Chiapaneco encuentra evidencias de nuestros antepasados

Tuxtla.- Los libros de texto de la primaria, seguramente siguen contando que el hombre llegó a América a través del estrecho de Bering hace unos 13 mil años, sin embargo, hay evidencia que dice otra cosa.

Precisamente un arqueólogo chiapaneco, Juan Ignacio Macías Quintero, lidera el proyecto “Cazadores del Pleistoceno” desde hace 10 años en el altiplano norte del país, mismo que ha resultado en una revelación de evidencias de presencia humana antigua en el continente.

“Comúnmente se pensaba que los seres humanos poblaron América hace no más de 13 mil años, sin embargo los descubrimientos de la cueva del Chiquihuite, que está en una montaña ubicada entre Zacatecas y Coahuila, desiertos al norte de México, nos mostraron que había ya seres humanos desde hace 26 mil años, la cueva del Chiquihuite es uno de los sitios más antiguos, si no es que el más antiguo de todo el continente americano”, explicó.

El profesor e investigador de tiempo completo de la licenciatura en arqueología de la Unicach, explicó que la investigación es muy extensa y se sigue desarrollando, junto a más de 30 investigadores de otros países como Brasil, Noruega y Estados Unidos, así como estudiantes chiapanecos de la Unicach.

“Lo único que tenemos ahorita son herramientas de piedra que denotan que estas personas estuvieron aquí, no sabemos donde más estuvieron o por donde llegaron, para eso se requieren hacer más expediciones, más proyectos que vayan rastreando el origen de estas personas”.

Este proyecto resulta importante para entender los orígenes, riqueza y diversidad de nuestra historia antigua; si bien aún no sabemos a ciencia cierta cuándo fue el paso de nuestros antepasados al continente, antes se pensaba imposible de esa época por los bloques de hielo que habían, pero al parecer no fue un impedimento, pues hay registros humanos antes de lo pensado, aunque no se sabe por dónde pasaron, hace 33 mil años.

“Es la primera vez que se ve esta especie, no hay nada parecido en América, Alaska, Europa o Asia, tenemos que hacer más estudios para dar con su linaje genético; apenas se está encontrando la punta del iceberg de esos tiempos geológicos grandes, estas personas debieron llegar de Asia, quizá de Europa”, explicó.

Sobre la cueva del Chiquihuite, detalló que está ubicada a 3 mil metros sobre el nivel del mar, en la parte media de una montaña alta, consta de dos cámaras, la primera recibe luz del día, la segunda es subterránea, debido a los derrumbes es complicado trabajar ahí, por lo que toda la gente, junto con el equipo y la comida se tienen que quedar ahí uno o dos meses; tampoco puede ser visitado por el público, pues es peligroso y complicado llegar.

“Hace 20 o 30 mil años debió ser un lugar adecuado para vivir en determinadas temporadas, en 2010 lo descubrimos y en 2011 hicimos las primeras exploraciones, fue hasta 2017 que tuvimos los primeros hallazgos para la publicación de la noticia”, detalló.