- ALEJANDRA OROZCO
Cobertura vegetal en Tuxtla por debajo de la media nacional
Tuxtla enfrenta un problema fuerte en cuanto a cobertura vegetal, pues de los nueve metros cuadrados que deberíamos tener por cada individuo, apenas alcanzamos cuatro, esto se debe a la tendencia a pavimentar todo y plantar árboles no nativos que causan más daño, señaló Adolfo Sarmiento, director de áreas naturales y vida silvestre de la SEMAHN.
“Cuando se tienen que buscar árboles para ciertos fines, hay que usar por ejemplo un chicozapote o una pochota para un terreno grande, hay que saber dónde, antes se sembraban mangos y ahora las casas son más pequeñas, esto afecta cuando empiezan los calores, la tendencia va al calentamiento, en parte es conocer nuestros recursos, mantenerlos e incrementarlos”, señaló.
Por otro lado, María Silvia Sánchez Cortés, presidenta de la Red de Asesores Científicos del Complejo Selva Zoque de Áreas Naturales Protegidas (ANP), señaló que siempre hay que promover especies locales como el matilisguate, para ir evitando otras como el flamboyán, que es una especie invasora, pues la cobertura vegetal está vinculada a las cuencas, si tiramos árboles y erosionamos los suelos, ya no va a llegar agua a los ríos chicos y grandes.
“El clima es de causa y efecto, algunos años puede llover bien y otros no, debemos evitar los extremos, el clima siempre está variando, nos preocupa el deterioro de la tierra que circunda estas áreas, ocasionando problemas para producir materia vegetal, la captura de oxígeno, propiciando incendios, esas son las principales preocupaciones”, señaló.
Cabe mencionar que el Complejo es un corredor de 153 mil 328 hectáreas, que incluye seis ANP estatales y federales: El Ocote, Villa Allende, Parque Nacional Cañón del Sumidero, Cerro Meyapac, Laguna Bélgica y La Pera, cuyas amenazas más grandes se originan fuera de los límites definidos por un polígono, más allá de decretos; entre los servicios ambientales que ofrecen, están los vinculados con la producción de oxígeno para la ciudad, las micro cuencas que aportan al río Grijalva, y en el caso de El Ocote, la riqueza biológica y ecológica que representa, la captación de agua que abastece a numerosas poblaciones circunvecinas, y la captación de dióxido de carbono.
En su intervención, María Odetta Cervantes Bieletto, directora de la reserva El Ocote, añadió que los cambios de temperatura y las sequías, al ser un sistema cárstico, afectan la disposición del agua, que se escurre muy fácil y no queda en la superficie, quedando tanto en El Ocote como en el Cañón solo los grandes ríos -La Venta y el Grijalva-, por lo que la disposición del agua para las comunidades es un problema serio.
La importancia de estas reservas, añadió, es que regula el clima, si se perciben cuatro grados menos abajo de un árbol, subrayó la importancia de tener estas masas verdes, ejemplificando que de zonas como La Cañada en San Fernando o el propio Cañón es de donde proviene el viento que refresca la ciudad, también dijo que son reguladores hídricos, por lo que debemos mantener la cobertura vegetal en esa parte, ya que donde está transformado por el hombre, al venir el agua, escurre piedra y lodo, generando problemas por la transformación que se ha hecho.
“Mantener Villa Allende, el cerro Mactumatzá o Meyapac es importantísimo, si no, la parte que absorben los árboles y baja al subsuelo resbalaría, lo que sucede en las calles pavimentadas, imagínense la cantidad de agua que frenan los árboles, donde no hay se viene todo eso, la regulación hídrica es muy importante para la seguridad, protección y disminución de desastres en la ciudad”, abundó.
Sin embargo, de acuerdo con los resultados de investigaciones que ha realizado este grupo, no todo es deterioro, pues si bien ha disminuido la vegetación, todavía hay presencia importante de especies; El Ocote por ejemplo conserva el mayor número de especies de colibríes, esto lleva a visualizar que con la conservación de esa zona podemos participar de manera importante en la conservación de flora y fauna silvestre; si sumamos las otras cinco, visualizamos que sea una visión integrada para la investigación y quehacer biológico.
Los especialistas señalaron que en Tuxtla y Chiapas se han visualizado incrementos de temperatura, ante ello se esperan fenómenos como precipitaciones intensas en pocas horas o “porrazos de agua”, no es como antes que era más regulado, añadieron que nos debería preocupar visualizarlo de manera regional, en el centro del estado, está el calor intenso que genera más incendios forestales, mientras en la costa se ve a través de las inundaciones, o en valles como el de San Cristóbal, puntualizaron que hay animales que dispersan semillas y polinizan, o la captación de agua para evitar desastres, dijeron que todos debemos contribuir para empezar a mitigar los efectos del cambio climático, que si bien para Chiapas no se visualiza tan agudo como para el norte del país, algo debemos hacer.
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