Chío, la mujer detrás de Tejidos y Bolis

Tuxtla.- Norma Rocío López Mancilla, mejor conocida como Chío, es la emprendedora y artesana fundadora de “Tejidos y bolis Chío”, durante 30 años se desempeñó como secretaria en SECH, hoy en día tiene cuatro años jubilada y a partir de ahí empezó a practicar el tejido, algo que le apasiona, si bien lleva tiempo, es buena terapia, a veces tiene problemas -como todos- pero le entretiene, le apasiona; todos saben que todo el tiempo está tejiendo, tiene muchas prendas y proyectos.

“En cuanto a los bolis empecé hace dos años al público, poco a poco voy metiendo sabores, tengo los tradicionales de nanchi, piña, coco, vainilla, y hoy en día hago bolis de yogurt con trigo, como si estuviéramos comiéndolo en cereal, y trozos de frutas, vendo en bazares, redes sociales, en casa, esto me entretiene bastante, pasé una etapa de separación, de una enfermedad con mi papá, y para no estancarme, esto me mantiene activa, hay más contacto con el público que la oficina, esa etapa llegó a su fin, la disfruté y hoy en día te encuentras buenas y malas vibras y te gusta, a mi me gusta, conoces mucha gente y experiencias y se va uno adentrando”, contó.

Ella inició como emprendedora en el circuito Tuchtlán, de ahí el 5 de julio del año pasado supo que iba a haber un bazar en Joyo Mayyu los domingos y se quedó ahí, de 9 a 6, ahí está ya de planta, se han vuelto una familia unida que se apoya, Chío se dedica más a prendas de mujeres, pues es más laborioso en hombres y solo hay gorros o bufandas, mientras en las mujeres hay más variedad, también hace cobijas para bebés, se tarda mes y medio en hacer una porque son de metro y medio, duran una vida.

“Todas llevan un pedacito de mi corazón, la satisfacción de cuando reciben las prendas, produzco y hago por pedido, tengo cosmetiqueras, ballerinas, chongueras, me gusta ir combinando, mis prendas oscuras las hago en el transcurso del día antes de que oscurezca, las claras en la tarde noche, siempre ando cargando un tejido, un día una niña me vio y me pidió que le enseñara, tenía cinco o seis años, puedes tejer con palitos, con ganchos, con el dedo; a veces algo tan sencillo para mí se le complica a otros, yo soy zurda y cuando aprendí era con la derecha, se me complica más que nada enseñarle a diestros”, nos platica.

Incluso sus hijas a veces ls acompañan a trabajar, son un equipo, la mayor le hace un poquito al tejido y le gustaría aprender más, aunque la menor dice que ella es para otra cosa, pero la acompañan a los bazares, están con ella todo el tiempo, la mayor también tiene un emprendimiento, lo más difícil es adaptarse a veces a horarios, pues en un bazar hay que estar desde temprano, terminan cansados pero satisfechos.

“En un negocio te va a ir bien si vendiste una donita, muy bien si vendiste tres, pero ya te diste a conocer ese día, hay que tener mucha actitud, si estamos con el celular, platicando o piensas que no vas a vender lo llamas, me programo más que nada si ya no tengo bolis de yogurt me toca hacer martes o miércoles para que ya estén congelados para el fin de semana, tengo que hacer suficientes para dos fines, porque sé que van a congelarse en cuatro días, yo laboro en el momento que yo pueda, no siempre vamos a vender 500 o mil pesos pero vamos a ir poco a poco, ya sabes que a la otra sí vas a vender, o cuando no es quincena sabes que no se vende pero cuando llega la quincena sí, hay que ir con buena actitud a donde quiera”, consideró.

Con el tema de la pandemia, hay unos lugares donde sí se dejó de vender, pero en Joyo Mayyu no, el 5 de julio hace un año y ahí van, le queda una gran satisfacción de que empezó con el congelador del refrigerador y hoy en día ya compró su congelador, la sombrilla, la mesa, ahí van, gracias a lo mismo que van generando.

“Siempre podemos hacer algo en la vida, todos tenemos ese don, pueden ser tejidos, bolis, plantas, cualquier cosa, pero que le pongan ese pedacito de corazón y se transmite,”, recordó, invitando al público a buscarla como Tejidos y Bolis Chío en Facebook, Instagram, así como los tianguis de Las Conejas, Las Tuxtlecas y todos los domingos en Joyo Mayyu.