena de velas multicolores, hojas de pino, incienso y oraciones en lengua tzotzil. Las ofrendas incluyen gallinas, pox (aguardiente tradicional), Coca-Cola y espejos que los fieles usan para confesarse directamente ante los santos.

Las festividades están llenas de música de tambor y carrizo, danzas tradicionales, comida típica como tamales de frijol y caldo de res, y peregrinaciones en las que se realizan numerosos bautizos, muchos de ellos otorgando el nombre de Juan o Juana a los niños recién nacidos.

La fiesta de San Juan en Chiapas es mucho más que una conmemoración religiosa: es una ventana viva al sincretismo cultural, donde el cristianismo y las cosmovisiones indígenas convergen en ritos que honran al agua, al sol y a la montaña, como fuentes de vida.