¿Deben desaparecer las Normales Rurales?

Pareciera que el caso de los normalistas y sus violentas manifestaciones no tienen cura, en realidad sí pero no ha existido acciones concretas. Por la tarde de ayer, elementos del grupo Antimotín de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana realizaron el desalojo de los normalistas cuando causaban desmanes sobre el Libramiento Norte y Salida a Chicoasén, siendo el tercer enfrentamiento entre ambos grupos ocurrido en los últimos ocho días. La Escuela Normal Rural Mactumatzá tomó una unidad tipo Sprinter de la OCC la cual pintaron consignas y la vandalizaron, además de golpear a otras unidades que pasaban en el sentido de Oriente a Poniente. Fueron 200 elementos los que arribaron al lugar, donde los encapuchados habían puesto una barricada de llantas, tarimas y madera a la que prendieron fuego. Ante ello los uniformados se abrieron paso lanzando gas lacrimógeno, logrando el desalojo de dichos estudiantes, ni tener algún detenido o algo por estilo.

No sé que pasa con la autoridad, reconocemos la labor que en la anterior administración no había, y que ahora si lo hay, como lo es el desalojo pero parece ser más fuerte la necedad de los normalistas. ¿Falta diálogo?, es una cosa de no creer, pero más bien los normalistas no aceptan o no quieren perder la autoridad que por años la habían tenido. Precisamente, una de sus exigencias de las normales rurales es no cerrarlas, pero con las acciones, el vandalismo simplemente es difícil apoyar a favor de ellos, y justo están desacreditados con la sociedad. En zinacantán tomaron la decisión de cerrar la normal Jacinta Canek, una escuela que no servía para nada, que solamente estaba causando vergüenza a sus mayores, que se había convertido en un centro de operaciones para el robo de camiones cargados de mercancías y que era necesario ponerle un alto. La normal Jacinto Canek tiene ganado a pulso el repudio por su accionar violento, irracional y anti sistémico; Mactumatzá ya tiene ese largo camino recorrido, en Chiapas a principios de la actual administración se planteo cerrarla, pero que gradualmente se ha ido diluyendo esa idea, por falta de determinación y poder de decisión, porque incluso las de la Costa también les ha dado por “tomar prestado” camiones de pasaje, violando así la ley. Sin duda, lo que hace falta es cortar esas malas practicas pero para ello, sería necesario quitar a esos lideres que simplemente ven a beneficio propio, tomando como chivito expiatorio a otros alumnos.

La sociedad, para bien o para mal, ya está harta de lo mismo con las manifestaciones de los normalistas, reprueban las acciones violentas, sobre todo los riesgos que han tenido que correr por las acciones de estos jóvenes. Las exigencias son las mismas, plazas, justicia de los 43, recursos, no al cierre de las normales, todas esas son sus exigencias. Pero diversas acciones, el gobernador sigue firme en que debe haber diálogo, pero ya no sabemos quién es quien pone las acciones. Sin hacer un recuento de daños, es preciso llegar a un punto de común acuerdo en el que todos coincidan, como sociedad consciente del grave daño que se le hace a la educación del futuro y como la hora de paz y reconciliación verdadera que debe llegar, de terminar el movimiento normalista en Chiapas.