- EDITORIAL
¿Desafios de la nueva administración?
A menos de ocho semanas del cierre de las campañas polÃticas en nuestro paÃs, es evidente la creciente erosión del tejido social. Esta situación se agrava por la insuficiencia de medidas para combatir la inseguridad y la violencia, asà como para reafirmar el cumplimiento de la ley. A medida que se acerca la fecha en que los mexicanos ejerceremos nuestro derecho al voto, un sentimiento de desilusión se extiende, dado que los ciudadanos se sienten abrumados por las promesas vacÃas y las ofertas polÃticas que caracterizan a toda campaña electoral. Esta desilusión se profundiza por la difusión de las campañas en las redes sociales, donde predominan las descalificaciones impulsadas por intereses partidistas, y se descuida la presentación de propuestas sólidas y proyecciones económicas realistas. En su lugar, se nos ofrece información superficial, que no aborda los problemas actuales de manera sustancial. La falta de alineación entre la inteligencia, la previsión y la voluntad de la clase polÃtica con las demandas de la sociedad es palpable. Los ciudadanos exigen diálogo y, sobre todo, respuestas concretas sobre cómo se abordarán los problemas de manera efectiva y sostenible.
En el ámbito polÃtico, la sobresaturación informativa en los medios complica la comprensión de los problemas y las posibles soluciones en la agenda pública. Se mantiene una postura complaciente que no aporta soluciones concretas. No obstante, la ciudadanÃa sigue activa en la vida polÃtica, interesada en las polÃticas públicas y propuestas que se presenten en el contexto electoral actual. Ante este panorama, es fundamental que tanto la sociedad como los gobiernos adopten una actitud proactiva para enfrentar desafÃos como la inseguridad, el restablecimiento del estado de derecho, la recuperación de territorios ocupados por cárteles y la búsqueda de financiamiento para sostener las polÃticas sociales y promover el crecimiento económico del paÃs. Es crucial que se aborden estos temas con propuestas serias y responsables, que busquen mejorar la calidad de vida y avanzar hacia un futuro más próspero y justo. Más allá de la inmediatez de la elección, estos y otros temas serán el desafÃo de las futuras administraciones. Es esencial que se adopten estrategias integrales y acciones decididas para superar estos obstáculos y avanzar hacia un futuro más prometedor para los individuos, las familias y el paÃs. Esto requiere una visión de futuro que trascienda los objetivos de corto plazo y se enfoque en el bien común a largo plazo, con polÃticas de Estado que aborden temas como la educación, la salud, la desigualdad económica y la seguridad.Â