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¿Cómo hablar de separación y divorcio con los hijos?

  • ALEJANDRA OROZCO
  • 16 jul
  • 11 Min. de lectura

Txutla.- En esta ocasión, nuestras anfitrionas nos traen como invitada a la psicóloga de casa, que va a ser parte del club de las mamás, Bere Cancino está en esta emocionante y difícil etapa del embarazo, con vómitos, mareos, todos los síntomas, algo que después se recuerda con mucho cariño, muy contenta de vivir esta experiencia, ahora no solamente nos va a venir a platicar temas de psicología, sino también experiencias de su embarazo, una etapa muy hermosa.

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El tema de hoy es cómo hablar y llevar el divorcio con los hijos, que es bien importante, es un tema bastante complicado y delicado, ya que lo menos queremos es hacer sufrir a los hijos, la gestión de las emociones es importante tomarla en cuenta, empezando con las etapas del duelo que se tienen como pareja, cómo abordar esta situación con los hijos, hijas y también con la sociedad, pues cuando empiezas a decidir que te vas a separar, externarlo es complicado también.

“Externarlo con los familiares, con los amigos, y como bien mencionamos, con los hijos, que es lo más difícil, y más cuando son pequeñitos, de qué forma decirles, de qué forma darle seguimiento a su vida, porque a fin de cuentas de un momento pasas de tener papás juntos, a tener papás separados”, señalaron.

A decir de la experta, el primer punto es la comunicación clara y honesta, no se puede mentir de lo que está pasando, ella recomienda que tiene que ser en la edad del menor, por situar algunos escenarios, cuando tienen de dos a seis años, simplemente es papá y mamá, sentarse con los menores, eso es bien importante; papá y mamá vamos a separarnos, eso no implica que no te amemos, esto no es tu culpa, esto es cosa de adultos.

“Se sugiere no decir más, esperar las respuestas a las preguntas que ellos quieran decirnos; cuando ya entran a la etapa de los sie7e a los 12 años, aquí es una etapa en donde justamente cometemos a veces errores… A favor de quién voy a estar, ¿de la mamá o del papá? Y es importante que lo tomemos en cuenta, porque de pronto tendemos a hacer este tipo de situaciones; cuando entramos a la edad de los 12 en adelante, la situación es diferente, podemos encontrarnos con conductas autolesivas, con conductas de escuela y demás”, especificó.

Por eso es importante ser más claros, más específicos, pero no dejar a los hijos como intermediarios, no son mediadores ni de papá ni de mamá, ellos cognitivamente ya procesan más información y esto hace que cuestionen más, entonces siempre sugiere decir las respuestas sin divagar, siempre seguros y seguras, y sobre todo, antes de hacer este proceso, sentarse con la pareja y decir, vamos a tomar esa decisión, ¿qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos? ¿Y cómo lo decimos?

Muchas veces escuchamos, cuando la pareja ya se quiere separar, que van a esperar a que crezca más el niño, en este sentido no hay una edad mejor o peor, la psicóloga dijo que evidentemente la adolescencia sí es una edad de turbulencia, pero eso no significa que si tienen sie7e o si tienen ya 12, se van a esperar o lo van a retrasar, aquí se sugiere que sea en el momento necesario, es decir, cuando pase la situación, cuando papá y mamá tomen la decisión y estén en común acuerdo, ese es el momento idóneo para poderlo comunicar, siempre y cuando tomen las medidas necesarias de acuerdo a la edad.

“Por eso es necesario indagar un poquito, tener mayor información, para justamente hacerlo de una forma asertiva, no hay una edad mejor o peor, pero sí considero que los mecanismos y las herramientas nos pueden ayudar mucho para este proceso de información que se le va a dar al menor, y tomar terapia en pareja, no para tal vez continuar, pero sí para poder llevar este tema más de lleno y para definir mejor, justo eso sucede, pensamos que ir a terapia es para resolver o solucionar, y sí lo es, y solucionar puede ser quedarse o separarse, eso es bien importante tomarlo en cuenta”, añadió.

Muchas veces, los adultos no podemos lidiar con nuestras emociones, los niños a veces lo pueden entender un poquito más, pero nosotros somos los que no soltamos, entonces, estar en terapia en pareja ayuda para tener un espacio sano, en donde se van a tomar acuerdos, en donde no sé cómo lidiar o cómo decirlo, y ahí van a aprender juntos y juntas.

“Eso es una plataforma bastante buena para poderlo luego transmitir a los hijos, que no es malo el ver que se van a separar, al final de cuentas yo creo que necesitamos adultos responsables, y aparte de eso darle unos papás bien, porque para qué estar juntos y peleados, si pueden estar separados, para uno como hijo, es como decir, qué padre que se lleven, que pueda tener la misma comunicación con uno que con otro y no tomar los bandos, y sobre todo no mentir”.

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Sí hay información que se omite porque no es necesaria, tal vez por la edad del menor, pero mientras estén seguros de las decisiones, es mucho más sano decirlo, algo bien importante que le gustaría dejar en claro es que dentro de todo este proceso es importante tomar en cuenta su sentir, ese es el segundo punto, validar las emociones de los hijos, ¿cómo te sientes? ¿Cómo estás? Y sobre todo, no es tu culpa.

“Esta es una situación de adultos, de papá y mamá, yo recuerdo una situación sobre una mamá que le dice a la hija: ¿cómo vas a salir con tu papá si nos abandonó por esa mujer? Entonces la hija se voltea y le dice mamá, no nos abandonó, te abandonó a ti, pero él es mi papá, entonces yo creo que es bien importante tener esto en cuenta, se escucha un poco crudo, pero esa es la realidad, una cosa es la relación de la pareja y otra cosa es la relación de papá y mamá con los hijos”, añadió.

Tal vez una línea no va a existir más, pero la otra no se termina, papá y mamá siempre van a estar con el hijo o hija, no es su culpa, es bien importante validar eso, porque muchas de las ocasiones entran los menores en dos situaciones de fantasía: el que puedan regresar en algún momento si la información no es clara y precisa, y dos, el sentirse culpables, que probablemente por ellos o ellas puede que se esté tomando esta situación, entonces sí hay que dejar bien en claro cuando se comuniquen y den estas indicaciones.

“Algo muy importante es que a veces como papás, con la intención de protegerlos retrasamos mucho este proceso, de que paulatinamente lo vamos a ir haciendo, tal vez ya no nos van a ver que nos abracemos, que vamos a dormir en camas separadas, pero al final lo están haciendo mucho más doloroso, porque los niños se crean esta fantasía de decir, yo creo que mis papás van a volver, siento que mis papás están volviendo porque se hablan bien, porque no he marcado un límite de separación”, señalaron.

Así, lo adecuado es, al tomarse la decisión de hablar con los hijos, hacer el corte de lleno de quién se va, quién se queda con quién, y sobre todo la rutina que se va a empezar a tomar, eso es bien importante, porque cambia toda la dinámica familiar, para esto, como pareja tienen que darse el espacio de antes de decir o hablar con los hijos, preparar todo este tipo de cosas que van a venir.

“Sí es necesario ser muy directos en este sentido, a partir de ahora, mamá se queda con los hijos de pronto, papá va a venir los fines de semana, ustedes pueden salir, ya acordamos, creo que eso es bien importante tenerlo claro, cómo va a ser la dinámica familiar ahora, siempre y cuando haya disposición de ambas partes… Lamentablemente me ha tocado casos muy tristes, muy dolorosos cuando empieza la alineación parental”, señaló.

Esto es poner en contra del otro a los hijos, es una situación de violencia psicológica y emocional que un progenitor le hace al otro, por ejemplo, decirle, te va a venir a traer a las seis, y a la hora, ¿sabes qué? No quiere ir, cuando ni siquiera el menor sabía, o ‘no quiere hablar contigo’, cuando el menor sí quiere recibir la llamada.

“Estas situaciones a veces se tornan muy complicadas, hay diversos escenarios, creo que eso es importante, cada caso es totalmente distinto, siempre y cuando haya disposición de los adultos, por eso las gestiones emocionales primero deben estar del adulto, para posteriormente los menores se alineen a la situación que están viviendo”.

Marilyn comentó que viene de padres divorciados y sí le pasaba, en lo personal lo sufría, tal vez no lo decía, pero lo que le decía su mamá no se lo iba a decir a su papá, él fue una parte más tranquila, pero no está padre eso de poner en contra el uno del otro; Yessi hasta la fecha, todavía en su vida adulta sí ve que a su mamá le molesta cuando va con la familia de su papá y sabe que va a estar él, sabe que se le enoja, pero no va y le cuenta, sí es complicado también para los hijos, porque vienen arrastrando todo esto.

“Por eso es importante no poner a los hijos como mediadores, por eso viene la culpa de decir, es que si le hablo a mamá, papá se va a molestar, y si le hablo a mamá, papá, a veces la separación no va de acuerdo mutuo, a veces nada más es de un lado, y ¿cómo enfrentas esa situación de tu pareja que te está negando ver a tus hijos, que te está poniendo en contra de tus hijos?”.

Compartieron la historia de un taxista, en su caso es muy triste, porque decía que no le quería dar a su hija, y a veces le habla la niña, y le decía, vamos a salir el sábado, vamos a ir a tal lugar, y se escuchaba la voz de la mamá, y la niña decía no, es que yo ya no te quiero ver, ya el sábado que le tocaba salir, la niña súper súper contenta, y el papá le pregunta ¿realmente fuiste tú? Y la niña le dijo no, es mi mamá, ya le habló por la paz, se fueron a demandas, pero sigue insistiendo en que no, y tienen esa idea de que lo va a desquitar con su hijo, que te duele que no lo veas.

“Hay padres presentes y hay padres ausentes, no significa que todos seamos iguales, pero sí, lamentablemente, también hay hombres que han hecho violencia vicaria, actualmente ya ha surtido efecto, y qué bueno que las leyes ya lo estipulan, pero en ese sentido es muy complejo y muy delicado estas posturas que tomamos los adultos, porque les hacemos más daño a los hijos, para algunas personas ya es un tema egoísta, porque algo bien importante en el divorcio también es la causa por la cual nos divorciamos, creo que eso también implica, en algunos momentos, las tomas de decisiones”.

Es decir, si la mujer, de cierta manera, pasa por un proceso de infidelidad, toda esta descarga emocional se va directamente, hay otros casos de separación que no tienen que ver con infidelidad, pero es importante indagar, investigar bien cómo está la situación, desde la parte terapéutica, son datos que se necesitan saber para ir abordando la situación, hay menores que saben, papá se fue con tal persona, o mamá se fue con tal persona, o simplemente este papá le pegaba mucho a mamá, o mamá, eso es importante.

“Primero, indagar y saber hasta qué punto vamos a decir lo acordado a los hijos, la edad es bien importante, conforme van creciendo, ellos van a tener más preguntas, y van a necesitar más respuestas, por eso es bien importante si tú tomas el acuerdo con tu expareja o tu pareja, yo no voy a hablar mal de ti, tú no hablas mal de mí, qué vamos a decir si nos preguntan el por qué nos separamos, esto es lo idóneo, pero lamentablemente, en muchas cosas no se puede hacer, está muy complicado”.

Se trata de pensar en los hijos, porque hace unos días hablaban con una mujer de cuarenta y tantos años, que todavía, a pesar de la edad que tiene adulta, le sigue afectando eso de que, si recibo a mi papá, mi mamá se molesta, ella decía esta parte de que entiende que su mamá sufrió una violencia, pero no deja de ser su papá, y no lo puede rechazar, porque lo que vivió con él no fue lo mismo que vivió su mamá, les sorprende que a la edad que tiene todavía le sigue afectando eso.

“De hecho, infancia es destino, en este sentido, la situación cambia mucho cuando hay violencia, sí es papá y mamá, pero también los hijos tienen que entender que la violencia no es válida y no podemos quedarnos en un espacio así, porque actualmente pensamos o normalizamos la violencia, entonces, dentro de las relaciones de pareja, los hijos aprenden que es normal eso, y lamentablemente, cuando ya vamos creciendo, tendemos a repetirlas, entonces, sí es bien importante poder ser claros, concisos, precisos, hay que dejar bien marcado todo para no ser partícipe del dolor propio al hijo o hija”, mencionó.

Añadieron que pasa también otra cosa estúpida, decir, no nos vamos a separar por los niños, pero se tratan como perros y gatos, eso está peor a separarse en buenos términos y tratarse bien, están dando un mal ejemplo en casa, eso es muy común, que para no hacerle daño a los niños, para que crezcan bien, se quedan juntos, crecen y lo traen en el chip, en la cabeza, cómo voy a andar con alguien bien si mis papás siempre andaban mal, y después lo ven normal, es un proceso de seguirlo haciendo.

“Algo bien importante es la psicoeducación, tenemos que aprender de este escenario, tanto los hijos aprenden un estilo de vida diferente, sin papá tal vez en casa, tanto mamá empieza a hacer otras cosas que tal vez no hacía antes y empezamos a todo este proceso, aquí lo idóneo es que la comunicación sea lo más neutra y asertiva que se pueda entre los adultos, porque si papá y mamá logran tener acuerdos claros, precisos y concisos, obviamente va a bajar más clara esta información y podemos evitarnos tantas situaciones con los menores”. Algo también que le gustaría recalcar es que el daño emocional que se le puede hacer a los menores, justamente por pensar en uno y no en ellos, prolongar una separación de divorcio, como adultos decimos, para que no lo sientan y poquito a poquito, pero ellos de voladas se las entienden, y a veces somos nosotros los que no queremos soltar, a veces se dice que por los hijos, pero no podemos responsabilizar las decisiones o el quedarse por los hijos.

“Si te quedas no va a ser por tus hijos, te estás quedando por otras razones, y eso es muy fuerte darse cuenta, poco a poco para que no lo sientan, no lo sienten tus hijos, lo sientes tú o nosotros como pareja, pero ya eso se trabaja en terapia, es demasiado importante la asistencia a terapia”, de hecho, pueden contactarla a través de redes sociales, como Psicóloga Berenice Cancino en Facebook, y al 961 277 2225.

Volviendo a recalcar, la terapia de pareja no siempre es para volver a unir, sino también para terminar bien, asimismo la terapia en los hijos, después del proceso de separación y de duelo, también es necesario tener por lo menos algunas sesiones juntos, separados, trabajar como se pueda de acuerdo al caso, porque sí es importante empezar una nueva vida, unos nuevos hábitos de forma más sana.

“No solo los niños, también yo tengo una amiga que ya es mayor de edad, ya bastante grande, que sus papás se separaron y ahora todavía lo sufre, a pesar de ya ser una adulta completamente independiente, se recostó y me dijo que también va a terapias psicológicas para apoyarse y ver el problema, porque ella era el centro de sus papás para que ellos no pelearan, también tiene una carga emocional de parte de ellos dos, de lidiar con ellos”.

Berenice añadió que la edad en la que toque es importante para saber cómo lidiar con eso que está sucediendo en ese momento, sobre todo, concientizar que son etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación, esas cinco etapas están ahí cuando hay un proceso de divorcio, se van sintiendo y se van pasando, pero justamente cuando se llega a la última, que es aceptación, nos damos cuenta que de pronto fue lo mejor que nos pasó, tal vez ahorita no lo entendamos, pero posteriormente lo vamos a hacer.

Así nos despedimos, es un tema que es bueno platicarlo, casi nadie platica de esto, solo es bajita la mano de ya me separé, ya me voy a separar, pero también hay que visibilizarlo para que todos podamos estar en sintonía, y si estás pasando por algo que necesites, acércate a ver.

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