Cuando la muerte es inminente, se percibe un heroísmo

Tuxtla.- Tuxtla.- Durante el asentamiento de los primeros grupos humanos, estos principalmente buscaban una ubicación privilegiada a los recursos naturales disponibles, el estado chiapaneco no fue la excepción, nómadas provenientes de Centroamérica, deciden quedarse a las orillas del caudaloso Río Grijalva, fundado una de las primeras comarcas “Socton Nandalumi”; algunas descripciones los posiciona como un pueblo aguerrido y feroz.

A pesar que otras comunidades mesoamericanos quisieron someterlos, vaya sorpresa que se llevaron al ver la valentía con la que defendían sus tierras, creando un historial bélico ante las demás ciudades, expertos con su arma principal la “honda”(Consiste básicamente en dos cuerdas o correas en cuyos extremos se sujeta un receptáculo flexible desde el que se dispara un proyectil) posterior a la caída de Tenochtitlan, este sitio recibe dos intervenciones de colonos españoles, una de las primeras batallas lidiadas, demuestras que a pesar del armamento tan avanzado que tenían en su contra, se aferraron a su “macuahuitl” para evitar un sometimiento; los cronistas que percibían estas batallas, redactaban que preferirían enfrentarse a los mismos espartanos antes que los indígenas.

Mientras emprenden cargos administrativos personas traídas de Europa, comienza a notar el panorama del nuevo mundo, descubriendo que en el sureste las rebeliones habían tratado de ser apaciguadas sin ninguna clase de éxito; los mismos funcionarios idealizan un procedimiento para enviar al capitán Diego de Mazariegos bajo secreto, a someter estas tierras, sabiendo que se estaría dando pauta a cualquier individuo para sobre pasar la autoridad de la corona española, pero ¿cómo logra llegar a estos lares para combatir? Da la casualidad que en Oaxaca tenían prisioneros a soldados españoles tras el enfrentamiento con los zapotecas, los cuales quedaron derrotados en el combate y despojados de todas sus pertenencias; es ahí donde entra nuestro querido Diego yendo a su rescate, la experiencia a lo largo de su vida le dieron los conocimientos para poder tener tácticas que le resultaron a su conveniencia para que saliera victorioso, pero aquí es donde ocurre la verdadera incógnita, se suponía que tenía que regresar ese

cargamento y él lo utiliza para beneficiarse en poder dominar las tierras que ya habían previsto, cuando llega a las faldas del Río Grijalva se pregunta “¿Dónde estarán esos indios que causan tanto problema?”; los encuentra en pleno ritual, completamente desprevenidos, sin más preámbulo da la orden -¡Fuego!-, con el retumbante sonido que genera la explosión, aquellos indios Chiapa quedaron perplejos a tan gran eco, sin saber qué hacer, algunos chiapanecas quisieron hacerle frente, otros tratan de huir, pero lo que en realidad pasó, fue su inminente caída al imponente Cañón del sumidero, todos aquellos indios quedaron acorralados bajo la pólvora española, cayendo poco a poco de la parte más alta del imponente cañón del sumidero, con lágrimas en los ojos y gran sentimiento al percibir aquel acto tan "heroico", Mazariegos dice la frase “Su honor es tan grande que para no ser conquistados se avientan al río”.