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  • RUBÉN PÉREZ

El “pan compuesto” es de los comitecos

Tuxtla.- Enrique Vázquez Constantino, presidente del Centro de Investigación y Estudios del Sector Privado (CIESEM) en Chiapas, urgió a la secretaria de Turismo del estado, Katyna de la Vega Grajales, para que analice bien y “deje libre” la marca que registró hace poco como pan compuesto.


Recordó que la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1 de julio de 2020, en su artículo 170, establece que cualquier persona física o moral podrá hacer uso de marcas en la industria, comercio o los servicios que prestan.

Sin embargo, comentó que el derecho a su uso exclusivo se obtiene mediante su registro en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), “en México, hay un reconocimiento de que, si tú eres titular de una marca, puedes tener los derechos de la misma, aun sin registrarla”.

De hecho, agregó, la misma ley establece que si alguien desea tener la exclusividad de la misma, podrá hacer la solicitud ante el INPI para que se les otorgue, “y eso es lo que se generó con la solicitud que hizo la funcionaria de Chiapas a su favor, de una marca o nombre que es tradicional de Comitán, de su cultura gastronómica”.

Incluso, el especialista en estos temas comentó que, de forma original, el pan compuesto fue desarrollado por Julián Martínez y su esposa, quienes ya fallecieron, “pero su negocio sigue vigente (Cenaduría ‘Tío Jul’ en Comitán); hablamos de más de 80 años”.

Al final de cuentas, subrayó, ese nombre ya es de dominio público; “el artículo 171 de la mencionada ley afirma: ‘Se entiende por marca todo signo perceptible por los sentidos y susceptible de representarse de manera que permita determinar el objeto claro y preciso de la protección que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado’”.

AL INPI “SE LE FUERON LAS PATAS”

No obstante, Enrique Constantino externó que esto último le genera muchas dudas e inclusive consideró que probablemente el INPI no analizó o consideró que el pan compuesto tuviera esas características de identidad en la cultura comiteca o chiapaneca y por eso lo otorgó a Katyna de la Vega.

Al respecto, el artículo 173 de la Ley referida advierte: “No serán registrables como marca, los nombres técnicos o de uso común de los productos o servicios”.

Por ello, el entrevistado insistió que en este punto queda claro el tema del pan compuesto, pues también es de uso común, “no hay lugar a dudas, es claro; ella señala que es para un hotel, pero la solicitud que hizo también cubre otros servicios como comidas rápidas, eventos, restaurantes; o sea, la misma ley le da el uso exclusivo de esa marca”.

Tras parafrasear al mismo presidente del país al advertir “que legalmente es correcto, pero moralmente inconveniente”, Constantino puntualizó que una funcionaria como Katyna de la Vega debería velar o proteger o hacer prosperar el sector turismo local o patrimonio turístico.

“Acá entra el patrimonio gastronómico, pero ella se da cuenta de que está desprotegida esa marca, y en vez de buscar otra alternativa que beneficie al pueblo comiteco, como tramitar una denominación de origen del pan, o unir a todos los productores de ese pan, lo que hace es adueñarse con el pretexto de que será para nombre de un hotel; pero, si analizamos, ese nombre como que no va con ese tipo de giro; para empezar, es como muy disruptivo”.

Aunque reiteró el llamado a la funcionaria para disolver el registro, comentó que el mismo INPI podría proceder a la nulidad de esa marca, es decir la cancelación de la misma.

“Nuestros legisladores deben acelerar los trabajos para proteger nuestro patrimonio, porque así quedan desprotegidos el pozol, el chimbo, el turulete, el pox, la pepita con tasajo, el cochito… muchos productos”.

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