Chiapas se vuelve a teñir de rojo

El desplazamiento forzado que se vive en Chiapas es una de las violaciones graves a los derechos humanos relacionadas con el conflicto armado interno, pero no sólo, también hay otros desplazamientos forzados que se dan por motivos religiosos, económicos o por proyectos de infraestructura. Y bueno, acabamos de recién experimentar el dolor ajeno de la caravana de migrantes y nos pusimos a lado de ellos, exigiendo a nuestro propio gobierno protegerlos, darles una atención. No es por llevarles lo contrario pero, en Chiapas tenemos demandas por el exceso de familias desplazadas.

Y es que unas 300 personas se encuentran desplazadas de la comunidad Chavajebal a la cabecera del municipio de El Bosque, Chiapas, tras un enfrentamiento la semana pasada, según fuentes oficiales. La salida de las personas ocurrió luego de que pobladores de Oventic, en el municipio de San Andrés Larráinzar, liberaran a 23 personas que se encontraban de la cárcel de Chavajebal. Estamos hablando que son casi 2 mil los desplazados. Da coraje e impotencia de no poder hacer nada al ver el estado en que se encuentran estas personas.

El párroco de la iglesia de Simojovel, Marcelo Pérez Pérez dio a conocer que son tres ya el número de personas muertas y cientos las personas desplazadas de su vivienda en la comunidad de Chavajeval, municipio de El Bosque, por lo que pidió la ayuda a todos los grupos civiles y gubernamentales para asistir esta crisis humanitaria. El padre mencionó que ninguna autoridad había llegado hasta Chavajeval, por lo que acompañado del párroco de la parroquia de El Bosque, “el padre Helder”, se aventuraron el pasado sábado 10 hasta esa comunidad enclavada en los Altos de Chiapas para entender lo que había ocurrido. Y lo más fuerte fue escucharlo "Ahí encontramos un muerto sin cabeza, sin un brazo, los marranos lo comieron, levantamos mandamos a traer su ataúd, también encontramos ancianos y ancianas abandonados los llevamos a la cabecera de El Bosque. Fuimos nuevamente el domingo 11 y encontramos un hombre con cinco días sin haber comido, varios animalitos muertos, también hayamos a una anciana de 110 años de edad que llevamos a la casa parroquial”, dijo el párroco. Ya ayuda que ha llegado hasta ellos no ha sido suficiente.

Pero y nuestro gobernador Manuel Velasco pareciera no tener corazón, ya no digo vergüenza pero es urgente que haga algo a favor de estos desplazados, que los están matando a sangre fría. Es así como destaca que Chiapas es el caso más lamentable de pobreza, olvido y marginación polarizada por conflictos añejos, que toma fuerza cada fin de sexenio. Los más vulnerables son los sencillos, la gente humilde que anhela vivir en paz, mientras otros se enriquecen sin límite. En medio de esto, se encuentra un varón movido por el amor y la iglesia, pero más por convicción, el sacerdote Marcelo Pérez Pérez que siempre ha estado con las comunidades indigenas para apoyarlos y no dejarlos a deriva. 

El desplazamiento forzado es considerado como una de las crisis humanitarias más importantes de este tiempo; los desplazados son uno de los grupos poblacionales más desprotegidos, al experimentar múltiples violaciones a los derechos humanos y padecer una progresiva degradación de los derechos sociales, económicos, civiles, políticos y culturales. Esperamos pronta respuestas del gobierno del estado, mientras tanto si queremos podemos apoyarlos, ahora sí es momento de ayudar por nuestro propio pueblo, por los de nuestra sangre y que están en casa. La Secretaria de Gobierno señaló que este fin de semana se llevó ayuda como agua, despensas, cobertores, colchonetas y brigadas médicas. Pero lo que sí le hace falta a gobierno es darle solución a todos estos problemas.