- EFE
El oxÃgeno de la Tierra se habrÃa originado por la propia destrucción de la corteza terrestre
CDMX.- Aproximadamente 2.800 a 2.500 millones de años atrás, el oxÃgeno estaba ausente en la Tierra. Una nueva investigación sostiene que la aparición del oxÃgeno, clave para el surgimiento y desarrollo de la vida en nuestro planeta, se debió a una fuente tectónica: el movimiento y la destrucción de la corteza terrestre derivó en su formación sobre la Era Neoarcaica.
Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nature Geoscience aporta una sugerente explicación para la formación del oxÃgeno en la Tierra: al menos parte del mismo provendrÃa de la propia dinámica y destrucción de la corteza del planeta, debido a procesos tectónicos que ya habrÃan estado presentes sobre la etapa final del eón Arcaico.
¿Cómo surgió el oxÃgeno que cambió a la Tierra?
Se sabe que la cantidad de oxÃgeno que posee la atmósfera de la Tierra lo convierte en un planeta habitable. En concreto, el 21 % de la atmósfera consiste en este elemento, clave para la vida. Sin embargo, en el pasado profundo de nuestro planeta, ya en la Era Neoarcaica hace 2.800 a 2.500 millones de años, el oxÃgeno estaba prácticamente ausente.
La gran pregunta es: ¿cómo se oxigenó la atmósfera de la Tierra? De acuerdo a un trabajo cientÃfico realizado por investigadores de la Universidad Laurentian, en Canadá, y la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, la respuesta podrÃa estar en los procesos tectónicos que se habrÃan iniciado en el planeta sobre la última etapa del eón Arcaico.
El eón Arcaico representa un tercio de la historia de nuestro planeta, desde hace 2.500 millones de años hasta hace 4.000 millones de años. En este momento, una Tierra que serÃa desconocida para nosotros en la actualidad, más parecida a un ambiente alienÃgena que al planeta que hoy nos cobija, era un mundo acuático, cubierto de océanos verdes, envuelto en una neblina de metano y carente por completo de vida multicelular.
¿Tectónica de placas en la Era Neoarcaica?
Otro aspecto extraño y aún desconocido de este mundo era la naturaleza de su actividad tectónica. Según un artÃculo publicado en The Conversation por los autores del nuevo estudio, en la Tierra moderna la actividad tectónica dominante se llama tectónica de placas, donde la corteza oceánica, la capa más externa de la Tierra debajo de los océanos, se hunde en el manto terrestre, especÃficamente en puntos de convergencia denominados zonas de subducción.
Sin embargo, muchos especialistas sostienen que la tectónica de placas no existÃa en el eón Arcaico. A pesar de esto, la hipótesis de los investigadores indica que sobre el final de esta etapa, en la llamada Era Neoarcaica, se concretaron un conjunto de cambios que dieron lugar a una incipiente tectónica de placas, la cual a su vez habrÃa propiciado el surgimiento del oxÃgeno.
Según explicaron los cientÃficos, una caracterÃstica de las zonas de subducción modernas es su asociación con magmas oxidados. Los mismos se forman cuando los sedimentos oxidados y las aguas cercanas al fondo del océano se introducen en el manto de la Tierra, o sea la zona entre la corteza terrestre y su núcleo. Esto produce magmas con alto contenido de oxÃgeno y agua.
La investigación tuvo como objetivo probar si la ausencia de materiales oxidados en las aguas y sedimentos que corresponden al eón Arcaico podrÃa impedir la formación de magmas oxidados o, por el contrario, si la identificación de tales magmas en rocas neoarcaicas podrÃa proporcionar evidencia de que la subducción y la tectónica de placas ocurrieron hace aproximadamente 2.700 millones de años.
Magmas oxidados hace 2.700 millones de años
Los experimentos realizados en la zona de la Provincia Superior, el continente arcaico mejor conservado y más grande conocido hasta el momento, que se extiende a lo largo de 2.000 kilómetros en Canadá, permitieron verificar la presencia de estos magmas oxidados provenientes de la Era Neoarcaica. Aunque el mecanismo exacto no está claro aún, la aparición de estos magmas sugiere que el proceso de subducción genera oxÃgeno libre. Esto luego oxida el manto y deja las huellas que pudieron revelarse en el estudio.
De esta manera, la subducción arcaica podrÃa haber sido un factor vital e imprevisto en la oxigenación de la Tierra, aportando las primeras bocanadas de oxÃgeno hace 2.700 millones de años y también colaborando con el Gran Evento de Oxidación, que marcó un aumento del oxÃgeno atmosférico en un 2 % hace 2.320 millones de años.
Además, como la Tierra es el único lugar del Sistema Solar en el cual se ha verificado la existencia de placas tectónicas y subducción activa, el nuevo estudio podrÃa explicar en parte la falta de oxÃgeno y, en última instancia, la dificultad para el desarrollo de la vida compleja en otros planetas rocosos.